122 Repertorio Americano U: tellano pasó al Nuevo Mundo en la la raza y del sentimiento de la propia un lazo que es la lengua: estamos en época de su mayor esplendor literario, estimación que surgía entre los pue. peligro de que los académicos, los. y que los españoles lo guardaron allí blos americanos les habría dado a los academizables, con más empeño, y con el mismo cariño filial con que los estadistas españoles de 1810 a 1825 la los escritores incapaces de sentir las peninsulares, que tuvieron y tiepen el clave para resolver el problema de la pecesidades del idioma, lleguen a sentido de la expresión clara y dono fraternidad entre los pueblos de una cortarlo.
sa, le han guardado en España de en misma raza, Faltó esa visión generosa tonces acá. Parecen ignorar que las y se deshizo un grande imperio. Queda SANÍN Cano lenguas se desenvuelven copforme a leyes conocidas o desconocidas sobre las cuales tienen apenas influjo las Academias y los cenáculos: La América Española tiene el mismo derecho de desenvolver su idioma, conforme a las pecesidades y a las influencias del medio, que tuvieron EN GUATEMALA nero, a las primeras dianas del gallo y Rumanía y Españia para desenvolver de la aurora. Es ésta upa avecita semiel latín recibido de los romanos. No NA caravana de indiecitos ya tro nocturna, muy parecida a la lechuza, es posible exigirlé a un hijo de la tando por la Octava Avenida. poco más grande que una cordoniz.
Habana, por ejemplo, que deje sin Es un trotecito suave, rítmico, avan Desde las cuatro de la madrugada o un nombre objetos de la naturaleza que zador, y no extenuante. Cuando los poco antes, comienza a llamar a nues.
no existen en España, mientras una transeuntes les dificultan el tránsito, tros campesinos, a que emprendan el determinada corporación matritense andan como nosotros; para reanudar, trabajo del día. Este pájaro, madrugano haya resuelto bautizar esos objetos.
su trotecillo, apenas hallan paso libre. dor como el labriego, de sencilla apa.
Tampoco se puede insistir en que los Las mujeres llevan sus niños, pen riencia y capfo humilde, quedaría muy americanos sacrifiquen el uso de bellos dientes hacia atrás o hacia el lado bien como símbolo de la raza india, modos de decir antiguos, todavía popu izquierdo, en una como hamaca de en nuestro futuro escudo de Centro lares en aquellas comarcas, a la decitela, que les llega hasta más abajo de América.
sión académica que los declara antila cintura. Los bebés, pacientes, ague. El trotar de los indios įviene de la cuados, simplemente porque ya no se rridos desde que nacen, se adormeceno necesidad de recorrer largas distancias?
hace uso de ellos en los pasillos de los duermen al ondular del trote maternal. Quizá no; será más bien que hallaron, teatros madrileños o en los discursos Estos indios son finos, pequeños, desde siglos, la ley del ritmo, aplicada del Congreso. España tiene veinte delgados, todo nervios. Su piel atezaa sus movimientos en las diarias y dimillones de habitantes. Hay en Amé da, mate, obscura con leve tinte róseo, latadas jornadas. Un pueblo cuya in.
rica de habla española cosa de 56 habla del aire y del sol, de la llanura dustria es ir y venir lejauamente, llemillones. Siguen algunos de aquellos y la montaña, del sueño bajo la guarda yando a cuestas su comercio y sus países. el curso de las ideas con más de las estrellas, y del caminar tempra. niños, debió, por instinto y por necediligencia que España y aplican las sidad, estudiar todos los secretos de la conquistas de la ciencia y de la expemarcha, y descubrir todas las virtudes riencia a las necesidades de la vida recónditas del movimiento musical y con más determinada previsión y con acompasado. tan adeptro fueron en más alacridad que suelen hacerlo los el conocimiento de esta ciencia mara.
españoles. Se lee más en América que villosa, que, si por acaso van libres, en España. Hay allí poetas, novelistas, sin carga ninguna, se lastran con algu.
historiadores, filósofos, que son prez nas piedras echadas adentro del cacaste, y honra de la raza. Los filólogos amepara suplir así, en una moderada proricanos de valor mundial y de orienporción, el peso habitual de sus jornatación científica surgieron a la vida das. Saben estos indios, que los órganos antes que los españoles de la misma se atrofian por el desuso, y que, por el ocupación y envergadura.
contrario, el ejercicio constante, perió¿Qué justifica, pues, esa actitud de dico, desarrolla fuerzas y destrezas superioridad que proscribe, en las increíbles; y así como Víctor Hugo tinieblas, la lengua y la producción practicaba fielmente su consigoa de ni americanas? Colombia, Venezuela, Bo.
un día sin su línea, y Edison cumple livia, Méjico, Uruguay, se ufaban a la suya de ni un día sin sus catorce horas voz eu cuello de guir humildemente de trabajo. sin exceptuar el día de su las prácticas y los preceptos del lite.
natalicio) así estos nómades heroicos rato español, a tiempo que el literato no marchan nunca sin llevar alguna español de ciertos cepáculos alza los carga, para que el cuerpo y la voluntad hoinbros y mira con ceño, por debajo no se les aflojen, y para que el trabajo de los anteojos, a: cuantos poetas, no les resulte maldición sino hábito.
novelistas o dramaturgos ejercen su Tal como su andar es veloz y su actividad al otro lado del Atlántico.
trabajo rudo, así es su descanso de Una obcecada intransigencia política, reparador y confortante. El ritmo de una ceguedad imperialista, contribu.
su carrera imprime a su sueño la virtud yeron a cortar hace un siglo los lazos de una profunda restauración, y el de comunidad nacional existentes entre desgaste diario, intenso e igual de sus España y América. Basta mirar hacia ALBERTO MASFERRER tejidos, hace que la materia de su atrás con ánimo desprevenido para.
cuerpo se renueve rápida y totalmente comprender que una visión más gene.
Secretario de la Delegación Salvadoreña las en breves años. es así como de su Conferencias de Plenipotenciarios Centroamerica009, rosa de las aspiraciones generales de reunida en estos días ca San José de Costa Rica, andar musical, fluyen calladamente su Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica