Repertorio Americano 163 habría que sumar el mío por inás de que reguieren para hacerlos más prodoce años, con la «Colección Ariel vechosos en América. Que el apoyo y antes y ahora con «El Convivio. Por las simpatías de escritores y revistas dificultades económicas no he podido de América y. España no me han faldar a estos empeños toda la expansión tado, por dicha.
Paris, a 15 de noviembre de 1913 renueven sus esperanzas, que formulen sus aspiraciones, que discutan sus proyectos, que coinenten sus empresas. asociaciones similares de waestros a la sombra uo menos augusta de Sarmiento, para cambiar ideas, para comunicarse experiencias, para ensayar, para renovar ideas, para planear reformas, siempre con el punto de vista americavo, el bien de América, su progreso, su futura grandeza, su gran misión civilizadora. esto que es eficacísimo: intercambio de maestros, de profesores y alum.
110s, que visiten estos países, que en ellos vivan por un tiempo, que se conozcan, que se trasnuitan lo mejor que posean, que llevei y traigan ideas, proyectos, sentimientos solidarios, cuanto prepare la mutua comprensión, la acción mutua venidera.
Como se ve, quiero que las generaciones nuevas de América se aten cou fuertes, lazos espirituales. Que para ello han de servir los colegios y Uni.
versidades, los. Museos, las Bibliotecas, los impresos de América.
Circulación de impresos, abundan.
tes, selectos, encaminados hacia un franco y cordial panamericanismo.
Nada que despierte más interés americano, más orgullo y amor de Auérica, que los libros, folletos, revistas y diarios que hablen de América, que digan de las excelencias de América.
Estos impresos debieran circular libres de gastos de correo para que no se encarezcan. Sugiero esta medida de buen gobierno a los Ministros de Relaciones Exteriores, de Instrucción Pública y Bellas Artes de América. No hace mucho todavía circulaba, libre de gastos de correo, toda suerte de impresos de un país a otro de Centro América.
La circulación abundante de impresos en América interesaría a las Casas editoras de Londres, París, España, Nueva York, Buenos Aires, La Haba11a, Bogotá, y con ello, la posibilidad de multiplicarlos, de abaratarlos.
El editor, el librero, en América sería un admirable agente de unionis.
010, si fuera, además, profesor, escri.
tor o periodista que diera a sus actividades cierto carácter misionario, expansión altruista y no se preocupara tan sólo del exclusivo negocio. Afortupadaviente el librero, el editor, la revista, con propósitos de cultura ya va abriéndose campo en América: Ejemplos: Blanco Fombona con su Editorial América, García Calde.
rón con. su Colección de Escritores Americanos. Carlos de Velasco con su Cultura Cubana. el Doctor José Ingenieros consu«Cultura Argentinar, las empresas Cultura. de México. Cultura» de Bogotá, Nosotros, y a Ediciones Mínimas» de Buenos Aires y otras parecidas. Con estos esfuerzos Muy señor nuestro: Fundada en 1914, en los primeros meses de la guerra, América Latina ha mostrado al público de lengua española los aspectos palpitantes de la gran contienda, publicando en sus páginas fotografías, autógrafos o artículos de los más eminentes pensadores y estadistas de Europa y América.
La victoria que anhelábamos consagra el triunfo de la justicia en el mundo y prepara wa era definitiva de paz.
Ha llegado, pues, el momento de ampliar y modificar nuestra Revista para que siga prestando en la paz los modeslos servicios que ha prestado en la guerra; y obedeciendo a los consejos de nuestros amigos y colaboradores, guiados sólo por nuestro ferviente america.
nismo y convencidos de la necesidad de acercamiento entre todos nosotros, hemos decidido reorganizarla por entero, para conceder mayor importancia en sus columnas a la vida intelectual, social y económica de nuestras repúblicas.
Acogeremos en sus páginas, articulos políticos, dibujos y caricaturas, crónicas literarias, notas sociales, fi. nancieras, bibliográficas, etc. que presten nievo interés a América Latina y la conviertan en la Revista representativa del progreso y aspiraciones de aquella nuestra patria latinoamericana. Ya nos han prometido su incondicional concurso los más reputtados literatos del Continente; ya 1103 llegan, con los boletines de suscripción, halagüelios estímulos para nuestra modesta pero apasionada labor. lalobra de acercamiento nos permitimos invitar a usted y rogarle que nos preste su valiosa colaboración enviándonos artículos (2. 000 palabras. sobre la vida intelectual de sil país, Le agradeceremos asimismo que se digne remitirnos sa fotografía para su pola blicación en la Revista y para nuestro musco de celebridades.
América Latina sólo puede remunerar, por ahora, a sus colaboradores con cier francos por articulo. Exchsenos usted que hagamos tenido que limitarnos a tan exigua retribución.
Ojalá pudiera usled enviarnos tanbien fotograflas de las cosas y los honbres célebres de su país para su publicación en nuestra revista.
En espera de su pronta respuesta, aprovechamos la oportunidad para ofrecer a usted las seguridades de nuestra consideración muy distinguida, De Ul. atlos.
los Direclores de America Latina GARCÍA CALDERON BENJ. BARRIOS Nos permitimos proponer a usted el siguiente tema de articulo. Cuál sería, en sil conceplo, el medio para unir más estrechamente al pals de usted con las demás naciones hermanas de la América Latina y cuál.
para estrechar más nuestros lazos con Francia?
El señorío espiritual de Francia en América es ya tradicional. Para estrechar más nuestros lazos con Francia, también valdría mucho de lo que antes sugiero para las naciones americanas entre sí.
Estudio del francés en nuestros li.
ceos y Universidades y del español en los franceses. Mutuo conocimiento de los libros y escritores famosos (la traducción del francés al castellano y vice versa. Los informes bibliográficos americanos en revistas francesas (el caso del Mercure de France) me parecen muy eficaces. Las revistas como la de América de los herinanos García Cal.
derón, la Sud Américaine que inició Lugones, debieran continuarse publicando, con el apoyo decidido de todos los buenos americanos. Sou poderosos centros de atracción; en ellos se darían cita los mejores espíritus de Francia y América, y todo esto es entrega, es conocimiento mutuo, es wutua comprensión, es préstanio, es unión, es apoyo. No blvido, por supuesto, las revistas meramente comerciales, quie también colaboran en estos propósitos, si bien con rumbos y medios distintos.
Por todo lo anterior, el nuevo plan de trabajo de la América Latina me parece excelente, digno de aplauso y de apoyo. No debe faltar en París o en Londres, una revista de tal naturaleza como no debiera faltar en Nueva York, di en Madrid. Eso está ya en la tradición de nuestra cultura y no debemos interrumpirlo. Para citar algunos El Repertorio Americano de Bello, Ambas Américas de Sarmiento, Hispania de Pérez Triana. seguir enviando estudiantes americanos a Francia. Hay una clase de ellos que a Francia no va lo bastante y debiera hacerlo: los mejores estudiantes graduados en las escuelas e institutos pedagógicos americanos. Tal práctica la tiene Chile en su política pedagógica con Francia, los Estados Unidos, Alemania. Dos, tres años, de permanencia en Francia, en el estudio de sus instituciones docentes, serían provechosísimos. Tengo mucba fe en la obra de los maestros: son ellos los que hacen las patrias, presentes y fu.
turas. Interesa mucho saber lo que piensan, lo que anhelan los maestros y profesores de una nación, porque esos sus anhelos y pensares de hoy serán los de las generaciones inmediatas de todo un país, de todo un coutinente, de toda una raza. Los maestros inteligentes y jóvenes harían una casos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica