262 Repertorio Americano LA VIDA RETIRADA las de Patience Worth. que se dicen y «El Pontón encallado. Avivan el bes asoman sus curiosas copas los dureveladas circulan profusamente. Un recuerdo de Poe y arrastran hacia el raznos en flor, los almendros de los periódico estadounidense declara que dominio de las afuerzas extrañası, campos de Castilla y a lo lejos, hasta libreros y bibliotecarios confiesan que donde el destino trastorna con un leve donde alcanza la vista, la inmensa lla.
la espírita, es la literatura predilecta soplo las realidades y desargra el co nura florecida porque es la primave.
de la postguerra. Pero el público ya razón, dejándolo herido con morde ra trueca el glauco del amanecer por no quiere manuales de vulgarización, dura de serpierte cuyo veneno destru el verde brillante que la viste. Espe.
ni obras anónimas, sino leer a los ye todo el sustento moral y filosófico ranza cierta del fruto que plantó puesautores famosos y los libros funda de nuestra ordinaria vida. Es un libro tra mano y cuidó nuestro cariño.
mentales. Las revistas de estudios que lleva al país de sombras, a través Jardío en el huerto, jardín en el campo psíquicos publican muchos relatos de almas, desiertos y mares, pero que, dilatado, jardín sobre todo en el coracomo el del «Camarada Blancos y re sin embargo, encallado en los proble. 2op optimista y bueno que sabe com.
fieren numerosos casos de conversión mas de la subconcieucia, no logra prender!
y de entusiasmo tan notables como el descubrirnos los ámbitos de la visión De pronto los árboles son agitados del doctor Conan Doyle. Es la pre astral. Con otro estilo, saturado del levemente por la brisa; Fray Luis alza sente, pues, la hora propicia a libros interno perfume de inquietud claro. la cabeza, toma la pluuia entintada y como el de Adolfo Agorio, quien dice vidente que ablanda las palabras y las escribe; del suyo. que ha sido vivido hon torna aéreas, este libro sería por la El aire el huerto orea damente, alimentado con el aliento de forma, como es por el propósito y la y ofrece mil olores al sentido, las reencarnaciones, dictado por la concepción: sugerente, bello, vigolos árboles menea experiencia de otra vida. roso.
con un manso ruido Comprende très narraciones. La que del oro y del cetro pone olvido.
Rishi Abura. Los Perros Blancos»
Allá, en la bondonada por donde Una fontana pura hasta llegar corriendo se apresura una vaca tañe su lira monocorde llamando a su receptel. las mil activi. IMPRESIONES DE UN ESTUDIANTE)
dades eglógicas del siglo XVI no ini.
piden que Fray Luis continúe su ASTA mi ventana se alza el vaho ¡Ou campo, ob monte, oh río! canción: sutilísimo desprendido de las ¡oh secreto seguro deleitoso!
roto casi el navío piedras de las casas, del suelo, por las la sombra tendido a vuestro almo reposo de yedra y lauro eterno coronado, refrescantes gotas de los primeros Luyo de aqueste mar tempestuoso.
puesto el atento oído aguaceros de abril. Hay un trinar de al son dulce, acordado, pájaros felices; frente de la casa, res y desfila ante mi vista el cuadro comdel plectro sabiauiente mepeado.
guardándose, unos niños endulzan la pleto, tantas veces descrito, pero jamás paz de la tarde de lluvia con las esca tan magistral, tan sobrio, tan huma.
Luego se signa para dar gracias a las cromáticas de sus risas; pero por so pamente. Dónde lo compuso Fray Dios, pone arenilla sobre los renglo. bre todos los ruidos y en todos los rui Luis. qué hora lo hizo? Para ima.
nes sangrantes aún, y se retira, con dos, llega el haz cristalino que produ ginarlo vuelvo a evocar la armonía y la ligereza de uo mancebo a los veinte cen las gotas al colarse por la ventana. uno el ritmo del verso con el ritmo afíos, a rezar los maitines.
Es la paz. No me pesa en el corazón SALVADOR UMAÑA: inguna duda, ningún cruel remordimiento, ninguna inquietud. Alzo ALLÁ, en un monte siempre verde, Escuela Normal de Costa Rica, abril de 1917.
entonces la vista un poco y veo el surcado por veredas, cortado por el jardín. Cómo tiemblan las rosas, paso de murmuradores arroyos, en el cómo se regocijan los geranios color jardín de la rústica. casa de corredor de rubí con la caricia inefable del agua de teja rosada como la ilusión y de BOCACCESCA. Garnier. San José que cae! El limonero, el aguacatero, ventanas enrejadas, se halla un ancia.
de Costa Rica, 1919.
los demás árboles, destilan líquidos po fraile, pequeño, de pelo blanco y brillantes y por sus ramas bajan to. de piel que ya no es tan bianca como In última producción de José Fabio Garnier, apreciable autor teatral y crítico literarrentes de dicha! Esta no es la lluvia transparente. Ligeramente inclinada rio de la nueva generación costarricense, de monótona y triste del medio del in la cabeza, se acaricia la barbilla bien quien he tenido el placer de leer excelentes vierno; esta es la lluvia clara, alegre, afeitada y fina con la mano izquierda trabajos, es una historia sumamente interelluvia infantil, mil veces bendita, que mientras que con la derecha sostiene sante, irreprochablemente escrita, que nos cilenla su autor con un lenguaje apropiado sigue a los fastidiosos días de nuestro un cuaderno brevísimo. El crucifijo a la indole de la obra. Se revela Garnier en verano tropical. Lluvia que vienes a de plata blanquea en el fondo negro este libro un amenésimo narrador de gran traer la vida y la paz sobre la tierra, de la sotana como si fuera el corazón, talento; que a no dudarlo nos ha de brinbienvenida! Quedan las plantas lim. carazón blanco! Cuánta luz en los ojos, portancia que la comentada, agradabilísimă dar en el fituro producciones de mayor impias y pulidas; la tierra emana dulce cuánta nobleza en los rasgos, cuánta historieta esta que algunos espíritus plenos emanación y de nuevo florecen los armonía en esa vida que reposa sobre de prejuicios censurarán por inmoral y queso rosales, los limoneros, los lirios. Ya el taburete de cuero, bajo los árboles aplaudo porque la conceptúo una creación lo dije, es el nuncio de la paz.
del huerto. aunque humilde parezartistica y, porque lo menos que me preocupa en una obra de arte es el mayor o menor La paz! meditemos sobre la paz. Es ca, es un Príncipe, Príncipe de la Be grado de inoralidad de la misma, como que la paz de la Naturaleza, la paz de la lleza.
pienso con el perilustre Herrera y Reissig casa solariega, dulce paz campesima. Es la del alba. Se precisan los colo que la moral en el arte es un punto de vista; En este moment aparece Fray Luis res, se despiertan los ruidos; a Dios que el arte 110 este obligado a ser catedra evangélica y que la Belleza es por sí sola en mi visión como un símbolo y de gracias hasta aquí no llegan los afanes se produce sin condición.
mi mente brotan los versos dulces de las ciudades y se puede soñar, se como la miel: puede vivir. Tras de la tapia de adoR. MARTÍNEZ SOLINÁN. del agua.
Costa Rica en el exterior. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica