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Repertorio Americano 331 ¿Una mariposa?
No podía dar yo a Alicia tantos de muy triste la casa de la abuela, y A1.
depósitos de los alumnos que lleguen Los Inspectores, señor. Hace dos tuvo otro cuidado que su colección, a dos pesos. Durante determinados, años.
cada día más brillante y numerosa. La días del mes se ha convenido en que. Con éxito, por cierto?
abuela, viéndolo contento, fomentaba el director de cada escuela lleve al Sí, señor, y con el apoyo de las aquella silenciosa y honda afición, y Banco a los escolares que posean es autoridades supremas del ramo. nunca tuvo Alberto que lamentar la tampillas suficientes para ser canjea. Con que aquí se auspician y fo falta de un albler o de una vitrina: das por libretas bancarias, con el fin mentan iniciativas que no surgen de Pronto Lila no fué para él sino un rede que se familiaricen los niños con lo alto. dije con voz débil, opaca. cuerdo; aunque la quería mucho, ya las operaciones respectivas. Qué decía usted? me preguntó no experimentaba uinguna necesidad el joven director.
de llorar. Ahora pensaba; iSi viera La campana llama a labores. No Que deseo ver la clase de este mi colección. Nada más pensaba.
tengo tiempo para más detalles. Mien grado respondi, penetrando al aula Verdad es que sólo tenía diez y siete tras los alumnos desfilen, la última del quinto año.
años. Yo también tuve una novia a los pregunta: diez y siete años; pero ella murió en. Quisiera usted decirme quién ini.
JUAN RAMÓN URIARTE mí entre una noche y una aurora. Así ció el ahorro escolar de esa manera están hechas las cosas: para que hayą tan digna de ser imitada?
Panamá, 28 semana de mayo, 1910. en el mundo cosas tristes y nada más.
Quedamos, pues, en que Alberto no lloraba ya por Lila. Además sucedió algo que vino a interesarle sobremanera.
Una tarde paseaba con su red abierta bajo los tilos del jardín. El sol, como un cáliz volcado cuyo vino ardiente se berto dió en pensar, inientras miraba derramaba en olas sangrientas sobre pedía, pero por fuertes razones. llorar a la pobre vieja, que su traje ne. una tremenda pompa sacrílega, bajaAsí llevé la conversación hacia las gro era de luto por su padre y que su ba entre nubes gloriosas. Había silen.
mariposas. Ella me escuchaba muy madre había muerto cuando el nació. cio bajo los árboles. De repente, sobre atenta, y todos los pormenores de la Pasaron así, largos, muchos días de si una mata de juncos, Alberto percibió vida de los insectos despertaban inten lencio extenuantes. Alberto po habla una mariposa de especie desconocida.
samente su atencióp. Las blancuzcas ba a la abuela porque no sabía que de Era blanca, pero tenía sobre las alas.
larvas, ingeniosas tejedoras, las miste cirla, y la señora, viendo al chico tan dos manchas azules como dos violetas.
riosas crisálidas durmiendo en su sue triste, no podía sino llorar más, com No recordaba él haber visto otra igual ño de rejuvenecimiento y de sombra, prendiendo que semejante tristeza era ni en las colecciones ni en los libros el despertar de las alas al amor del sol, inconsolable. Porque ella sabía muy técnicos. Era verdaderamente una macomo en un suspiro de luz. Cuando bien que los primos eran novios y que ravilla, un ejemplar completamente, agotados ya mis conocimientos ento. por lo tanto tenían que llorar mucho si nuevo, y es de suponer que desearía.
mológicos, proponía pasar a otro tema, eran novios de verdad, poseerlo. Entregóse a la cacería con ella, con la adorable impertinencia de Fué entonces que Alberto se hizo ca pasión. Pero aquella mariposa era tesus trece años, dijo: Hágame usted zador de mariposas. Aprendió a mane rriblemente sagaz, y siempre se colode eso un cuento.
jar la red con delicadeza, a clasificar las caba fuera del alcance de la red, aun. yo preferí contarla una historia, lindas prisioneras, a colocarlas muy ar que no huía definitivamente de su en que, por cierto, hay también un tísticamente en lucidas vitrinas, cada vista. así se pasó la tarde, y vino la.
una en su alfiler, con las alas bien ten. noche, y Alberto se acostó muy conCuando Lila tuvo que partir para didas. Aquello le distraía, por más que trariado, y soñó hasta el amanecer con un colegio en Francia, conversó con ciertas veces, sobre todo en la tarde, una mariposa blanca que tenía dos Alberto que era primo suyo; conversó cuando manchaban el cielo grandes manchas azules en las alas. al otro cosas que debieron ser muchas, por. colores desvanecidos y los árboles se día volvió a encontrarla en el mismo que hablaron tres horas sin parar; im vestían de silencio, llorase un poco to sitio, persiguiéndola otra vez infrucportantes, porque hablaron muy baji davía recordando estas palabras de tuosamente y volviendo a soñar con to; y tristes, porque al separarse, él Lila. Si me olvidas, yo te recordaré ella. Por fin, el tercer día, después de tenía los ojos hinchados y ella las pa. de algún modo, teplo seguro, que no una hora de carreras tan inútiles como rices muy rojas y el pañuelo bastante he dejado de quererte. Pero no llora las anteriores: Si estuviera Lila, perhúmedo; a lo menos más húmedo que ba mucho en verdad, y cada vez llo só, me ayudaría a tomarla y yo no su.
de costumbre, y no por exceso de he raba menos.
friría así. Justamente entonces la ma.
liotropo.
Poco a poco las mariposas llegaron riposa vino a colocarse muy cerca de La tarde en que patió Lila se puso a preocuparle por completo, y ya no él, sobre una madreselva. Arrojó la amor.
Librería Española, Imprenta, Encuadernación, Fábrica de Sellos de Hule DE Almanaque Ilustrado Hispano Americano pa.
ra 1920. tomo encuadernado 00, por correo 30.
Almanique Bailly Balllero o Pequeña Enciclopedia Popular para 1920, tomo rústica 50, por correo 70.
Maria de Lines Año en la Mano, Encpdia. de la vida práctica para 1920, 10m. rúst. 50. por correo 70.
Almanaque Amor para 1920. Cuentos y chistes. tomo, rústica 25. per correo 45.
Almanaq. Cupido para 1920. Cuentos y versos. tomo rústica 00, por correo 15.
SAN JOSE CARTAGO LIMON Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica