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Repertorio Americano esa MANUEL MAGALLANES MOURE Es que, cualquicra que sea la forma que ren han tenido un prolongado período calladamente vive. De tarde en tårde vayan tomando los estados modernos, de dominación, y no lan impedido el canta, y es como si un pájaro, conlos hombres que los formen estarán fenómeno de que nos lainentamos. fiado en la soledad ambiente, se detucada vez más distautes del ideal de los eso que entonces no encontraban con viese un momento en él. luego jesuítas.
trasto. Cómo han de realizar hoy el queda largo tiempo mudo, con No iguoro que hay entre nosotros milagro que no pudieron en la pleni. mezcla hermosa de tristeza grande y personas de graui cultura y respetabi. tud de su poder e influencia?
de oculta bondad, que sólo ostentan lidad, quienes opivan que nuestro Cuando el cielo se cunogrece y el los árboles que crecen aislados.
pueblo necesita disciplinarse, y que es trucno rctumba; cuaudo se desprende Su casa está cerca de la plaza. Es forzoso buscar el sentimiento de la fulgurante el rayo, no va cl hombre una casa baja, sencilla. Por los cristadisciplina en donde se encuentre. Par de lioy a buscar amparo en vanos si les de la mampara se divisa un patio ten de un lieclo cierto; pero le aplican mulocros, sino acude a los instrumeni. sombrío y un peumo frondoso. Espe.
o pretenden aplicarle un remcdio cuya tos protectores que ha puesto a su ramos largo tiempo, y no acude na.
inutilidad ha probado la experiencia. alcance la ciencia perseverante, su die. Volvemos a llamar, golpeando Muchas cosas puede hacer el hombre; única cmancipadora.
con 109 nudillos en los cristales. Se pero no remontar el curso del tienipo.
escucha, profundo y denso, ese silenEsas instituciones a que ellos se refie IIabava, 16 de febrero, 1914.
cio scdante de las ciudades pequeñas.
Acude una sirvienta, y sabemos que el poeta yo está en casa. Salió nos dice. Volverá pronto. preguntamos. iQuién sabe. dónde iría?
POR PEDRO PRADO No dijo donde.
Manuel Magallanes Moure, un hom.
STAMOS en Santiago. Es tarde. Sí, esta es la plaza. Verdad que es bre más bien alto que mediano, siem.
Falta poco para que el sol se pon. bella con sus olmos añosos, sus ligus. pre vestido de negro; con su enorme ga. Quieres, lector, que laganos una tros sombríos y su fuente oculta en la y combada frente plácida y, hasta visita al poeta?
cspcsuro? Aquella estatua es la de don ayer, poseedor de una grande y serena Se sale de la capital, lentamente, barba negra; con sus largos silencios, por la calle de Gálvez; la inás estresu bondadosa atención, la fugaz chis.
cha, tortuosa y antigua del barrio sur.
pa de ironía de sus ojos pardos y pe.
Luego de torcer dos o tres veces, el queños, su reir callado, sus frases tranvía salc veloz a una amplia avc.
vagas y breves, siempre euvueltas en nida. Hay un liospital modelo, una humo de cigarros, deja una impresión iglesia parroquial y, dispersos, olmos confusa de quietud o de misantropía.
viejos y hermosos. Desfilan las granTarde, sólo al conocerlo íntimamente, jas, los parques señoriales, rilievas po.
sabes que todo aquello es dolor callado.
blacioncs, viñedos y tierras de labor.
Es ese sufrimiento hondo y constante Sc divisan las cúpulas del Observatorio de los grandes y limpios espíritus Astronowico de Lo Espejo, los banga.
ros del Aeródromo del Bosque, y lle.
El amor en la juventud presta audaganos, por fin, a pleno campo.
cia; en la edad madura, ese fuego Desde el camino polvoriento, inetido siempre encendido, es melancólico y entre parodones de adobón y lindes adusto como la luz de un faro. El rumorosas de álamos que, en otoño, torrero que la enciende, porque ve cru.
brillan como graudes llamas, se divi.
zar lejos los buques iluminados en la sa la enorme Cordillera de los Andes.
noche, cree que en ellos alienta y Ya el sol se lia puesto. Pero aun, por pasa la alegría.
largo tiempo, alumbrará las altas nieMás que otros solitarios, este poe.
ves incendiadas. Nada hay más bello, ta es un ser esencialmente contew.
nada más lleno de sugestión y de plativo. No tiene, ni ejerce profesión grandeza que este espectáculo coti.
o trabajo alguno. veces, por largos diano. Is imposible que un pueblo que intervalos, escribe. Pasa después cioco cada día se ve envuelto en este immeuo seis meses, en plena Cordillera de so fulgor despedido por su propia tie.
Los Andes, en El Melocotón, un lurra, y quie tiene todo un horizonte MANUEL MAGALLANES MOURT: garejo perdido al amor de las aguas abierto hacia el inar, y el otro Inuzado despeñadas del Maipo, eu un valle tan hacia In altura, no encierre nu porvc. Domingo de Eyzaguirre, fundador angosto, metido entre tan enormes nir de accióu y pensamiento.
del pueblo e iniciador del canal que montañas, que el día es tres horas más El tranvía acorta la marcha y peue. viniendo del río Maipo, ricga todas breve, y eterna la noche, toda rumor tra, lento, a una ciudad silenciosa, de las ricas tierras que se extiendeni, por y solemnidad.
casonas nunplias, sombreadas por enor. leguas y leguas, al sur de Santiago, Allí, cou su caja de pinturas, dis.
wcs árboles, bafindos los troncos en el antes rulos tristes y pedreros.
curre sin prisa y pinta picachos neva.
inurmullo de aguas corrieutos que re Pasarán los años y aquí, en esta dos encendidos por el sol poniente; la flejan las últimas luces crepusculares. plaza, se levantará otro monumento, sombra que sube azul por los agrios Te encuentras en la ciudad de San tal vez más pequeño, acaso escondido faldeos; las nieblas que ocultan las Bernardo, ciudad fundada eu febrero al lado de la fuente. Será el de Ma quebradas y cañadones; o bien, cuando de 1821, a la cunl, pocos años des. nuel Magallanes Moure, el poeta que la noche se anuncia, esas pequeñitas pués, se le dió este nombre cu bouor defeudió los árboles de esta ciudad luces eucendidas eu algúulejnoo rincón de Bernardo Higgios.
apacible, donde, al igual de ellos, de las solitarias sierras, luces de leñaamorosos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica