Violence

Repertorio Americano 369 PARAFRASIS. son los libros, el estudio, el trabajo. Su característica es la franqueza.;Viste con sencillez. Como todos los (De unas prosas de RUBÉN Coro. hombres que viven de su trabajo, no se ocupa gran cosa de su persona. Por ALBERTAZZI AVENDAÑO Ya lo dijo un célebre escritor hispano. Hay que ser o aristócrata o vago para. y en qué lengua confusa y misteriosa tener tiempo de vestirse mucho. Es volcó su corazón en ese verso!
más bien bajo que alto, y. Arriba el cielo es un jardín de estrellas Ella, impensadamente. iBueno, ya me tiene usted a sus y abajo la laguna, es un espejo siguió pasando páginas. Los dedos donde palpitan ellas órdenes. exclamó el licenciado Vas.
sujetaron de pronto una en que había lágrimas de oro en límpido reflejo. una estrofa ilustrada: un fragmento concelos. iAcabé!
De la laguna al borde, dos amantes.
de ventana, y sobre ella, Dejé de tomar notas.
El va diciendo, conniovidamente, como sonrisa de un amor, un tiesto Muchas gracias.
su amor, y sus palabras susurrantes coronado de flores, y en un ángulo tienen lumbre de estrella. Dolcemente Digame lo que desea.
una tela de araña. Oh! el recuerdo!
ella posa la sien encantadora en ella olvidado. Deseo que me conteste algunas sobre el hombro amoroso, y su pupila descolorido, había un ramo seco preguntas para publicarlas en mis se entretiene en la lumbre embriagadora atado por un lazo. Indiscreciones, del próximodomiogo.
que tiembla en el azul de la tranquila Tratamos ambos de entender el verso Con mucho gusto. Pregunte usted superficie del agua; y en la lilera que estaba ante nosotros, pero en vano; de puntos luminosos que encendia ¿qué pretendían significar aquellos cuanto quiera.
una constelación, la compañera sigoos desconocidos. Cree usted, doctor, que la ciendetuvo su mirar, le parecía De pronto, al contemplar el ramo seco cia llegue algún día a descubrir «algo. que ellos eran, después de la amorosa que quién sabe qué mano atara no día charla de los recuerdos afectivos, alguna substancia, alguna inyección para fijar la huella de un recuerdo, como en págiva trunca, la borrosa pareció que aquel verso, traducido hipodérmica, que nos haga invisibles sucesión de unos puntos suspensivos. por algún milagroso sentimiento, a la luz del día. Acaso le parezca iba entrando a nuestra alma absurda esta pregunta?
II por la senda de luna de un ensueño. No, nada de eso. La ciencia, ami.
Hablaron nuestros ojos, En una humilde flor nuestros labios se unieron, go mío, no descubre y no puede des.
de cardo punzador, y así unidos, al beso de dos almas, cubrir más que juguetes de relativa libó la abeja miel; pudimos descifrar todo el misterio utilidad. La ciencia es una sisteniati.
guardó la espina cruel y toda la belleza que encerraba zación de los conocimientos que obtesu encono, y en vez de él el vaso de aquel verso pudo aquella llevar de extraño idoma y al que algunas manos nemos por medio de los sentidos; y su miel al colmenar.
consagraron, en hora de contento, los sentidos son la parte más torpe, Lo amargo del vivir las flores de un amor quizá olvidado la zona más limitada de nuestra natuhizo de mi existir atadas con la cinta de un recuerdo.
raleza; de aquí que todo lo que es pura. un cardo punzador.
Dulce abeja de amor, ciencia es por ello mismo limitación, Agosto, 1920.
de mi oscuro dolor pequeñez y, desde el punto de vista guarda mi pecho fiel del espíritu, trivialidad. Los sentidos para ti rica miel. Le interesa la vida se redimen cuando contemplan la na.
III y la obra de Bolivar?
turaleza a través del soplo del espíritu; entonces crean arte y se contagian Estábamos los dos junto a un estante Lea Ud, el tomito Bolívar, brillante de lo divino cuando analizan friamente de libros olvidados y dispersos, estudio de Hispano, en el 21 de y ella tomó al acaso, de entre todos, las EDICIONES SARMIENTO.
y catalogan, hacen ciencia y pueden uno forrado en cuero Remítanos 00 y a vuelta de entonces, guiados por el ingenio, descorreo se lo mandaremos.
que no pudimos entender; quién sabe cubrir leyes y descubrir curiosidades.
qué poeta extranjero La invisibilidad de los cuerpos duros no es un imposible y el descubrimiento de la manera de lograrla no tendría ENTREVISTAS mayor importancia que la de otros des.
cubrimientos similares; se descubrirían también maneras de hacer visible lo relativamente invisible y sucedería lo que sucede siempre con las cosas científicas que no salen de un círculo POR WENCESLAO BLASCO limitado de antemano por el alcance reducidísimo de la mera percepción CABABA yo de entrar en el despa ciado Vasconcelos, no, necesita de sensorial y el poco menos, pero en cho del Rector de la Universidad biografías. Vive aislado de las hu. realidad limitadísimo, alcance del jui.
Nacional.
manas vanidades, consagrado a sus. cio de la razón. Ni la percepción, ni El señor Vasconcelos me invitó: libros y a su rectoría. primera vista la inteligencia atinan con el secreto Siéntese usted. Permítame que parece, antipático. Mas este juicio del mundo. Sólo el juicio estético, la firme todas estas cartas. Es cuestión bay que rectificarlo cuando se le trata. intuición de la belleza es en todos in.
de cinco minutos. Es hombre afable, amigo de sus nato y clarividente. La verdad no se mientras que don José Vasconce. amigos y servicial. Raro es el caso revela pensando, sino soñando.
los, sentado a su mesa de trabajo, en este ambiente social que nos rodea. en la inmortalidad del alma leia atentamente y firmaba rápida. de envidias y odios. Pensador pro. cree usted?
mente las cartas que a su aprobación fundo, filósofo, idealista. Algo vivo Si señor. Cómo no he de creer le sometía su secretario particular, de genio, sabe defender con certeza y en la inmortalidad del alma! Es más, escribía yo en mi cuaderno de notas: a veces con violencia, lo que cree o lo estoy seguro de ella. la cuestión (Apuntes para una entrevista con que siente. No tiene vicios, que yo de creer o no creer en la inmortalidad Vasconcelos. Muy conocido el licen sepa, y si los tiene allá él. Su vicio depende de cierta calidad intima, de Con el Licdo. José Vasconcelos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica