Repertorio Americano 115 Las nieblas del Sahara oriental MONOLOGO INFANTIL, dice Tilbo, que los enlaces de cobre de los montantes de la tienda, daban chispas de más de un milímetro de longitud, y el hilo de la antena de chispas de cerca de un cenN las costas del Africa occidental, mente, y durante los períodos de tímetro.
y más especialmente en las del calma, la trasparencia del aire es com. Por último, en ciertas regiones del Golfo de Guinea, los meses de diciem. parable a la que puede observarse en Sáhara, en que el suelo es inconsis.
bre y enero se caracterizan en general nuestros climas en los días más favo tente y se halla formado por depósitos por vientos del NE, acompañados de rables, en que la visibilidad supera a de polvo tenue y movedizo, a semepersistentes nieblas, que según diver. 100 kilómetros.
janza de ceniza o harina, las nieblas sos observadores, en particular Sir Además de estas nieblas, se obser secas alcanzan tal espesor durante las Mac Gregor, gobernador de Lagos van en el Sáhara las tempestades de tempestades de arena, que la visibili.
en 1902, están constituídas casi única. arena, o sea huracanes que levantan dad llega a ser pula a la distancia de mente por polvo fino que parece pro espesos torbellinos de polvo capaces de 10 metros, y las caravanas corren envenir de las regiones desiertas o semi sepultar, en poco rato, objetos peque tonces grandes peligros.
desiertas que rodean el lago Tchad. ños, tales como cajas, utensilios de Resulta de esas observaciones la Tilbo, en pota presentada a campamento, etc. Se ven correr por conveniencia, desde todos los puntos la Academia de Ciencias de París, encima del suelo, pequeños guijarros de vista, y especialmente del de la sesión del 14 de junio, dice que du del tamatio de una avellana, mientras navegación aérea, de estudiar metó.
ravte sus viajes por el Africa central a la altura de un hombre pasan a rá. dicamente estas nieblas secas, para lo ha tenido numerosas ocasiones de ob fagas, cristalitos de cuarzo, que pro cual debieran ampliarse y perfeccio.
servar semejantes nieblas, tanto en el ducen en el rostro una desagradable parse, los servicios meteorológicos del Niger, en el territorio de Zinder y al impresión, como de escozor o picadura. Africa, subvencionándolos y dotándo.
rededor del lago Tchad, como en el Mientras se producen estas ráfagas, los de personal competente, por las Sálara oriental. Durante su perma se observa con frecuencia una electri. diversas naciones más interesadas en nencia en el oasis de Faya (Borku. zación de los cuerpos conductores este asunto.
de 1914 a 1917, observó con frecuen aislados del suelo; así, por ejemplo. Ibérica, Tortosa, España. cia, en atmósferas extremadamente secas, espesas nieblas, con visibilidad pula más allá de 300 a 400 metros.
Estas pieblas secas del Sáhara merecen llamar la atención, principalmente en la actualidad, por los peligros Para LUPITA González Luján.
que ofrecen a la navegación aérea. De.
las observaciones llevadas a cabo por Están tristes las muñecas. Mari Juana. iqué callada Tilho, resulta claramente que en el esta tarde, y con razón, que te miro por allí!
pues la lluvia no las deja. dime, dime, Mari Juava Sáhara oriental, estas nieblas son parir al Teatro a la función.
si me quieres. Di que sí!
ticularmente frecuentes en el semestre comprendido entre el solsticio de inSe fastidian en la casa «Teodora, no la he visto; vierno y el de verano, época del año y no salen ni al balcón, siempre vive en un dormir.
y chiquito se les ha hecho. Teodorita. vamos, niña; en que soplan de un modo regular los de tristeza, el corazón.
vamos todas a salir. vientos del NE. Al contrario, en el Deja el sueño, las cobijas, período de agosto a noviembre incluMuñequitas, esta lluvia y ese frío y ese afán sive, que corresponde en la región ya muy pronto pasará de vivir siempre en la cama salárica al de los vientos y Sw, y en un coche luego iremos come y come sólo pan.
a dar vueltas con mamá.
las pieblas secas son relativamente Muñequitas, ya la lluvia, raras. Poupesita. ta también me parece, va a cesar No ha sido posible medir con suficon nosotras marcharás y es muy justo que salgamos todas juntas a pasear.
ciente aproximación la altura a que se y dichosa, como pocas, elevan estas nieblas sobre la superficie de seguro volverás.
Luego al Cine, iqué placer!
del suelo, aunque supera sensible. Oh! iqué dicha. Qué primor! «Martita) mi vestido mente a la de las rocas mas elevadas Me imagino ya a Max Linder y mis botas prestaré con un traje seductor.
del Borku, es decir, de 250 a 300 mey un abrigo que abora tengo tros. Es de notar, sin embargo, que y hace poco lo estrené. después vendremos todas tales nieblas no llegan generalmente a a acostarnos y a dormir, a este «Negro. qué le pongo?
que la vida es solo un sueño, velar por completo el sol, oi por la ¡Dios bendito. Santo horror!
como un sueño es el vivir.
noche ocultan las estrellas de magoi¡Oh. qué bien le quedaría tud superior a la tercera, en un círculo la levita de un doctor! SALAS PÉREZ de 30 a 40 grados alrededor del zenit.
Casi siempre se levantau niuy rápidamente bajo la influencia de una ráfaga NOVELAS FAMOSAS de viento, y persisten wientras la veEn la OFICINA del REPERTORIO, frente a las Alcaldías, locidad de este permanece inferior a puede usted adquirir estas: o 10 metros por segundo; más allá de Graziella, por Allonso de Lamartine. 00 El rey de las montañas, por About. 50 esta velocidad no se registran sino EI Vicario de Wakefield por Gold.
Doble error, por Merince.
vieblas ligeras, o sea aquellas que perPersuasión, por Austen Silas Marner, por Elliot.
Bug Jargal, por Víctor Ilugo.
miten la visibilidad Hasta más lejos de Rojo y negro, por Stendhal, vol. u.
Los malasangre, por Verga.
Papá Goriot, por Honoralo de Balzac, Catalina, por Thackeray.
tres kilómetros. Tan pronto como Las cuitas de Werther. por Goethe.
Elias Bortolu, Grazia Deledda.
La señorita de la Scigliere, por San.
Manon Lescaut, por Prevost.
calma el viento, el polvo desciende y La Cartuja de Parma, vols. Dasta, u.
la atmósfera se va aclarando gradualsmitb. 50 50 00 00 00 75 00 50 00 50 00 50 00 deau 50 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica