Repertorio Americano 107 Eugenio Ors en la República Argentina castillo es una masa informe; es como soleados hacia las orillas del lago. Los bla ya tenue, apareció como una son.
una águila negra con sus alas abiertas. blancos cisnes le sugieren el deseo de risa. Esta soprisa de las cosas y de los El caballero Orsay está en el ora un viaje al lejano y desconocido país espectáculos no me ha. abandonado torio del castillo; de rodillas sobre la de Lohengrin.
desde entonces. Buenos Aires, según alfombra antigua; las dos manos asidas Sobre las alas blancas de los cisnes. me aparece en esta rápida impresión sobre el pecho temblapte. Del Cristo Oye, como si él no las dijera, sus de un primer día entre sorpresas, es, de mármol vieve hacia él como una oraciones de los primeros años: siente sin perjuicio de su justificada reputaclaridad blauca.
que su alma florece de margaritas so. ción de ciudad de fuerza y poderío, y ¿Su vida? Upa dulce emoción le in. bre las manos sangrantes de Jesús. por encima de ella, una ciudad gracia.
vade. Su infancia halaga con sus vi. Ha aprendido de las estrellas a mi. Tal vez únicamente dos ciudades, de siones puras su grande alma trágica. rar con una lentitud paciente hacia el género muy distinto, son completa y Sueña: ahora la joven aldeapa le con vasto infinito.
radicalmente gentiles) en el mundo: duce piadosamente por los caminos (Envío del Autor) la pequeña Pisa y la gigantesca Bue.
nos Aires. Otro de los motivos de seducción que el hombre sensible encuentra en estos países son las voces. Aquí en la Argentina hay, sobre todo, voces de UGENIO ORS: Sus primeras im inspiraron el símbolo luminoso y per. mujer maravillosas. Sólo escucharlas presiones. La Nación, julio 27 fecto de «La Bien Plantadav.
ya es una fiesta de deliciosa música.
de 1921. Ayer llegó a nuestro país »Xepius nos habló del gran anhelo El español sueparen ella de un modo Eugenio Ors. Un bello aconteci. con que viene a nuestro país, del cono tan nuevo y con canción tan delicada, miento es, por cierto, la visita de este cimiento que ya tiene, muy amplio, de que hay momentos en que nos parece escritor a quien conocíamos ya tanto, la cultura argentina, de Leopoldo Lu. hijo, no de una tendencia natural, sino a través del océano, por la fisouomía gones, a quien considera escritor de de un esfuerzo de artística educación.
de su claro estilo y por la hondura de extraordinaria fuerza y del banquete El coro de estas voces bastaría por sí sus ideas.
que ofreció en Barcelona, el día del solo a justificar la existencia de esta «Tuvimos la oportunidad de con centenario de Mitre, el cónsul general capital, y a dar un sentido de su civi.
versar con él, por breve espacio, en de la Argentina, Dr. Gache, al que lización, si otras vinieran a faltar.
momentos en que volvía de un primer Eugenio Ors fué especialmente invi. Empiezo a sospechar que será precisa.
paseo por la ciudad, y pudimos reco tado.
mente aquí, en Buenos Aires, donde ger de sus labios la impresión todavía A «La Nación» le estoy grande. la lengua española se, adaptará, final.
fresca, viva, expresada, con uoa ab mente agradecido por la forma amable mente, a la producción del «Salónı, soluta naturalidad. Porque Eugenio con que muchas veces se ha ocupado esta suprema institución de la sociabiD Ors es igual a sus libros: limpio, de mí. El artículo de bienvenida que lidad benévola.
rotundo, como la verdad misma. Esto me dedica hoy es admirable.
También llevo mucho interés por se advierte en cada una de sus frases, Eugenio Ors, sin aguardar conocer Córdoba, cuya paz noble esen la voz, en el gesto y en su mirada, nuestras preguntas,. por adivinarlas, pero que ha de ser fecunda para mi que es tan penetrante como abierta a continuó en esta forma, que iremos trabajo. Necesito de cierto recogi.
la curiosidad espiritual de su interlo recordando, con la mayor fidelidad po miento para el, esfuerzo que intento, cutor. Una gran simpatía humana bri sible: que es el de plasmar, por fin, un pen.
lla sobre todo en esta mirada, bajo las Nunca olvidaré mi primer paso samiento filosófico, que hasta hoy, por cejas muy espesas y la frente cargada por la tierra de América. La niebla nos lo menos en la región de la plena pude meditación, había obligado, la noche del sábado, a blicidad, ha podido parecer fragmen»Buenos Aires le parece una ciudad fondear ante Montevideo. En el me tario y de elaboración. Me emociona bella, original, llena de sugestiones. dio día del domingo la niebla se fué, pensar que en aquella ciudad de Cór.
Lo que más le ha llamado la atención, por fin, disipando y avanzaba la nave. doba y en su prestigiosa Universidad lo que más le ha quedado impreso en Las costas uruguayas aparecieron como va a nacer como un hijo mío, una doc.
el espíritu y en la imagipación, como en un telón de escepógrafo hábil. Y, trina hondamente concebida y largauna claridad, es la Pirámide de Mayo. poco a poco, como una ilusión, tras de mente gestada en mis años de Europa, iPero me han dicho, exclamó, dos semanas de alta mar, apareció la pero que en América verá la gran luz que la van a cubrir con un monumento ciudad, entre los últimos velos de nie por primera vez. He llamado a esta gigantescol iQué lástima. Qué lasti.
ma! IEs tan hermosa esta pirámide, en su misma sencillez, en la misma mesura de sus proporciones, y tan SALVESE DEL TRANCAZO! blanca, tan blanca bajo vuestro cielo nitidamente azul. Le advertimos que el proyecto monumental había sido desechado, Su Combata esos primeros síntomas tomando cara franca se iluminó de alegría. No podríamos olvidar esta expre.
sión pi lo que ella sigoificaba. Algunas horas apenas en Buenos Aires y ya su alma estaba integra en la ciudad, en el alma de la ciudad, y miraba lo nues.
tro como se miran cosas de la propia Preparados por la patria. La linda y blanca Pirámide de Mayo había recibido su simpatía, ha SAN JOSE BOTICA FRANCESA COSTA RICA bía herido su sensibilidad tanto, tanto como las imágenes de su tierra que le Bromoquinoides Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica