Repertorio Americano 117 SXXXXX. por libelo, gavaron el pleito, y, por dos en la nueva casa. Virginia, su en sus labios una sonrisa de bondad, primera vez en su vida, Poe recibió esposa, era niuy joven. El se había y siempre también era acogido por una suma grande de diuero. Sus edi. casado con ella cuando solo tenía 14 Mrs. Clemm con frases de buen hutores le entregaron 225, como la años. Siempre había estado delicada inor, y punca le faltaban al llegar las parte que le correspondía en los daños. de salud, pero aliora todo parecía son demostraciones afectuosas de la dulce Poe no sabía lo que era el valor del reírles. Poe tenía ya la casa con que Virginia, que siempre tuvo fe en sú dinero. Cuando se vió con 225 en el había soñado. Virginia tenía aire fres. poeta y marido. Cuántas veces, desbolsillo se creyó todo un inillonario. co y sol, y había dinero bastante para pués de haber esperado todos en vano Sus penalidades y miserias le parecie no temerle al futuro, al menos duran que regresara cou algo para comer, él ron que habían ya tenido fiu. Aliora te unos cuantos meses. El siempre se sentaba a leerles sus versos y les se sentia cerca de la realización de sus había soñado con upa vida retirada. hablaba de sus esperanzas y sueños y wás caras esperanzas y dorados en No era el dinero lo que le atraía, sino así las entretenía hasta la hora de irse sueños. Dejaría de vivir para sien la independencia. Acosar a los edito a dormir.
pre en casa de luéspedes. Poudría res y publicistas le era penoso y sólo Murió Virginia. Poe tuvo uno de casa propia, rodearía de toda clase de lo hacía cuando lo obligaba la necesi sus niás terribles accesos de melancocomodidades a su esposa epferma, salía y de meditaciones siniestras. Pero cudiría para siempre la enojosa tarea siempre se mantuvo activo, lleno de de escribir para los magazines y se planes para el futuro. La aventura dedicaría esclusivamente a sus cuenHacia la montaña del magazine volvía a lleuarle la fantos misteriosos y a sus versos. Siemtasía. Por fin resolvió salir a hacer pre había acariciado la idea de un Después de oir misa con unción muy grave una jira de conferencias para conse.
en dominicales dias de fortuna, nuevo magazine, de un magazine de con nuestros ceslitos llenos de merienda guir suscritores y fondos para su em.
que él habría de ser dueño exclusivo. hacia la montaña. hacia la montaña!
presa. En julio de 1849 dejó la casita ahora se preparaba a dar forma y de Fordham y emprendió el viaje de realidad a estos proyectos. Un bello Tocaban a glorii la gloria del diadoude bunca más había de regresar.
día de abril, Poe echó pie a tierra en las campanillitas de la Primavera. Qué bello es el Cielo, y el Sol, cuando brilla Murió en Baltimore. El doctor. Morla estación de Kingsbridge, que eu tras áridos dias sin Sol y siu Cielo!
ton, el médico que le asistió eu su úl.
tonces quedaba fuera de la ciudad, y Sobre los molinos se despeña el agua tinja hora, el que le había gestionado se internó en el campo en busca de que con incesante furia se desata el ingreso en el hospital de Baltimore una casa. Frente a la estación del. fe. y afruena los aires con miles de ricidos; donde expiró, nos dijo que Poe había rrocarril, descubrió un pequeño huerto después rumorosamente pasa y pasa. sido víctima de una Gebre reinante de manzanos en el esplendor de sus Alardor silvestre, nuestro ardor salvaj! entonces, con carácter epidémico, en primeras flores. Poe quedó cautivado al cantar del ave, nuestro ingenuo grito; los estados del Sur. El mismo doctor por la plácida belleza del lugar. Pronto con algo de incienso en los corazones Morton nos cuenta, con palabras sen.
descubrió un pequeño molino en we. hacia la montaña. ihacia la montaña!
cillas y por consiguiente conmovedodio del huerto yun delgado arroyuelo Todo hueco oscuro tiene algún misterio; ras, cómo Poe murió con el nombre que wurmuraba musicalmente a tra cada escarabajo sil grey y su rito, de su adorada Virginia en los labios.
vés de este inesperado rincón de vida allá en la ladera lejana bravia las flores aznles, la piedra, cl espino.
La historia de su entierro es verda.
serena, y que incidentalmente suplía deramente dolorosa. Una colecta enal molino de la necesaria fuerza. El En la cumbre, el viento sonoro, en la cumbre tre los estudiantes de Medicina de nos refiere en uno de sus cuentos el Cielo más cerca; el pueblo, allá abajo. Por qué no vivían los hombres arriba Baltimore sirvió para pagarle al carcómo permaneció allí durante horas en el mundo libre de los montes allos? pintero que hizo el tosco ataud. La y horas, perdido en sus meditaciones, señora del doctor Morton cosió el contento hasta el fondo de su sér, casi Al caer la tarde con nuestros cestitos vacíos. cansados volvemos al pucblo, forro del ataud. El doctor Morton privado de todo deseo. Nunca había mientras la montaña se puebla de sombras contribuyó con unos pantalones, otro soñado él que hubiese tanta belleza que aun en pensamiento nos llenan de miedo. médico con un chaleco, uu estudiante cerca de la empolvada y árida New con un frac, y así, pieza a pieza, fué York. De repente recordó el desigoio MARIANO BRULL vestido por la caridad pública el ca.
que le había llevado. echó a andar. El Figaro. Habana, octubre de 1919. dáver del hombre iumenso que bajaba justamente la primera casita que a la tumba.
encontró al paso coliudante con la Inmediatamente después de su muerbuerta de mauzayos en el sitio que dad. Sus biógrafos nos dan un relato te, se desencadenó contra su memoria hoy lace esquina entre la Calle 119 y asombrosamente minucioso de sus in una ola de las más sucias calumnias.
Kingsbridge Road osteptaba el lla gresos y gastos mientras vivió en la Rufus Criswold, su biógrafo, inmormativo rótulo «Se alquila. Era una casita de Fordhani. Sus viajes al pue. talizó su nombre con las groseras ca.
casa de un piso, con una habitación blo eran patéticos. Frecuentes veces lumnias que acumuló sobre el poeta grande abajo y un par de cuartos en tenía que caminar a pie una distancia muerto y todavía hoy los espíritus el piso alto. Las pequeñas ventanas de 119 manzanas, sólo para volver nobles que se sienten llamados a einien todos lados permitían abarcar la con los bolsillos vacíos. Mamá Clemn, tir juicio sobre los genios de América herniosa vista del río. El arroyuelo su suegra, solía esperar su regreso en tienen que discutir acerca del número parecía correr bajo las mismas venta el espacioso porche de la casita, con de «tragos» que Poe se bebió durante nas y la fragancia de las flores de la puerta que daba a la sala abierta de su vida. manzano perfumaba el aire.
par en par, y adentro Virginia, acos. En los comienzos de 1850, Francia, Poe preguntó el precio de esta casi tada en un sofá; todos esperando an Inglaterra y Alemania colocaron a Poe ta. Se le dijo que solamente costaba siosamente las buenas nuevas que el en el rango delos más grandes escritores cinco dólares mensuales, y el trato querido «Eddies Labía de traer de la del mundo. Una escuela de discípulos quedó hecho. Parte del dinero restan ciudad. Muchas veces ocurrió lo de e imitadores suyos surgió en París.
te lo invirtió en la compra de muebles; regresar sin nada, con la casa comple. Baudelaire consagró doce años de su escribió a su suegra, que vivía en Fi tamente vacía de comestibles, sin nin vida a la traducción de las obras de ladelfia, para que viniese, y pocas se gún paquete en la mano que auunciara Poe al francés. Swinburne en Inglamanas después estaban todos instala alguna golosina; pero siempre liabía terra le consagró las más cálidas ala1. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica