154 917 Repertorio Americano derse el tráfico algunos instantes en castigarlo, es frecuente que o le pro en el agujero, y estaba precisamente inuy transitadas arterias de las grandes porcionen dinero para su entrada, o echando su cabeza hacia atrás con urbes norteamericanas, para que pase simulent no advertir la falta del chi. la más celestial sonrisa en la cara, sin peligro uo piño, isu majestad el quillo.
cuando, de repente, quedó paralizado niño!
Los jardines de niños son la mejor en la actitud de quien escucha, desvaLa fe absoluta que el chiquillo esta. escuela que puede ofrecérseles, En Deciéndose gradualmente la soprisa de dounidense tiene en todos los seres ellos aprenden las leyes elementales su rostro como el aliento sobre la pu.
que le rodean, aún aquellos ajenos a de todas las ciencias, Como la natura lida hoja de una pavaja, y sucediénsu familia, forma en él actitudes de leza ha previsto que en los primeros dole la más rara actitud de sorpresa.
espíritu que le son habituales el resto años de su existencia el ser humano Después dijo. Cówo! ido la oſ caer!
de su vida y a menudo lo llevan al deba caer, al andar y al correr, al Aplicó su ojo en el agujero, nuevatriunfo. No ha tenido que temer el hombre le toca procurar a la infancia mente, y echó una larga mirada; alzó Tigor de sus padres, la indiferencia para sus juegos un lugar en que el la cabeza y la movió; pasó al otro lado casi hostil de los extraños, la palmeta piso sea clementemente blando, de are del agujero y echó otra mirada desde del maestro, las amenazas pavorosas na suave y floja que no lastime el débil ese sitio; volvió a balancear la cabeza.
de las pilmamas, el maltrato de las cuer pecito. puesto que de cada hecho Consideró la cosa un momento y a personas seriasy, etc.
que el infante observa, aún el más hasta después se puso a observar los Aun las insignificantes transgresio nimio, deduce una ley, en los parques detalles; camino varias veces en redor pes de los chiquillos a los reglamentos adecuados se les proporciona ocasión del agujero, espiándolo desde todos de policía, son vistos allá con una le de advertir cuanto se enseña a su ima. los puntos cardinales. De nada le sir.
nidad que no se opone a la tarea ginación absorta principios elementa. vió. Tomó ahora una actitud peasacívica de inculcarles desde la infancia, les: el movimiento, la variedad del tiva, en la cresta del techo, y se rascó el debido respeto a las leyes ya los color, la frecuencia de un mismo acto, la parte de atrás de la cabeza durante deberes ciudadanos. Por ejemplo, suele la diversidad y la unidad en las flores, un minuto con su pata izquierda; finalsuceder que los piños pobres se asomen los árboles y las mariposas.
mente dijo: Bien; esto es demasiado por las rendijas de las vallas que limi. La galantería de la colonia norte para mí; eso es lo cierto; seguramente tan los campos de juego de pelota, americana, es una colaboración muy que es un enorme agujero; sin empara presenciar los partidos sio pagar estimable y plausible en la obra que bargo, no tengo tiempo de andar como su ingreso a las tribunas; y aunque los hoy tratamos de realizar en favor de un loco en derredor de él y debo ir policías vigilan el local para impedir la raza. Por ella, cuya representación rectamente al negocio; me parece que que goce del espectáculo quien no pa. más genuina es el niño mexicano, que eso es lo debido, suceda lo que suceda.
gue su boleto, al ver a un niño que damos muy reconocidos a tan nobles Así, pues, voló y trajo otra bellota ansiosamente espía juego, hast amigos.
dejándola caer en el agujero y trató olvidarse de que el guardián podrá (Excelsior, México, D, de poner su ojo en el suficientemente aprisa, para ver lo que sucedía con la bellota; pero por más que hizo po fué suficientemente aprisa. Mantuvo su ojo pegado al agujero por un miouto; OS después se levantó, suspiró, y dijo. Maldita sea! no entiendo lo que sucede; sin embargo, no he de ceder.
Trajo otra bellota y se colocó de la mejor manera para ver lo que sucedía con ella, sin lograrlo. Entonces dijo: Diablo! nunca había topado con un agujero como éste; mi opinión es que se trata absolutamente de una nueva POR MARK TWAIN especie de agujero.
Después empezó a enloquecer. Se le UANDO comenzaba a entender co Al hablar, la bellota se le cayó del figuraba que era cosa de hechicería y rrectamente el lenguaje de los pico y rodó techo abajo, por supuesto, caminaba de arriba abajo de la arista grajos, we sucedió un pequeño inci. pero sin que le importara nada. Toda del techo meneando la cabeza y murdepte. Hace siete años el último babi su atención estaba en la casa que se murando no sé qué cosas; pero, por tante de esta región, salvo ini persona, había encontrado. Era el agujero de fin, sus sentimientos gabaron la par.
la abandono. Allí está su casa, vacía un oudo de la madera, en el techo. tida y se soltó echando ternos y maldesde entonces; uoa casa de troncos El grajo movió su cabeza hacia un diciéndose en su propia cara. Jamás con un techo de tablas; una gran es lado, cerró un ojo y colocó el otro en había visto a un pájaro tomar a pechos tancia, y nada más; sin cielo raso; nada el agujero, como una zorra mirando una cosa tan pequeña. Cuando se do.
entre las vigas y el piso.
en un botijo; después miró hacia arriba minó un poco, camino hacia el aguBien; un domingo en la mañana es con los ojos brillantes, alzó dos o tres jero y volvió a espiar por medio mitaba yo sentado aquí enfrente de mi veces las alas lo cual significa alegría puto; entonces exclamo: iBien, eres cabaña, tomando el sol con mi gato. y dijo. Parece un agujero; su colo. un gran agujero y un agujero promirando las colinas azules, escuchando cación indica que es un agujero. fundo, y, de cualquier manera, un el murmullo solitario de las hojas en imalhaya si no creo que es un agujero. agujero verdaderamente singular; pero los árboles y pensando en mi casa, Después ladeó nuevamente la cabeza se me ha puesto en la cabeza llenarte, allá en los lejanos estados, de la cual y echó otra mirada. Esta vez se mos y ique me cuelguen si no te lleno, así do había tenido noticias en los últimos tró perfectamente gozoso, movió de la me lleve cien años la tarea!
trece años, cuando un grajo azul se misma manera alas y cola, y dijo. Oh, con esto se largó. Jamás habréis posó sobre la casa con una bellota en 010, no es muy grande, estoy seguro! visto trabajar tanto como a éste, a un el pico y dijo. Hola, me parece que Así, pues, voló hacia abajo, cogió la pájaro, en toda vuestra vida. Se pegó me he encontrado algo!
bellota, la llevó arriba y la dejó caer al trabajo como un negro, y la manera CUENTOS DEL REPERTORIO El granero del grajo azul. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica