292 Repertorio Americano RUBEN DARIO FRANK CRANE Ens 7 po redunde en comodidad material, parece anacronismo, sin plegarme a sus caprichos, voy a mantenerme en el terreno de lo eminentemente prácN su última visita a Nueva York, nombre un soneto alejandrino. El tico, sin hablar de la innata curiosidad, Rubén Darío manifestó deseos de Doctor sonreía, sonrisa que interpreto del deseo de saber y de honrar el disconocer al Doctor Frank Crane, edito Rubén a la letra; pero a pesar de todos tintivo de Homo sapiens con que el rialista de El Globo. El doctor habla los esfuerzos hechos por ahuyentar la naturalista nos designa: bien el francés, es conferenciante, ha caravana, fué inútil. No se marcha.
viajado mucho por las capitales euro ron, regresaron a sus butacas, acomo 19 Hay en Francia, en casi todos peas, es autor de libros y dice que se dáronse, y diéronse a fumar cigarros los puertos, un naturalista marítimo. siente interesado por el movimiento y cigarrillos por cuenta del Doctor. él estudia los animalillos, a veces literario de la América española y por La humareda que allí se formó pug microscópicos, que indican la llegada la labor poética del mayor de suis poe. naba por asfixiar al poeta y al doctor. de los grandes bancos de sardinas, tas: Rubén Darío.
También se tomaba largo: brandy, arenques y otros peces. Él entonces, Cuando el Doctor supo que Rubén wiskey, menta. Hubo quien pidiera indica a los pescadores el tiempo de deseaba conocerle y celebrar una en leche batida. a todo esto no conver actuar. Este sistenia sirve mucho más trevista con él, no omitió medios por saban el poeta y el doctor. El libro de en países donde se caza la ballena, pues efectuarla en uno de los centros de Oscar Wilde que a propósito había: estas últimas siguen a las sardinas y recreo de Nueva York.
llevado consigo Frank Crane, perma los arenques. la hora indicada, en un saloncito Decía cerrado sobre sus piernas. la preparado ex profeso en el American concurrencia charlaba sio solución de 29 En Estados Unidos se destruyen sistemáticamente las ardillas silvestres Club, Frank Crane aguardó a Darío continuidad. Hablaba de todo: de ne.
en una bella tarde de no recuerdo qué gocios, de grandes empresas, de las para evitar que al ganado vacuno le mes de 1918.
hembras de Broadway, de las pantodé una cierta fiebre. Este al parecer ¡Cuántas sas iba a hablar con el trillas de Margarita Winter, estrella loco proceder, se debe a que las ardillas poetal Recuerdos de Lutecia, Verlai cinematográfica, de las comedias de sou portadoras de garrapatas que disene, Oscar Wilde (el Doctor fué uno: Charles Chaplin.
minan por todas partes, y, éstas son de los amigos de Oscar, en Francia, y Rubén escudriñaba con sus ojos io. las trasmisoras del microorganismo causante de la fiebre.
conserva de él uno de los cinco ejem. quietos el alma del Doctor. el Docplares que existen del De Profundis) tor pensaba: Si la colonia que habla La trasmisión de la fiebre amariy de otras muchas cosas de París. español en Nueva York fuera tan lla, paludismo, filarias etc. debidas ca. las cuatro llegó Rubén acompa. grande como la italiana. si exclusivamente a los zancudos, dió. ñado de muchos amigos, que presentó Espero inútilmente quince minutos al hombre medios nuevos de defensa.
al Doctor.
más. Nadie se iba. Pero él se puso en Después de la presentación pensó pie, reloj en mano, fingió una cita, 40 Los barcos emplean actualmente que los amigos del poeta se retirarían estrechó la mano del poeta y se partió grandes discos de hojalata atravesados dejándolo solo con Rubén. Pero no dando la orợen al cantinero de seguir por los cables que los unen a los puertos fué así, a pesar de la larga pausa que sirviendo por su cuenta licores y ci con el objeto de impedir a las ratas hizo con objeto de que todos se lar garros a la concurrencia. Aquella genportadoras, de pulgas, que a su vez garan.
te siguió bebiendo y fumando.
llevan la peste bubópica, comunicarse Pero nadie se iba. Hablaban, habla Cuando el Doctor hubo respirado el de una a otra parte.
ban hasta por los codos.
aire fresco de la calle, pensó a buen 50 Laveran estudiando la sangre de El Doctor sentíase abrumado. seguro: para poner fio a aquella reunión que Creí que el poeta vendría acompa lo producía.
los palúdicos identificó el gérmen que no soño. recordó que faltaba un re. õado de un cortejo, pero desgraciadaquisito que llenar: la ioscripción de mente le ha acompañado una recuas.
69 Schaudin, simple zoologo, deslos visitantes en el libro de registro Cuando alguien le recuerda esa tar cubre el treponena de la sífilis. Hace del Club. Se puso de pie expresando de, exclama: la distinción entre las amebas patóa la concurrencia su deseo de inscri. Dios mío. genas y las que no lo son. Establece birlos en el libro. Todos le siguieron definitivamente el ciclo evolutivo del y no faltó quien firmara dos veces y (De la revista Sin Nombre. Nueva York, paludismo y muestra la parentela entre hasta quien escribiera debajo de su número de mayo de 1920. los microzoarios de la enfermedad del sueño y los de la sífilis y otras enfer.
medades similares.
79 Metchpikoff. el biologo más notable de nuestra generación, estudiando larvas de insecto descubre la Esta pregunta la dirigen a menudo elogios sobre la bondad de los estudios fagocitosis y gran parte del mecanismo personas que sienten ya antipatía biológicos expresados por alguien que de la inmunidad.
porlos estudios científicos. Uo Ministro de ellos nada sabía. Este elogio me dió de Instrucción Pública me preguntașa tanta repulsión como la burla del las químicas y tratando de unir la 89 Erhlich, disvariando sobre fórmuMinistro. Qué va vå: a estudiar. Este, el reverso de química a la biología, no descubre, una mala hace más, CREA SU 606 y luego el 914 Ciencias naturales, le dije, y medalla.
que libran gran parte de la humanidad repuso. Con qué se come eso?
Querría en pocas líneas decir, no del terrible flagelo de la sífilis. Este es el anverso.
para qué pueden servir, sino de qué Podríamos continuar, pero para terhan servido.
minar digamos como los franceses: REUNIDOS en una mesa de un res En este tiempo post guerrero. en. et ainsi de suite.
taurante de París, escuché múltiples que cualquiera vista del espíritu que PICADO una vez. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica