Repertorio Americano 111 mujer amada. Al final de treinta vo. Llevaba un vestido verde guaruc. abrió. La pieza estaba a oscuras; lúmenes se había apoderado de él una cido de cruces, un bicornio adornado él encendió la luz eléctrica y. vió a singular alegría, y toda las concupis. con plumas; su barba cortada en punta, Pauy chéri vestido de pies a cabeza, cencias. comprendida la peor aque su bigote levantado lo ponían incono. con el cuerpo ceñido por un delicioso lla que ni el trabajo ni la intriga pueden cible, y, como no había querido des. Pardesuss, el ojal forecido, el sowacallar. Sus bolsillos estaban llenos de componer este conjunto con el burguc brero ladeado sobre una oreja, las facturas que demandabau pago y de sismo de unos binóculos, parpadeaba wanos en los bolsillos. En el primer versos románticos, destinados a la ele. terriblemente.
momento, Juan María miró a su rival gida a quien ponían a bostezar. Eres tú, Juan María?
con los ojos muy abiertos, con una es. Sabes bien que no llega nunca de Juan María respondió triunfal pecie de curiosidad áspera, sin cólera.
improviso. refunfuño Pauv chéri meute: Como el silencio se prolongara, Pauv como él debe pronunciar su discurso. Soy yo en académico. Qué tal te chéri lo rompió con un tono insolente: de recepción entre ocho días, pasa sus parezco. bien?
noches buscando frases de efecto.
Entonces soltó una de esas risas. Yo temía mucho, murmuró el Ah, tú no lo conoces. suspiró interminables e insoportables, con las pobre hombre que acabaría por coger Arlette. Si sólo en sus libracos es cuales una mujer arruiva en algunos el pájaro en el nido.
serio. Te digo que no hace más que segundos las más queridas esperanzas. Decía usted?
pensar en mí. Se invita a desayuvar, y las más dulces ambiciones. No, en Pauv chéri avanzaba ameuazante, a comer; ue cuenta sus éxitos, inte verdad Arlette encontraba a Juan Macon el bastón levantado. Baguin era un rroga a los criados; ime pide cuentas ría muy cómico! Un verdadero oficial hombre de pluma, pero un instinto le del empleo de mi tiempo! no sabes, de opereta.
hizo buscar la guarnición de su espada.
lo mejor: iespera impresionarme con ¡Si te vieses con tu batería de Habiendo encontrado la empuñadura su uniforme! ISí, mi encanto! Hay que cocina!
de esta espada honorífica, sobre la cual ver como anda pergeñado de costum Me he visto replicó Baguio, se erguía ioh mofa. una cabeza de bre! Un sombrero tieso, un chaqué dulcemente.
Minerva en marfil, y no teniendo espanta. pájaros, un pantalón que hace Esperó a que ella se calmara y ma ninguna confianza en sus débiles músespirales, una corbata que parece jun. pifestó: culos, la desen vaino.
tada del suelo! Pues bien, se ha encar. Otra se habría conmovido. El Si creéis darme miedo. fapfarro.
gado un vestido verde, que ha ensa. sastre acababa de entregarme mi ves.
neó Pauy chéri. Me voy para do yado tres veces, un chaleco blanco, tido. No he podido esperar. He agarrar por el cuello a un señor entrado un calzado brillante, una esclavina! deseado salir. He querido que tú fue eu años. He aquí todo.
iQuiere darme una tarjeta de entrada ras. la primera.
El estaba acostumbrado a estas sipara su recepción. Lo más divertido. Vaya una idea. las diez de la tuaciones, no por haberlas descrito, será su espada! iTe imaginas a Sagouin mañana!
sino por haber jugado en ellas el mejor con una espada. Ay. las ocho de la mañana no papel. Tranquilamente sacó una tarjeta. He leído sus libros interrumpió me habrías eucontrado mejor! En fin, de visita y la puso en evidencia sobre Pauy chéri. no son gran cosa. Yo es. mía es la culpa. He sido elegido con la chimenea, se calzó un guante, se toy en el comercio de novedades, pero treinta años de atraso.
quitó su sombrero ante Arlette y deste juro que podría hacerlos igual. Estoy en uno de mis días malos. apareció. José María Baguio se quedó Los harías mejor! rectifica Ar No hay que guardarne rencor. Vuel. allí, cuajado en su pose heroica.
lette con entusiasmo. En primer lu ve mañana hacia medio día.
Arlette recobró la palabra: gar tú conoces las inujeres, pillete.
Pero Juan María puso su bicornio. Estáis contento! iHabéis quedado Sagouio ha debido copiar sus escenas en un sillón, suspiro, puso en acecho in uy bien. Para un hombre que prede anior. No es una habladuría, tu su lente y se detuvo ante un pequeño tende conocer la vida. Valía la pena sabes, él anda registrando siewpre en reguero de cenizas sobre la alfombra vestirse de gala! no sabéis ni aun libros viejos.
y preguntó: conduciros: jinjurias a quien encon En todo caso, escribe mal, afir. Has fumado?
tráis en mi casa! No haríais otro tanto ma Pauv chéri. escribe demasiado. Si. En el fondo no te encuentro en casa de una gran señora. Ahora. Exactamente lo que yo pensaba. del todo mal. Te ves más alto. querido mío, como abomino las ex. Entonces me quedo?
tienes el aire de tu retrato.
plicaciones os dejo el puesto. No, Pauv chéri, es preciso que te. Por qué has fumado esta tarde, Baguin se encontró solo frente a vayas. Tengo como un presentimiento. tú que no fumas nunca?
la camarera, Procuró volver a meter Al punto ella se arrodilla y comienza Me dolían las muelas.
su espada en la vaina, pero no lo cona abotonar una de las botas del deli. Arlette, sería mejor decirme. Yo siguió: sus manos temblaban y sus cioso joven, quien le abandona su pie no te amo y yo te engaños.
ojos estaban enspañados por el llanto.
con una despectiva benevolencia. Estás loco. Que el señor tenga cuidado de do. Vaya! Ya tenemos una insinuó Eres tú quien lo ha querido. punzarse dijo Clotilde. voy a. ayuella ahora. La camarera penetró aInspecciona primero un armario de darle.
terrorizada.
trajes que encuentra vacío, luego co cuando el arma estuvo en su lugar. iSeñora! exclama ella una es loca la mano sobre el botón de una añadió sentenciosa y consoladora.
pecie de cobrador de cuentas acaba de puerta. iUno se disfraza y cree que va a entrar con la llave. Basta! exclamó Arlette. Qué divertirse y se friega! Así me pasó a Pauv chéri recoje sus vestidos y de vas a hacer allí? Es el cuarto de Clo. mí, una vez que me disfracé de lecheun brinco salta al cuarto vecino, que tilde. Esa muchacha está desvestida. ra, mi hombre ne ha dado un mano.
es el de Clotilde. Antenor ladra al in Se ha desvestido muy pronto. tazo que me ha hecho llorar toda la truso y Arlette grita: remarcó Baguin.
noche. No se ha fijado el señor que. Qué hay?
siempre llueve el Martes de Carnaval?
Juan María Baguio aparecía, con la confianza modesta de aquel que ha esHenry DUVERNOIS Lea el REPERTORIO y recotado preparando su entrada por mu: cho tiempo.
miéndelo a sus amigos. Traducción de Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica