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Repertorio Americano La idea de la muerte CON tres monarquías. Inglaterra, dentro al continente africano, para convertir cios, con los cartagineses, en los de los términos de su imperio, bajo se eu europea desde su romanización, ejércitos de Roma, antes o después de una monarquía, ha realizado un tipo esto es, desde que trocó en propia sus. la invasión celta, la Península habría superior de deurocracia.
tancia, con las instituciones munici sido poblada en toda su extensión, con Eu su célebre discurso, el Libertador pales y todo un orden administrativo la Francia del Sur, las grandes islas acierta con lo endeble y peligroso que perfecto, el espíritu de Roma, no se del Mediterráneo e Italia, por una raza el concepto democrático mal enten alejaba ni un ápice de la verdad al ca que, surgida del inagotable misterio dido ofrece a la mayoría inculta, cuan lificar de africana la sangre de los del Asia, dejó a su paso por el Africa do dice: que los hombres uacen todos pueblos de la Península. Dice Oliveira del Norte, entre otros pueblos pariencon derechos iguales a los bienes de la Martins, el gran portugués y el primer tes, hermanos o primos hermanos del sociedad, está sancionado por la plu crítico histórico de toda España, con ibero, al tuareg, al copta de Egipto y ralidad de los sabios; como también lo firmando en esto las palabras del Li. al berebere del Atlas. Contra algunas está que no todos nacen igualmente bertador, como las investigaciones mo palabras del miswo Libertador en otro aptos a la obtención de todos los ran. dernas y los progresos de la etnología pasaje de su maravilloso discurso, que gos; pues todos deben practicar la vir vienen corroborando y fortaleciendo obedecen al genio hostil de aquel motud, y no todos la practican; todos con fuerza de verosimilidad la hipóte mento histórico, se sabe muy bien a deben ser valerosos, y no todos lo son; sis adelantada por los alemanes Leib qué raza, o subraza, o familia humana todos deben poseer talento, y no todos nitz y Niebuhr del primitivo origen pertenecedios, de suerte que sólo a la lo poseen. De aquí viene la distinción africano del ibero, de acuerdo con la ignorancia o mala fe es propicia esta efectiva que se observa entre los indi cual, y mucho antes de la entrada a fiesta de la raza para entregarse al tor: viduos de la sociedad inás liberalmente España de numerosos ejércitos berebe pe juego de fáciles caricaturas.
establecida. Si el principio de la igual res en la época de la invasión árabe, dad política es generalmente reconoci mucho antes de la visita esporádica de MANUEL Díaz RODRÍGUEZ do, no lo es menos el de la desigualdad ejemplares humanos del continente física y moral. La naturaleza hace a negro pasados a España con los feni. Concluirá en el número prorimo. los hombres desiguales en génio, temperamento, fuerzas y caracteres. Las leyes corrigen esta diferencia, porque colocan al individuo en la sociedad, para que la educación, la industria, los sei vicios, las virtudes, le den una On rara persistencia, el rumor pú. Desde que la esposa murió, el perro igualdad ficticia política y social. De blico señalaba a mi amigo Sebas no había vuelto a penetrar en la aleste modo enuncia el distiogo esen tián Cordial, como autor de la muerte coba. Permanecía el día entero hecho cial entre la igualdad de medios que de su esposa.
un ovillo en el fondo de la casa. Si la sociedad suministra a todos y la Aquello era tanto más absurdo para nos acercábamos a él, tanto Sebastián posibilidad funcional o final, exten mí, cuanto que yo me hospedaba en como posotros, vos hacía los agasajos dida o limitada a la capacidad, a la casa de Sebastián, con Ramírez, mi de costumbre. veces se levantaba aptitud, o al mérito de cada uno, tan compañero de cuarto; habiendo acep. como distraído, marchaba detrás de. magistralmente expuesto por José En tado las insinuaciones del dueño de su amo. Pero invariableniente, unos rique Rodó en su comentario maravi. casa en tal sentido, para aliviar discre cuautos metros antes de llegar a la allloso del sínbolo shakespeariano. tamente su precaria situación. Por lo coba, se volvía.
Después de aconsejar el estudio de demás, las pensiones eran módicas. Sebastián acabó por caer en cama.
las instituciones inglesas, el libertador Lo cierto es que si el matrimonio Se puso grave. Ramírez y yo turná.
añade que «está muy lejos de propo Cordial no resultaba un idilio, estaba banios para atenderle.
per su imitación servil. Que no se a mucha, wayor distancia de la rup Una tarde de esas, miraba distraído pierdan dice en otro pasaje las lec. tura. Creo que algo se había enfriado al patio por la puerta semientornada, ciones de la experiencia y que las es. en verdad, desde que vino a menos mientras Sebastián leía no sé qué. Ví cuelas de Grecia, Roma, Francia, Io. con motivo de haber quebrado el es de pronto que el perro avanzaba con glaterra y América, nos instruyan en poso.
su cabizbajo trotecillo habitual, hasta la difícil ciencia de crear y conservar Esto era todo; pero vaya usted a el sitio donde solía detenerse. Hizolo, las paciopes con leyes propias, justas, desvanecer un rumor público.
en efecto, alzó la cabeza para mirarme legítimas, y sobre todo útiles; no olvi. La mujer de Sebastián había falle y lo llamé. Volvióse sin hacerme caso.
dando jamás que la excelencia de un cido de aneurisma.
Entonces crei advertir una inquietud gobierno no consiste en su teoría, en Tanta pena produjo esto en el pobre en el rostro del enfermo. En ese wosu forma ni en su mecanismo, sino hombre, que desde aquella fúnebre wento llegaba Ramírez.
en ser apropiado a la naturaleza y al data, cayó enfermo; Ramírez y yo te Sebastián se puso muy malo. Una carácter de la nación para quien se níamos que atenderle, pues la sirvienta noche vivo el wédico y dió un triste instituye. Por último, en otra parte se había marchado.
pronóstico. Acudieron unos vagos paadvierte. que nuestro pueblo no es el Un hecho nimio en apariencia, vino rientes, sujetos hereditarios que nada europeo ni el americano del Norte: a infundirme, a los pocos días, la sos podían esperar de aquel pobre. Se que más bien es un compuesto de pecha que daba pábulo al rumor pú fueron a las diez. Ramírez y yo queda.
Africa y América que una emancipa. blico.
mos velaudo.
ción de la Europa; porque hasta la Los esposos, tenían un perro, bas El enferino dormía apacible. Enton.
España misma deja de ser europea por tante perezoso, bastante feo, pero mi. ces, de la casa solitaria, de aquella desu sangre africana, por sus institu mado por la mujer que, careciendo de solación vulgar, del silencio negro ciones y por su carácter.
hijos, acabó por encariñarse con él. cuya evidencia exterior mortifica tanto Si el Libertador exageraba, por tran Este perro dormía en la alcoba conyu. cuando uno acompañia enfermos por la sigir con las violencias del medio, el gal. Olvidaba decir que era un can noche, nos vino de pronto la evidencia toque de souibra del claroscuro, ya negro de los comunes, más bien pe del enfermo.
que España había cesado de ser una queño. Ramírez y yo le profesába Creo que. dijo Ramírez muy prolongación del Africa, de pertenecer mos también algún afecto.
quedo, esbozando con un medio giro Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica