Repertorio Americano 313 no obstante, cierta amplitud interpreRéplica de Guillermo Valencia tativa al respecto. El doctísismo Capa don Lope de Azuero many en su poco conocido Arie de traducir el idioma francés al castellano, escribió: En cualquier arte, el original (Finaliza. Véase el No 21. se ha de mostrar en la copia, y en el de traducir, ésta debe siempre ser Con menos suerte he salido en mi ser aludido siquiera tratándose de sus fiel al sentido, y si es posible, a la calidad de traductor, baja misión en versiones. Si de treinta millones de letra del autor. Los autores tienen sus tu concepto y que rebaja la condición franceses, en Francia sólo reciben ese buenas y malas cualidades, y éstas, del poeta, no obstante haber sido labor honor cuarenta individuos, entre los como su carácter, deben conservarse común a los bardos de todas épocas. varios millares que encoblecen su. en todas lenguas. Muchos prefieren Para no hablar sino de nuestra España, patria como literatos. quién, fuera la traducción libre, y tienen razón, omitiendo ingleses, franceses, alemanes de ti, sería capaz de procurarme el porque es más fácil desfigurar el origie italianos, huélgome en recordarte ambicionado asiento académico a mí, nal, y aunque menos glorioso, es penocomo traductores de poesía italiana a poetastro minúsculo y uno de tantos sísimo representarle con fidelidad. Arnao, Baráibar, Balbuena, Bartrina, pericos bullangueros de la América Cuando de Hugo se trata, se recuerda Bello, Blasco, Boscán, Bretón de los tropical? pesar de que aquella nación la Oración por todos, de Bello, consiHerreros, Cabanyes, Calcaño, Caro, perilustre pareció notificarse de mis derada como traducción de la de aquél, Coronado, Costa y Llovera, Espron. pésimas versiones de sus bardos, la lo que es inexacto. El trabajo de don ceda, Hurtado y de Mendoza, Gallego, que tú tanto desdeñas, pues nó a otra Andrés, estimado por esa faz, es al Garcilaso, Gómez de Avellaneda, Gó cosa pudiera atribuírse mi elección original lo que las variaciones musi.
mez Restrepo, Góngora. González (el como Miembro Correspondiente en el cales al motivo que las inspira. Bello original Fray Diego. Hartzenbuch, extranjero de la Societé de Gens de. parafraseó, amplificó, imito, refundió el divino Herrera, Iriarte, Jáuregui, Lettres. iSi serán ironías de los com o completo pensamientos de Hugo; Fray Luis de León, Lista, Lope de patriotas de Voltaire! Cuando pienso seleccionó imágenes, traspuso ideas Vega, López de Mendoza, Meléndez en tu declaración de mi igporancia en contenidas en otros cantos del enorme Valdés, Menéndez y Pelayo, Monte el idioma de Fenelón y en el de Dante, bardo; injerto querellas íntimas y Mayor, ambos Moratines, Palacio, Que no puedo menos de darme a lamentar suprimió capítulos enteros, al volver rol, Quevedo, Quintana, Somoxa, Fran. tánto tiempo perdido que me cubre de. el original. En cambio, don Fidel cisco de la Torre, Torres, Valera de la vergüenza. Cinco mortales años estudié Cano virtió a nuestro idioma con Vega, Zorrilla, etc. Largo sería el catá lengua francesa con literatos de ese eximia pulcritud y muy ceñidos plielogo de traductores hispanos, antiguos país; visitélo tres veces; escuché sus gues, aquella misma poesía. En la y modernos, de poesías exóticas. Sin profesores, frecuenté sus teatros; du. primera está Bello en relieve, con sus este ejercicio saludable y humilde, rante treinta y cinco años he leido sus excelsas condiciones de estilo; en la cerradas estarían para los mortales sabios, sus literatos, sus periodistas, otra se transparenta Hugo, en su insque no tengan el dón de lenguas que y al cabo de labor tan larga, y a pesar piración huracanada y su magpificen.
tú recibiste, los tesoros de extrañas de la «facilidad de asimilacións que cia indiana. Bello hizo con Hugo lo literaturas. Ya vez cómo entre los me reconoces, ignoro aquel idioma mismo que los poetas latinos, con los traductores castellanos de poesía italia. como cualquier destripaterrones del griegos, y nuestros clásicos del Siglo na figuran vates gloriosísimos que Poitou. Ioiciéme en la lengua de de oro, con los bardos latinos; tallarlo creyeron neciamente no amepguar su Ariosto sobre las rodillas paternas: como gema a su propio arbitrio, y personalidad vertiendo al español y (texto, el de César Conto) ha ya cerca engastarlo caprichosamente a su gusto.
pensaron, cándidos, que enriquecían de ocho lustros, y ni aun superando a Eso será todo, menos traducir. Así es así el idioma y prestaban a las letras Annunzio en la traducción de sus casi, casi, el modo usual del plagio.
muy valiosos servicios, y si esto debe versos he ballado gracia delante de ti. Audacia sería negar su condición de rectamente pensarse de aquellos pró Estas deficiencias lugendas tórnapse obra perfecta a la del gran americano, ceres que poseían de veras el dulcísimo insoportables cuando te oigo proclamar pero la misma distinción y pureza que idioma, qué no he merecido yo, si que a fondo sólo sé el castellanos. allí resplandecen, alejan grandemente ignorándolo lastimosamente, he sido fondo. Qué pensarían de ti y de mí, la copia, del original. Bello es la pulosado a la versión, y lo que es más en examen de comprobación, el Padre. critud, la proporción, el equilibrio.
grave todavía, hasta a superar, según Baltasar Gracián, don Gaspar Melchor Hugo, la inspiración desenfrenada, afirmas, con mi traducción, una obra de Jovellanos, don Andrés Bello y don gigantesca y sin medida.
maestra del mismísimo hijo de Pescara. Rufino José Cuervo, que sí supieron a Cuando se vierte a Heredia o a a propósito: teníamos entendido, fondo la lengua de Castilla. Así son de Annunzio, cuyos versos prolijaantes de tus definiciones, que para raras tus complacencias, oh Pontífice! mente labrados son verdaderas joyas, traducir se necesita más conocer y Todo tu fiero préambulo sobre mis el mismo pulimento, la exigencia dominar la lengua a que se vierte que versiones lleva al lector de la mano aristocrática del vocabulario original aquella de que se traduce. Bastanos hasta Waterloo, Waterloo, Waterloo, ayudan al traductor. Con Víctor Hugo precisar el sentido del original, me. maine plaine.
ocurre a la inversa. Entre el autor de diante el concurso de «audacia y dic. Víctor Hugo cantó allí una expia La leyenda de los siglos y el de Trofeos cionario. cuando no se hallen a mano ción, que me alcanza a mí también media diferencia análoga a la que se amigos complacientes, para adueñarnos por concomitancia de traductor. Esa advertiría entre la Fuente de Neptuno del tema: el resto es obra del traductor versión te ha revelado mi desfalleci del jardín versallesco y el descomunal que en el acervo de su propio idioma miento mentalo, por lo insignificante, Amazonas. Como el gran río, la poesía debe escoger las fórmulas que con más pesada, aburridora y opaca (traduttore, de Hugo arrastra de todo: oro, flores fidelidad y esplendor traduzcan el traditore. monstruosas, delicadas orquídeas, tronajeno pensar. Mas, infortunadamente, Para la Crusca, traducir es «expre cos informes, lianas, cadáveres, hoja.
tú no piensas así al enseñar que quien sar en una lengua lo que se ha escrito rascas y no poco eno. Filtrarlo es imno pueda conseguir sillón académico o se ha expresado antes en otras; posible, por tratarse de un mar. Aquella con el manejo de una lengua, no debe acepción recta del vocablo. Adviértase, poesía como las mangas del Diluvio. Este documento popiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica