158 Repertorio Americano nos, a causa de su quimera universa.
lista.
Hoy podemos comprender que tåm.
bién en esto tenía razón el gran visionario, y que hasta como maestro de política podemos levantar los ojos ha.
cia este piloto. de almas, que, en pie sobre la prora de su barca, sigue amo.
pestándonos con la sublime (orazion picciola» de Ulises, amonestándonos a osar lo inosado.
tias, sino para seguir virtud y conoci derlo e interpretarlo. Así lo vemos miento. nosotros destacarse de esta losa de RICARDO BAEZA mármol: como lo veían las doncellicas y los piños de Verona, que reparando Londres, 14 de setiembre de 1921.
en su barba y cabellos crespos y curP. Convendría que el lector no con tido rostro, y creyéndolos chamusca.
fundiese la concepción universalista de Dante dos por el fuego y el humo de allá con tantos imperialismos codiciosos como han abajo, cuchicheaban mostrándolo con andado y andan sueltos por esos mundos del el dedo: Mirad, este es el hombre que Señor, más o menos so capa de fundar la vuelve del infierno. Así lo representan bienaventuranza terrena. Es fácil, pero no es discreto especular con el pensamiento pola tradición y el arte, empeñados en sible de los que no pueden ya manifestarlo.
mantenerlo más y más vivo: prófugo Sin embargo, quizás no sería excesivo ima del mundo, buscando anheloso la paz, ginar que Dante habría desaprobado el sueño la paz tanto tiempo suspirada, absorto Dapoleónico, y es probable que tampoco hu en la tristeza de quien sabe por larga biese creído demasiado en la misión provi experiencia dencial del Imperio británico.
come sa di sale (El Sol, Madrid. Lo pane altrui e coin duro calle Lo scendere e il salir per altrui scale; Considerate la vostra semenza: Fatti non foste a viver come bruti, Ma per seguir virtute e conscenza. Considerad vuestra simiente! Hechos no fuisteis para vivir como besDISCURSO.
llevando enrollado entre las manos el poema sacro en que han puesto mano cielo y tierra y que por tantos años lo de José Joaquin Casas en la colocación de una losa conmeLa enflaquecido; aislado y taciturno en su encumbramiento doloroso, como el morativa del Centenario de Dante en la Casa de la Acade cóndor andino en la braveza montaraz mia Colombiana de La Legua.
de su peñasco solitario.
Ahí está DANTE ALIGHIERI. en Excelentísimos e Ilustrísimos señores, vencido el tiempo, aquel que deslizán. qué consiste la grandeza singular de caballeros: dose inaprehensible e irreparable quiere este hombre que sin cetro, ni espada devolvernos a nuestra «antigua nada. ni cátedra, así se sobrevive y se imNTRE aquella iglesia franciscana y, nos deforma y marchita, y agosta en pone a la admiración de los tiempos, y, de la antiquísima ciudad de Ra. for todas nuestras ilusiones; aquel que después que ha caído sobre su sepulcro vena, donde por fin halló descanso el roe las bases de todos los imperios y el polvo de seis cepturias, se incorpora gran fugitivo de Florencia, y este pal de todas las instituciones, y por quien en él, coronado con el laurel resplanmo de tierra superandino donde ahora la vida del hombre es un perpetuo ge.
deciente, y recibe como si fuera un nos congregamos para rendir homenaje mir sobre las ruinas. Trescientos mi. rey los homenajes de tantas naciones?
a su memoria, se interpone toda la an. llones de hombres asisten hoy, a una ¿Por qué la inmensa popularidad de chura del océano, con muchas leguas de misma hora, al sepulcro del altísimo este hosco e inaccesible personaje de uno y otro continente: se interpone un poeta, donde le ven aparecer, como la Edad Media? Su idioma conciso y mundo. Del día, igual a éste, en que cumple a quien, después de haber cruarcaico, sus símbolos misteriosos, sus pobre y acompañado de pocos, pero zado intrincadas alusiones no están al albien aparejado de consuelos, partió cance sino de pocos. Cierto; pero el para el segundo, el viaje sin regreso, Per tutti cerchii del dolente regno, jugo de sus pensamientos y las fórmu.
aquel gran viajero de la Divina Comeregresa de ultramundo de contemplar las imaginativas, fórmulas imperecedia nos separan seiscientos años: toda deras en que está vertido, son el néctar una edad. DANTE ALIGHIERI está aho. alto trionfo del regno verace, de los espíritus selectos; su obra es el ra aquí vivo en espíritu en medio de con aspecto melancólico y pensativo, sondeo luminoso de todos los abisnosotros, Horas hay, como ésta, en los ojos grandes, la mirada profunda, mos del alma, es la radioscopia del que palpamos con sobrecogimiento, enjuto el cuerpo, el semblante dema corazón, es el estudio en formas palporque nos hiere con desacostumbrada crado por la meditación y los dolores, pitantes de todos los grandes problefuerza, la vida inmortal del espíritu, mas de la conciencia humana y su y sentimos golpear en el corazón el solución definitiva y refulgente de oleaje de la eternidad. He aquí venciMostrando la severa compostura amor, de sabiduría y de hermosura. dos el tiempo y el espacio, esos que Que sólo en almas superiores cabe; Prestando majestad a su figura ¿Y qué persona medianamente culta por todos lados estrechan, confunden El lauro de oro en la anchurosa frente no sabe cómo allá en lo oscuro de otros y acongojan nuestra pequeñez: venci. la talar y roja vestidura; siglos hubo un hombre harto audaz do el espacio, aquel que hace seis mil que se aventuró a penetrar en vida años trae sudorosa y jadeante a la huRasgando con su vista soberapa por los reinos ultramundanos y arreLa densa oscuridad, como avezado manidad, empeñada en dominar o venbatarles su secreto de dolor sombrío penetrar en la conciencia humana cer las distancias por todos los medios a ver hasta en el pecho más cerrado sin esperanza, de esperanza sollozante concebibles, desde el próvido camello La insomne incertidumbre del delito en la penumbra de la expiación, de o la pesada yunta hasta el audaz aero. la muda vergüenza del pecado; gloria en flor eterna, en. rosa de perplano que anhela remontarse al empi. De boca reprimida, extraña al gozo, petua lumbşe. Quién no halla la su.
reo; el espacio, que tantas veces nos Como empeñada en detener el paso gestión simbólica de la selva oscura, separa de nuestros seres predilectos, justa maldición y londo sollozo; aquella selva en que todos entramos del dulce rincón en que nacimos, del De aguileña pariz, de rostro raso enjuto, de mirada penetrante En mitad del camino de la vida; hogar de nuestros padres, de las mara Como una espada y tan temida acaso, villas de la paturaleza o del arte, de y de las tres espantables fieras que sa.
tantas cosas con que soiamos suspi. según nos lo ha descrito un gran poeta len a estorbar al hombre el ascenso rando, sin esperanza de verlas nunca; de puestra lengua, digno de compren. por el collado salvador y en todo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica