INDUSTRIALCO CAFE TOSTADAO MOLIDO Repertorio. Americano 137 REPERTORIO Los colibríes de Fray Serafín en todos sus gonzalitos, y las lagunas del Tuy todas sus garzas. Garzas blancas, OS CUENTOS DEL garzas rojas, elegantes y fipas, de largas patas melífuas, como dos raros y tristes pareados alejandrinos. bajo sus hábiles manos de embal.
samador y artista, los animales toma.
ron las más diversas actitudes. los había en posturas académicas y ar.
caicas.
Pero de todos los animales que cayeron bajo el plomo certero de su esPOR ALEJANDRO FERNÁNDEZ GARCÍA copeta los que con más pasión artística colocó en su museo, fueron los que URN hijo de San Francisco, Fray Avila trajo, para su museo particular cazó en el propio jardío del convento.
Serafín adiaba los animales. Pero establecido en el convento, los más Estos fueron los colibríes. Los coli.
no los amaba líricamente, a la manera raros y bellos ejemplares. Cazó jagua brles a quien la musa de Hugo, enordel poeta de Asís, en el hueco de res de piel manchada y pupilas de oro: we y delicada, en bella frase decadente, cuyas manos, blancas y puras cual cazó venados de ojos femeninos y pe. milagrosa como un sortilegio, ape.
hostias, como en el hueco de una joya zuñas de carbón: zorras cuyas colas llidara vel estornudo del Sol. que de celeste, bajaban a beber claras gotas son palmas de fuego: perezas melin la verde sierra del Avila bajau a los de rocío las golondrinas del cuento. drosas y planideras, y puso trampas y jardines de las casas caraqueñas a Parece que a la muerte del Santo, armadijos, entre las rocas, sobre los libar en el hueco de las rosas, con sus que en memorable ocasión, predicán, claros pozos profundos, para aty ipar finos picos sitibundos, inverosímiles y dole en latíu, pudo convertir al cris) los perros de agua, que ladral de largos como hebras, la dulcedumbre tianismo no sé qué lobo feroz, célebre poche y fantásticamente como de la miel. por sobre todo, Fray por sus fechorías, y que en Abril, en cuentos de ensalmos y brujerías. Serafín amó los colibríes, los colibríes las tibias noches claras, al fuego de En serpientes no fué wenos rico su tremulantes y torpadizos, finos y zalas estrellas, entablaba sutiles diserta museo. Las cascabeles de apillos reso hareños como rimas, viezcla ambigua ciones teológicas con algún viejo rui pantes. Las corales fuas y sutiles. de flores y genias, sortijas con alas, señor de la Umbría, sabio en música Las tigras ligeras y como tizzadas de arrancadas de alguna Musa del trópico y en amor, las bestezuelas que tanto hollía. Las macaguas majestuosas oculta en el cauce de las quebradas.
amara se hubieran tornado más que adornadas con escamas de brillo espe Cada día un nuevo ejemplar raro nunca melipdrosas y esquivas.
cular. Las zapas asquerosas y lángui caía bajo las flores del jardín. Los haYa no bajaban como aptašo a las das. por último, las venenosas bía verdes con toda la inmensa escala manos seráficas las avecillas del cielo! viejitas del opaco matiz de una hoja del verde. Desde la esmeralda más os.
Ya no se repetían las escenas, como muerta.
cura y densa hasta la alga más des.
cuentan amables crónicas místicas, de si en cuadrtopedos y reptiles fué vaſda y pálida. Los había rojos, desde los leones del desierto que ayudaban pródigo el Avila, no lo fué menos en el rojo vivísino de la gota de sangre a los solitarios de la Tebaida, labran aves. Los bucares del Avila le dieron hasta el rojo opaco de los cobres pu do con el marfil de sus uñas las sepulturas de los hombres. Acaso la ido.
cencia, por: clara y humilde, habla huido del mundo?
PASE USTED POR EL Fray Serafín no se hacía tales preguotas. El amaba los animales, pero de manera bien distinta a la del poeta seráfico. El los amaba, pero con esa pasión epfermiza que apima a los coleccionistas, ya sean ellos numismáticos, entomologos o filatelistas, Situado 50 varas al Este de las oficinas de Mr. Lindo con esa misma pasión, ardorosa y Usted será atendido personalmente por su propietario febril, que en muchos degenera en verdadera manía y que arrastra a al.
NO OLVIDE QUE DESEO DEJARLO SATISFECHO gunos hombres al través de todos los obstáculos, en pos de una antigua moneda, de un insecto raro, o de una vieja estampilla.
Recién llegado de Españía, y de la cálida tierra andaluza, Fray Serafín había encontrado en Caracas el mismo cielo y el mismo sol de su patria.
El cielo, milagroso tapiz crepuscular fincas de la meseta cenbordado con los mismos estambres de oro y púrpura. El Sol, con el mismo tral y tostamos solafuego voraz que labra las naranjas como joyas. para su ardorosa pa FABRICANTES. IMPORTADORES sión de zoólogo, nuestra fauda tropical de que es tan rica la montaña del Avila.
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Hábil cazador, de las montañas del TALLER DE EBANISTERIA DE ENRIQUE GOMEZ Nuestro café procede de las más afamadas TRÓPICA.
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