6 Repertorio Americano.
era cieros, por ejemplo, deseaban que para todo el Continente. En rigor, a pueblo, con constante preocupación fuera llamado a la capital.
Carranza no parece haberle interesado del «punto legal. Así, se empeñó en la guerra europea más de lo que le quedar legalmente justificado en todo, la caída de Madero. Madero interesaban las cuestiones nacionales y parece que lo logró en lo principal.
tomó al pie de letra algunas palabras que tenía entre manos. Le convenía Carranza se había propuesto como simbólicas del liberalisino anticuado, hacerse fuerte ante los Estados Uni modelo a Juárez, el béroe del liberaNunca ha habido en México mayor dos, y se mantuvo en constante tira y lismo mejicano, y tenía una alta libertad de imprenta que la de su go. afioja contra ellos, coqueteando con noción de su papel como presidente bierno. Nunca un gobierno ha sido una audacia que a veces pareció ver de una república en guerra; creía que más ridiculizado por toda una ciudad. dadera temeridad. Al liquidarse cuen todo se salvaría si la conducta de él La ciudad de México no se pagaba (y tas, se vió que había reducido las era justificada y firme. También te.
con razón) de buenas palabras ni de amenazas de Wilson a una vana som nía fé en la cultura, aunque no sabebuenas intenciones. Madero no bra, y que había obrado con singular mos por donde habría tomado su idea precisamente un gobernante, sino un destreza, salvando en más de una oca. de la educación pública, a baber tepiño alzado por el azar sobre la cresta sión el decoro de su gobierno, ante las nido tiempo para salir a la luz. En de upa montaña de pasiones. La crí exigencias de la Casa Blanca. Queda, esta materia, Méjico vive, desde 1910, tica técnica de su gobierno era, batu en la Prensa de los Estados Unidos, remendando una y otra vez la misma ralmente fomentada por los hombres el testimonio de la irritabilidad que tela que dejó tramada Justo Sierra, el del antiguo régimen, por los descon llegó a producir en ciertas regiones de gran educador porfiriano. Carranza tentos del nuevo. Un día, entre cir la opinión el éxito constante del tes. era enemigo de las cosas absurdas, y cunstańcias, dolorosas que no hay tarudo Carranza.
prohibió, en la ciudad de México, las para qué recordar, Madero cayó; su corridas de turos. Pero no puede asejefe de las armas, el general Huerta, Carácter de la política de Ca gurarse tal vez pueda asegurarse lo ipauguró en México una era de arbi rranza. Educado para la política contrario que fuera un apóstol de trariedad, y en el Norte apareció Ca bajo la era porfiriana, Carranza era las reivindicaciones sociales. Muy a rranza como continuador de ia tradi amigo del orden y tenía noción clara su pesar, disimulando íntimas repugción revolucionaria; y, a la vez, como de los procedimientos mediante los nancias, se encontró a la cabeza de hombre de la Ley, puesto que se cuales se reduce al orden un caos re un pueblo lanzado ya por el camino levantaba contra la usurpación huer volucionario. Pero difería ya de la de las reformas políticas, cuando era tista.
técnica porfiriana (como difiere la más bien un gobernante del tipo con.
zona Norte de la República, en que él servador, y un hombre de orden a la Hacia la Presidencia. La revonació, de la zona capitolina central. antigua.
lución dirgida por Carranza heredaba porque trataba ya las cuestiones en Sean cuales fueren sus limitaciones la desorganización de la era maderista, voz alta y a la vista del pueblo. La de hombre de Gobierno, su muerte y la. desmoralización de la época huer. ares secreta» de Porfirio Díaz vino a trágica cierra con un halo de legen.
tista. Carranza fué triunfando paso a ser, entre sus manos, ores pública. dario heroísmo su período presidenpaso, logrando un difícil equilibrio. También Madero lo había intentado, cial y deja manchado de un rojo entre los muchos y muy diversos ele. pero Madero no tuvo fuerza de orga demasiado acusador el que le sucede.
mentos que combatían bajo su mando. nizador, ni tesón, ni clara noción del Ante la codicia del enemigo de fuera, Hubo en México muchos presidentes Gobierno, Carranza, todo el mundo la muerte de Carranza no constituye, de un día, y, al fin, se produjo una lo sabe, era testarudo, y su ideología precisamente, un bien para Méjico.
grau división: a una parte, Carranza; era, en mucho, la del abogado de (España, Madrid. a la otra, una facción descontenta que usaba, como su brazo armado, a Pan.
sus enemigos se destruirían entre sí, y en que a él lo salvaría su constancia.
Así fué: Carranza acabó por triunfar (SONES DE LA LIRA INGLESA)
y establecer un gobierno regular, a pesar de la decidida protección de los No o es la primera vez que me ocupo al señor Zéndegui, puede. dársele el Estados Unidos a los villistas. Pero de las producciones de este escri. dictado de sabio, pues, como dice él el equilibrio sólo provisionalmente se tor, aunque me dedico a la Medicina mismo en el Prólogo del libro que me había logrado, y al fin se deshizo, con y la mayoría de mis trabajos están ocupa, titulado Sones de la lira inglesa, motivo del apoyo que Carranza se consagrados a ésta; pero ocurre que ami amor a la poesía supera, créase, empeñó en dar al candidato civil con conozco al autor desde que estudiaba a mi amor propios. añade en otro tra los demás candidatos, en forma la carrera de Derecho, en Madrid, y se lugar del libro que Mr. Edmund Gosse tal, que lo condujo a una muerte trá. hizo abogado, si bien no ha ejercido pone por argumento para que se congica y lamentable. Durante su presi la profesión apenas. Siempre le atra. tinúe cultivando el antiguo arte de la dencia, logró reconstruir la nación, jeron más las letras, y sobre todo la poesía, que en verso se pueden expre.
restablecer el orden en gran parte, poesía, que el vulgo juzga un pasa sar oportuna, intensa y hasta religiodevolver a la patria mexicana sus es. tiempo y que es un estudio profundo, samente ciertas ideas que aparecerían peranzas; y aún había iniciado ya la conio lo he entendido desde bien temridículas en prosa.
era de la reconcilición con los enemi prano, cuando cursaba Humanidades Zéndegui tuvo, de niño, una manegos de ayer, los porfiristas, huertistas en el Colegio de Belén, de la Habana; jadora o institutriz inglesa, en la Ha.
y villistas, y le cobré tal afición, que entonces bapa, de la que tomó el inglés, que llegué a escribir un número do corto cultivo después como su lengua propia Durante la guerra erropea. Se de poesías que destruí al empezar a con gran entusiasmo, llegando a poacusó a Carranza de germanofilia, estudiar Medicina, porque me persua seerlo a la perfección y mereciendo porque se opuso a imitación. dí de que para su conocimiento se re que en 1890 le llamase a Buenos Aires de otros países de Hispano américa, la quiere un estudio tan extenso, que a el periódico más importante de allí, conducta dictada desde Washington aquel que lo adquiere, cowo le ocurre fundado por el ilustre ex Presidente Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica