Repertorio Americano General Mitre, y después le enviara a Inglaterra, donde le sorprendió la in.
dependecia de Cuba. Fué Secretario de la Legación de ésta en Londres, donde ha residido siempre, ciiando era Ministro Plenipotenciario el ilustre don Rafael Mootoro, quien pudo apre.
ciar sus méritos.
Dedica la obra Sones de la lira inglesa al eminente profesor James Fitzmaurice Kelly, bien conocido en loglaterra por su competencia literaria, y que le secunda en sus estudios de la lengua inglesa.
Zéndegui observa que Cervantes comparó las traducciones al revés de un tapiz, y que Madame de Sévigné dijo que son los recados que dan los sirvientes; pero Leigh Hunt hizo cons.
tar en su Festin de los Poetas que, al brindarse por los mismos, no fueron omitidos los que traducen bien. Cuan.
do se ha estudiado perfectamente dos lenguas, para traducir una poesía el éxito es seguro si se tiene algo de estro, como le ocurre a Zéndegui.
Divide el libro en ocho a nera de capítulos. De la Poesía. II. Del tiempo. III. De la religión. IV. Del misticismo. De la muerte. VI. De la guerra. VII. Del amor. VIII. De la naturaleza.
Como no es posible, pi necesario, reproducir más de una composición de cada capítulo, de entre la centena larga que contiene el libro, empezaré por la que se titula: made inextinguible amor ua dulce canto. y les bablo. Qué haré si os contraría mas jay! para tu oído mi 16gica? Queréis que no reproche todo el sonoro encanto el consignar los hombres a la noche de su ritmo tan claro está perdido.
después de haberles hecho ver el día?
De aqui tus pasos, réprobo, desvía. Por qué, por qué. La transparente mano si potase la fuente alza entonces el duende más anciano cercana tu impureza de repente y en voz sin tono. Nieto, su raudal bajo tierra ocultaría.
me dice, deja quieto al por qué, tu fatal monomanía; puesto que te queremos te advertimos.
En el segundo capítulo, Del tiempo, Toma del mundo lo que da, mezclado las siguientes composiciones lo perso dolor, placer; y aguarda resignado, nifican: cubriendo bien tu desa, como hicimos tus abuelos. Inútil es la queja: pasar al Tiempo inexorable deja. Vispera. De Sir Walter Raleigh. En la noche precedente a su ejeEl capítulo cuarto, Del misticismo, cución. lo precede de estas líneas: No la fe ni (Even such is lime, that takes on trustola razón solas son suficientes guías, dice Samuel Butler; la seguridad de Tal es el Tierpo que nos cobra en prenda un hombre no está ni en la upa ni en la juventud, los goces. cuanto babemos. la otra sino en la templadura: en la y con vejez vos paga, y con ceniza.
capacidad de fusionar ambas, aun El que en el sepulcro silencioso y negro, cuando se riode al fin puestra jornada, cuando aparezcan. más mútuamente cierra de nuestra vida el triste cuento. destructivas. Un hombre de buen temMas del. Tiempo y de todo. ple estará cierto a pesar de la incertime ha de alzar el Señor. Así lo creo.
tidumbre; será razonable. a pesar de apoyarse más bien en la fe que en la LA vejez. De Edmund Waller.
razón, y lleno de fe aun cuando más (Su última composición. apele a la razón.
Saco de este capítulo la composición «The seas are quiel when the winds give o eroque sigue: Como los mares cuando no soplan ya los CUESTA ARRIBA. De Christina ſvientos, Rossetti.
idas puestras pasiones sentímonos calmados y entonces comprendemos qué inútil fué Does this road wind up hill (alardear all the way?, de cosas que perecen y ya nos sentimientos; mas, mozos, nos ocultan de la emoción Todo el camino sube así, ondulando. nublados Así sube hasta el fin, mi buena amiga.
el vacuo circundante. lo vemos con la edad. Durará muchas horas la jornada?
Grietas los años abren en la cabaña obscura Desde que empieza hasta que acaba el día.
del alma a resplandores celestes dando ¿Habrá para la noche algún albergue. entrada; Se llega al parador a noche prima.
por esto, si más débiles, saben los hombres Mas en la oscuridad podré no verlo. más No dejará de alzarse a vuestra vista.
Llamaré con la aldaba o dando voces?
conforme se aproximan a su mansión (segura.
La puerta os abrirán bastante aprisa.
Los mundos alto y bajo comprende la mirada ¿Allí estarán, presumo, otros viajeros?
de los que están pasando el pórtico eternal.
Todos los que siguieron esta vía. Podré encontrar allí quietud, descanso?
Ali se acabaran vuestras fatigas.
El tercer capítulo, De la religión. Entonces Labrá camas para todos?
lo precede entre otros conceptos del Las habrá para todos, buena amiga.
siguiente. La ciencia y la religión. observa un pensador inglés, son igualEl capítulo quinto lo precede el mente humildes y sólo se ponen en autor de lo que sigue: Alcemos altares, confiicto cuando una de ellas, o ambas dice Emerson, a la Bella Necesidad.
pierden la humildad y dejan, por tanto, Si le fuese posible a alguno alterar, de ser lo que son. siquier en lo míoinio, el orden de la De este capítulo tomo la composi Naturaleza. quién querría aceptar el ción titulada don de la vida. Por qué nos ha de atemorizar la Naturaleza. Por qué NOCHE EN LA CASA SOLARIEGA. hemos de temer que nos aplasten salDe Thomas Hardy.
vajes elementos cuando estamos compuestos de esos mismos elementos. Ihen the wasting embers redden)Alcemos altares a la Bella Necesidad Cuando todos los vivos se retiran, que infunde valor al hombre con la y quedo solo ante el hogar do espiran creencia de que él no puede evadir uņ las ascuas, y la sala se eprojece, peligro señalado ni correr otro que no y la vida un desierto me parece lo está; a la Necesidad que lo educa, que no vale la pena de cruzarse, me figuro que vienen a seutarse con dureza oblandura, en la persua.
en torno mío espíritus en gasa: ción de que no hay nada contingente los de mi fuerte estirpe que murieron, en la vida, la cual está sujeta a una y que felices fueron antes que yo señores de mi casa.
Ley que ni es inteligente, sido la InMas poto que me miran con fijeza teligencia ni, personal ni imperso.
en expresión de burla o de tristeza, pal que desdeña explicaciones supeLA MENTE DEL VATE. De Lord Tennyson.
Vex nol thou the poet mindoA la mente del Vate no tu gracejo frívolo maltrate.
Tú punca sondarás su pensamiento.
Libre deja que sea siempre su pura, su brillante idea como la luz y el viento. Atrás, Sofista impío!
el lugar todo está santificado; para el desdén, para el sarcasino frío el paso está cerrado.
Agua lustral abora mi mano regará sobre las flores y los laureles que lo cercan todo; perdieran la fragancia y los colores si la sana advirtiesen de tu modo.
En tu pupila mora la muerte y como heladas quedan las plantas al sentir tu aliento.
El garrulo concepto de las silvestres aves refugiadas en la densa verdura sólo coumueve al corazón sencillo; el pronto pajarillo que trinando publica su ventura de la rama caería desmayado si entrar te viese en el jardín sagrado.
En medio del jardín surte una fuente, relámpago luciente cuyo reniso trueno es melodía; porque brote en el césped poche y día fecúndala aquel monte azul del horizonte, y el monte la ha tomado de los cielos; entona sin recelos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica