REPERTORIO AMERICANO Editor: GARCIA MONGE ges TOMO III SAN JOSÉ DE COSTA RICA, LUNES DE DICIENBRE DE 1921 No 14 15 José Ortega y Gasset POR FELIX LIZASO A1 aparecer el primer número de El Espectador, esperado ansiosamente, nos eran familiares las «Meditaciones del Quijote y el libro «Personas, obras, cosas. que reune los primeros y mejores artículos dispersos de Ortega y Gasset.
Con aquellos libros en nuestra mesa, y con un entusiasmo desbordado (Ortega y Gasset fué leído con verdadera fruición durante unos meses en nuestro pequeño grupo) hicimos gran parte de estas apuntaciones, que después ampliamos mientras leíamos el segundo número de su publicación. No hay en ellas, en su mayor parte, sino unas pocas ideas del mismo autor y algunas divagaciones a su margen tomadas del conjunto de su propia obra; pero que en ella tienen relieve primordial. Hubiéramos querido que, dispuestas de cierto modo, se destacaran, haciendo resaltar alguna particular manera de sa copioso pensamiento. la vertiente que en él se refracte; y El Espectador no se contenta con una suma de todos los aspectos indi. mirar, en el sentido platónico. que viduales, pudiera considerarse como es sobrepasar nuestra limitación. Mira, JOSE ORTEGA GASSET una interpretación de la Unidad. Afa y cuanto ve se filtra y depura por un Visto por COLUMBA narse en precisar cuál sea para poso caudal de conocimientos anteriores, tros la sombra mística que seres y co(Veroux, Buenos Aires, 1916. para al fin esplender en amorosa medi.
sas proyectau sobre el mundo, sobre tación. La forma tangible de esa medinuestro mundo, y proponer interpre. tación, es lo que piadosamente nos EL ESPECTADOR taciones, será acercarse a la Verdad. ofrece.
e prolongan vanas discusiones en El Espectador conoce cuantas interEL MONASTERIO DEL ESCORIAL el ágora, y vidas enteras se pierden pretaciones han dado los hombres al agotadas en perennes propósitos. Todo eterno enigma: la empapado su espí. TODO espectador supone un espec.
lo consume la plaza pública: el divino ritu en la filosofía griega. fuente de táculo y un punto de contemplación.
tesoro de la juventud y el privilegio fortaleza, porque le putre con el vigor (Aunque la vida no es un espectáculo, inmarcesible del pensamiento. Se an puro de su esencia pristina y aviva en surge el modo espectacular de vivir al quilosa el mundo bajo el imperio de la él la luz flamígera de la inquietud in ponernos en relación inmediata con política: lo útil como lo verdadero, telectual. Pedro Henríquez Ureña. las cosas, y sólo como tal puede pre.
luego la mentira. del utilitarismo Confiesa haber vivido varios años bajo sentársenos. Una inteligencia perfecta como pensamiento, surge una llawada el influjo de Platón, maestro de la sabrá buscar su sitio en el universo, filosofía de lo práctico el pragmatismo ciencia de mirar. de Platón ha ex. su único sitio insustituible, hacia el que sólo con William James puede traído, naturalmente, un misticismo cual convergerán todas las perpectivas aparecer dignificada. El pensamiento desbordante, que cruza por sus medi. circundantes. Presumimos que gran «queda reducido a la operación de bus. taciones como un soplo vivificador. número de fracasos se han originado car buenos medios para los fines, sin Misticismo es clara visión espiritual en la falta de la única y propia situapreocuparse de éstos. de las cosas y los seres, insinúa un ción. De donde la historia de muchos Espíritus voluntariosos van a la so. supremo crítico de América, Manuel fracasos sería la historia de una má.
ledad en busca de refugio; posible será Díaz Rodríguez, en su «Camino de quina descentrada.
que con la paz del espíritu les llegue Perfección.
El hombre que se sitúa allí donde un poco de sabiduría. Así El Especta. en sus primeros tiempos, según es más propio su ritmo cordial, y en dor fuese a la soledad, y la soledad el propio Ortega y Gasset nog dice, todo lo circundante encuentra como sensibilizó prodigiosainepte su alma los libros de Renan hubieron de cal. un complemento a sus ansias y hasta joven, colmándola de innumerables in. marle ciertos dolores metafísicos que un contraste inevitable puede creer quietudes. allí elevó su promontorio acometen a los corazones mozos sensi. que ha descubierto en el espacio sti de visionario, sobre los campos de la bilizados por la soledad. Esta influen. piedra angular. Su palabra nos llegará política. Promontorio expuesto a todos cia de Renán es potoria, y en sus pri siempre como retumbando desde aquelos vientos, a los grandes vientos del meros ensayos se asemeja a aquel gran lla colina imaginaria hasta introducirse cosmos. y no torre de marfil. de espíritu, semejante a Platón, según el o rebotar en nuestro corazón. Es así donde se contempla ampliamente el juicio de Brunétiere. No se trata de interesante observar cómo la mayor espectáculo de la vida, tal como desde filosofías sistemáticas los tiempos de parte de los hombres representativos allí puede aparecer. Del gran Todo los sistemas han pasado ya sino de se nos aparecen siempre en una particu.
parten innumerables vertientes que aisladas meditaciones, ya, sobre temas lar actitud, con la cual, esparciendo su van a coincidir en la conciencia de de alto rumbo, ya sobre motivos hu mirada, han sorprendido el chorro rau.
cada ser. Cada cual tendrá una visión mildes. Todas, sin embargo, están do de la vida. Sócrates (a través de distinta y particular de la vida, según unidas por un lazo de amor, Platón) nos parece como que cazara sus Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica