242 Repertorio Americano Palas Atenea En el canto (versos 733 747) de la Ilíada, Homero Visión de la tarde EO ESCOBAL, Costa Rica.
describe a la diosa Atenea armada en guerra, de acuerdo con el tipo ritual que seguramente Fidias adoptó.
para su famosa estatua de la Promacos ateniense. Es cuando Hera la ha invitado para acudir en socorro de los griegos. Mientras aquélla ata el carro de combate, Atenea pertréchase a la puerta del Olimpo. He aquí los versos famosos que inspiraron el fervor, el heroísmo y la belleza de la Antigüedad:. En tanto Atenea, hija del dios portaégida, echa sobre el umbral paterno su velo bien labrado que sus manos tejieran, y luego se ha ajustado el arnés del nubígero dios, que así se pertrecha para la guerra aciaga; y a la espalda ha cargado la fiera y floqueada égida que el Espanto corona.
Ea ella están la Fuerza, la Discordia y la atroz persecusión, y la horrida testa de la Gorgona, monstruo feroz, prodigio del portaégida dios.
Armase la cabeza con una aurea celada de doble penacho y de cuádruple carrillera, que a los infantes juntos de cien pueblos cubriera. montando al brillante carro, ase la pesada, ingente y recia lanza con que a tanto valiente rinde, si en contra suya se irrita prepotente.
LEOPOLDO LOGONES Después del día de calor infernal la tarde clara y el crepúsculo violeta.
Por el camino donde sueñan los hilos de acero se oye venir el largo chirriar de las cigarras, chirriar metálico torpemente ahogado por la frescura de la tarde.
Como el sol ya se pone, la vía férrea reverbera su último adiós nostálgico que recuerda la agitación de la vida moderna.
Ya el lucero iba a romper con audacia el manto multicolor de la tarde cuando salimo s: teníamos por delante la montafia; pensábamos subir, camino al norte, hasta la cumbre, por visitar el rancho donde habita una pobre familia; por sentirnos orgullosos sobre el vientre gestatorio de la tierra; y por dar así al espíritu la ocasión de engrandecerse ante el soberbio espectáculo.
Miramos a lo alto y nos estremecimos: arriba palpitaba la alegría del triunfo, y en el atajo angosto y tortuoso y vertical como una arteria, se arrastraba la congoja.
Nos miramos. Sentí palpitar su corazón. emprendimos el ascenso.
Sobre el flanco, persiguiendo la conquista que nos engañaba tras cada vuelta del sendero, hubo frases de vigor y de protesta, de cansancio y de renovación.
Todo el vigor de la juventud que se siente; la protesta de la raza; el cansancio a cobardado; la renovación. Los ojos no se alzan sino para ver otros ojos; o para tomar nuevos bríos viendo la cumbre; o para descansar viendo los valles donde las columnas de homo, junto al roble que parece una inmensa flor entre los arrozales segados, nos hablaban de la vida feliz del hogar.
Mientras tanto la caricia tibia del sol se metía en los poros y cada gota de sudor era un diamante.
Las almas sentían libertad, y de la inano recorrían los valles y posaban en las cumbres.
El corazón de las montañas se adormía ecbado sobre sus minas y sus potencias al sentirnos pasar. en la cumbre, llegando a la casa, al rancho pajizo donde íbamos, ante el cuadro de miseria y de felicidad conforme de aquellos oscuros habitantes, vimos el claro lucero libre, puro, enorme, que nos sonreía por entre las paredes de troncos de la choza al platear las piedras del fogón.
SALVADOR UMABA Febrero de 1921.
El gran poeta favorece nuestras páginas cediéndonos la traducción de esos versos homéricos que describen el aspecto bélico de la diosa cuyo nombre ostenta esta revista. Es el segundo fragmento de La Ilíada que entrega a la publicidad: Oportunamente celebra.
ronse sus versiones de La Odisea, brillante e insospechosa revelación de una nueva faceta dentro de la poliédrica actividad inteleclual del maestro.
Reproducimos a continuación las aclaraciones técnicas en lo referente al verso únicamente Con que el señor Lugones ilustrara el procedimiento empleado en la versión de La Odisea, puesto que debe necesariamente ser el mismo para ambos poemas. Dijo entonces. he adoptado el verso alejandrino por mayor propiedad rítmica, al ser dicha forma, según creo, la transformación del exámetro en las lenguas romanas. La elección del endecasílabo fué, a mi entender, un desacierto de los retóricos cuando hubieron de trasladar el exámetro, más largo de un tercio por término medio, y no debió ser otro su objeto que evitar la rima, eterno escollo de la impotencia preceptista; pues si el verso antiguo no tanía rima, el nuestro no existe propiamente sin ella.
La novedad de mi trabajo reside, pues, en la ocurrencia de emplear el alejandrino rimado para la traducción, aunque sin adoptar estrofa determinada (tampoco la hay en el poema, como es sabido. lo cual así facilitó mi tarea, como el movimiento y la variedad de la composición. El lector verá que no por ello me he entretenido con la rima, y que hasta la he descuidado a veces, sacrificando la perfección de esto que es mío a la exactitud de la expresión homérica. La Nación, 10 de mayo de 1916. De la Revista Alenea. La Plata, República Argentina. LA LIBRERIA ESPAÑOLA DE MARIA DE LINES San José y Cartago APARTADO DE CORREOS Nº 314 TELÉFONO 38 TELÉGRAFO (LINES, Acaba de recibir: Blocks para cartas, Sobres, Tintas Stafford, Davis y Carter, Pasta blanca en tarritos, Goma Por cada correo se reciben las novedades literarias españolas y extranjeras Ultima novela de Hugo Wast: Ciudad Turbulenta, Ciudad Alegre. Léala Ud. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica