24 Repertorio Americano Reminiscencias de ciosos y de soprisa inquietante; alto el otro, de. estatura mayor que la or. dinaria, ligeramente encorvado de es.
paldas, muy blanco, barba y cabello SOBRE JOSÉ ASUNCIÓN SILVA, negros, muy negros, y aquélla cerrada y ondulosa; ojos grandes, redondos y singularmente expresivos, por donde Medellín, 28 de junio de 1919.
sé en qué se funda ese juicio; de lo entraba la vida y salía el alma: era un Señor don Horacio Botero Isaza que si puedo responder es de que los hombre hermoso con belleza que osci: que, en provincia nos interesábamos laba entre griega y pazarena.
en ese tiempo por las cosas literarias, El pequeño, de mirada inquieta, se Distinguido señor y amigo: teníamos verdadera veneración, para adelantó y con amable brevedad, preLe estoy muy reconocido por el no decir adoración, por Silva, y mez guntó: obsequio de su estudio. relativo a clábamos su nombre con los de Darío. Restrepo?
José Asunción Silva, y por la defe Verlaine, y Anunzio que empeza Sí. y usted?
rente dedicatoria con que viene. ban a tener inmensa boga; y que entre Sanín Cano. Nos abrazamos como Usted ha escrito con el corazón y los cultores de la literatura a quienes viejos amigos, y luego en tono amis.
el cerebro, y las letras patrias deben traté en Bogotá en 1894, Gómez Res. toso presentó al efebo: agradecer su esfuerzo generoso. trepo, Holguín y Caro, Max Grillo. José Asunción.
Como no es baladí nada de lo que Tirado Macías, Soto Borda, Jorge Algo tembloroso, di la mano al egrese relacione con el egregio poeta, Pombo, Alejandro Vega, Roberto Suá. gio poeta, y le dije: deseo noticiarlo de algunas reminis. Uno de mis grandes anhelos al cencias personales; alguna de ellas XXXX venir a Bogotá, era conocer a usted contiene una completa rectificación don Joeé Asunción.
a un juicio suyo, proferido seguraCon la actitud más familiar mente por no conocer ciertos pormenos pose me colocó la mano en el menores de lugar, tiempo y persohombro, y contesto: nas; juicio de Ud. de que participó Oiga, Carlos; yo soy José Unamuno, por lo cual a él también Asunción, sin añadijos, alcanza la rectificación.
Entré con los dos Maestros a la Refiriéndose a la poesía de Silva oficina de Sanín Cano, en la que titulada Respuesta de la Tierra. había un estante lleno de libros en dice Ud.
idiomas conocidos y desconocidos.
Nos sentamos, y el crítico habló (Guillermo Valencia, cuya autoridad con erudición y profundidad de la acato, pero con quien no estoy en este literatura escandinava, que estuparticular acorde, ha dicho que el poeta.
de que habla Silva en estos versos no es diaba en esos días, y acabó haciendo él mismo, lo cual a mi parecer no es una original apología de Maeteracertado. Lo segundo me hace pensar, linck, a quien admiraba de modo entre otras cosas, que el clarividente payanés uo eutendió el. poema, o que para especial. El poeta habló hermosaé! es risible y cómico hasta el drama más mente de Verlaine y de Mallarmé; emocionante y desgarrador. y al fin, Crítico y Poeta se engolfaron en una disertación acerca del Pues ha de saber Ud. estimado periodismo en Francia, llena de acseñor y amigo, que el clarividente tualidad y de interés.
payanés tiene razón. Luego lo veA eso de las siete salimos a coremos.
mer en el precitado «Club de la Calle Hice mi primer viaje a Bogotá al Real. que resultó ser una fonda u comenzar el mes de marzo de 1894.
hotelucho de pueblo, de biodesta Yo no conocía personalmente a Balapariencia, dirigido por una bono. domero Sanín Cano, pero había rable familia Cristarcho, y donde sostenido con él una correspondense comía muy bien y limpiamente.
cia literaria, en que el Maestro me Los dos grandes intelectuales lo iniciaba en el culto de que él ha José Asunción Silva frecuentaban, por la excelencia de sido Pontífice; acabado de llegar, el los manjares y por la apacibilidad de aquel marzo recibí un telegradel ambiente.
ma de Sanín Cano fechado en Cha.
El Club ocupaba una de las pripipero, en que me decía: rez. y muchos más, encontré igual, meras casas del poblado, al entrar a. Tendrá Ud. la amabilidad de co altísimo aprecio por el cantor del Noc Chapinero por la calle del Tranvía que mer conmigo mañana, en el Club turno.
como se sabe es la prolongación de Calle Real, a las seis. Estará José Imagínese, pues, con qué entusias. la Calle Real de Bogotá: de aquí el Silvan.
mo aceptaría la llamativa invitación.
pomposo nombre.
Puedo dar a Ud. estos detalles por El de marzo, a las seis de la tarde, Pero antes de llegar, nos dijo Silva: que conservo el telegrama. una tarde limpia y de mucha luz Permítanme un niomento; voy a. Que si yo, oscuro provinciano, me desmonté del viejo tranvía, en rcclainar un encargo.
iría a conocer al padre de la crítica y Chapinero, en la oficina de la Geren. entró a un pequeño almacén, de al portalira colombianos? Claro que cia donde trabajaba Sanín Cano. los que llaman de ropaza, habló con iría.
Avancé, positivainente emocionado, el dueño; y ésté le entregó una ruana Leo con frecuencia, tratándose de a la puerta de la oficina, donde me finísima. Ví que Silya pagó por ella Silva, que fué incomprendido y des esperaban dos caballeros: robusto el ocho pesos; y como sabía que el bolpreciado por sus contemporáneos. No uno, bajo de estatura, de ojillos mali sillo del poeta estaba muy escaso, y XXXXXXXXXXXXXX Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica