342 «con las alas abiertas para el vuelos.
Repertorio Americano Algunos juicios sobre los Valores Literarios de Costa Rica de don Rogelio Sotela acá entre nos. qué le parece?
con las dos alas prontas para el vuclo. Este muchacho, por muy sarracena que sea la abulia que Paco Soler y Ud.
le atribuyen, debe tener por ahí tres Habana. vado a feliz término; pero honra, es o cuatro sonetos buenos, gue Ud. de.
natural, mucho más al país, si despo bia baberpos hecho conocer, pues que He recibido su interesante obra blado y diminuto, alto y rico, ya que todo elogio debe ser siempre a poste«Valores Literarios de Costa Ri.
riori.
ca. mucho me complace poder seguir hermanos de habla española y de la aquí viene otro pequeño reparo a en sus páginas el movimiento intelec. tipos ideales tan bello florilegio de intual de su país unido por tan podero.
su trabajo (tengo la manía de dar mi telectualidad.
sos vínculos al mío. He leído ya los (voto razonados, como los congresisSu obra es sana y nobilísima, y será tas. estudios sobre los señores Brenes Me.
de mucho provecho, si se le sabe hacer sén y García Mooge, y éstos me han una inteligente propaganda en el exYa que el espacio de que disponía hecho desear el conocimiento de los terior. este respecto, juzgo que acUd. estaba limitado por el costo de la restantes. No tardaré en leer toda la titud sensata y patriótica del Gobierno. avalores literarios) número por calidad?
edición ¿por qué no sustituir en sus obra, y, de seguro, con provecho. sería la de comprar dos centenares, o más, de volúmenes y repartirlos entre Esto es, en vez de incluir 39 firmas, He recibido, con el mayor aprecio, los periódicos, revistas, gobiernos e presentar sólo 20, digamos 25, apro.
su bella obra «La Senda de Damascop. intelectuales de América y España, vechando ese espacio para exbibir La impresión que me han dejado sus sio excluir a los Estados Unidos, en mayor acopio de páginas selectas. El versos, donde a cada paso encuentro arte no se realiza por adición; sino por donde tanto auge toma día a día nues.
los más felices aciertos de expresión, sustracción. ha sentenciado sutil.
tro idioma.
es muy grata. Resuena en Ud. la voz mente Valencia. Echo de menos, pues, Ud. que me conoce tan de cerca, de un poeta, que no necesita sino sabe que soy incapaz de lisonja, y que Guardia, entre ellos «La Princesa tres cuentos exquisitos de Fernández afirmarse y. completarse.
en este juicio mío no entra en absoLulús. Entre otros motivos fundaENRIQUE José VARONA luto mi gratitud por la generosidad plena de su actitud conmigo. Sabe vindicar su gloria para Costa Rica, ya mentales, por el de que es preciso reimuy bien que lo mismo diría si sus Nueva York, mayo de 1920.
que fuera de Centro América casi elogios estuvieran en razón de lo poco todos le tienen por español; Rómulo He leído ya «Valores Literarios de que vaigo, o si mi nombre no hubiera Tovar es un escritor que aprestigia a Costa Rica. Esa obra ya se hacía ne.
figurado para nada en esta Antología.
su país, y debería haberle concedido, cesaria y más tratándose de una tierra Si su libro por algo peca, es por me parecece, triple espacio del que en donde hay tan buenos y serios, tra. esto, por traducir demasiado literaltiene. Lo mismo digo de Paco Soler, bajadores mentales. La verdad es que mente la bondad de su corazón, que de Mario Sancho y de «Carmen Lira. nos conocen poco, por no decir que es innata e infinita. Ud. 10 sólo es quien, a mi juicio, escribe mejor que no nos conocen, puertas afuera. El fisiolócamente incapaz de dolerse del casi todos los que figuramos en el libro de Ud. es una bermosa campaña.
bien ajeno, sino de regatearlo, iqué libro. El mismo Cardona tiene allí.
digo! usted se considerarla indigno a RAFAEL HELIODORO VALLE poco a su haber.
sus propios ojos, si dejara de sentir Por lo mismo que este volumen es alguna vez un íntimo regocijo por la Cartago (Costa Rica. labor bella de un compañero, compa tengo la seguridad firme de que se un gran triunfo para usted, y porque Su libro se asienta en una gran ge.
triota o colega en literarias disciplinas.
agotará, deseo para mayor gloria suya Su obra de Ud. me ha proporcio.
nerosidad, desconocida en Costa Rica.
nado una grata sorpresa: hay por ahí, y del país, que en la segunda edición La frase de Hobbes, el hombre, lobo supla usted esas deficiencias, inevitaal final del libro, un soneto que vale. bles en todo primer esfuerzo de esta del hombre, parece que hubiera sido la pena. Es de un joven a quien no hecha por uno que hubiera vivido eníndole. Bien sé que le será casi imporecuerdo, pero sí a su familia. Se titre nosotros. Su talento no le sirve a sible sacarnos de allí a unos cuantos; tula «Vuelo Supremo. Ignoro cuánto Ud. para denigrar el de los. otros.
darían Castillo o Rash Isla porque se pero si no se atreve, gauada ya la Porque lo tiene y porque lo usa noconfianza del Editor. podría dar les hubiera ocurrido ese motivo. Deblemente, merece las felicitaciones mayor ensanche a la obra.
nota en el joven autor una robusta generales, entre las cuales va la mía, que tiene de valor el ser muy sincera.
vena poética. Tiene la concepción CAMILO CRUZ SANTOS clara de lo que es un soneto; pero, RICARDO JIMÉNEZ desgraciadamente, desconoce todavía ciertos preceptos técnicos, por otra Cali (Colombia. Mayo, 1920.
parte muy fáciles de adquirir, cuando se tiene lo otro, el estro, la divina ECTOR amigo. usted deveUna semana después de haber reci. chispa. Me refiero a lo que Ud. tiene ras le gusta el REPERTORIO?
bido su amable carta de 20 de abril, bien observado en el soneto de Mar Pues consígale un suscritor más, me llegó su nuevo libro «Valores Lite. chena: el «Muera) y el «Mortecinos» un aviso más. Es el mejor servirarios» que he releído con muchísimo de los versos 50 y 69, y las asonancias cio que puede hacerle. Como interés, como cosa suya y de Costa de los tercetos, que lastiman un poco también indicarle las personas Rica.
el oído. De todos modos, el soneto es Su obra le honra a Ud. por haberla hello, y demuestra que quien lo comque podrían recibirlo. Nos cabe planeado, seleccionado, acotado y lle.
el derecho de tanteo con ellas. puso está. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica