310 Repertorio Americano JOSE MORENO VILLA José cedido de un ensayo de Ortega que gana al ser leído de nuevo, 1914; Luchas de a Penan y. Alegria» y su Transfiguración (alegoría. 1915; Evolucio.
OSÉ Moreno Villa pertenece a la dición de Giner. En el mundo de la eru nes, 1918. Todos contienen versos; el aristocracia cerrada de la literatura dición, es aliado del grupo que encabe último, además, prosa. española. No lo digo como metáfora za Menéndez Pidal, hombres de disci El poeta es de Málaga, y reside en de elogio; hablo en términos de clasi plina perfecta y saber acrisolado. No Madrid. Su primer libro tiene sabor ficación estricta, técnica. Quien obser tenía ramificaciones americanas; de andaluz; en el segundo, se advierte ve el cuadro actual de la literatura esque está descubriendo a Castilla. pañola con sentido de la estrategia Castilla domina en los dos libros posliteraria (arte sobre el cual saben tanCon este prólogo de Henriquez Ureteriores. El tránsito de lo andaluz a tas cosas los franceses. se dará cuenta ña se engalana EL CONVIVIO que lo castellano, de la riqueza a la seve.
de que existen en Madrid cinco clases acaba de salir: FLORILEGIO, de Moridad, de la pintura a la reflexión, de.
literarias. Una, los escritores que reno Villa, 22 piezas, prosa y verso, la música al ritmo abstracto, se obestán fuera y por encima de todo grucomponen la selección, hecha por el serva en él aún más claramente que en po, ya por su mérito excepcional (tal mismo Henriquez.
otros contemporáneos suyos. La evo.
fué el caso de Pérez Galdós. ya por Se vende el tomito a 75 céntimos en lución de Jiménez tiene tanto de imuna combinación de mérito y de forla Librería de don Jaime Tormo.
pulso espiritual puro, que no cabe tuna (como en el caso de Blasco Ibáatribuirla de modo principal al paisaje: ñez. Otra. todo el mundov, la de.
América había recibido poco: pero no ni tampoco ha muerto su Andalucía mocracia literaria del periódico del hay que olvidar que reconoció siempre interior. aun despojándose de galas, libro improvisado. donde no faltan a conserva sus tesoros de luz, sus dia.
veces grandes talentos, como el humo a Rubén Darío como aliado y maestro, y que escuchaba de lejos, la voz persuamantes puros y sus cristales diáfanos.
rista Julio Camba. Otra, el círculo de siva de Rodó. Confesemos que a menuAntonio Machado, hijo de Sevilla, las reputaciones oficiales, y a menudo (se encontró a sí mismo» en los camartificiales o inexistentes, resto de la do el hispano americano no sabe orien.
tarse en la España intelectual, porque pos de Castilla la vieja. Pero su herépoca de la Restauración: por ejemplo, o la desdeña, o la admira sin discerni mano Manuel, aunque sabe hallar muchos académicos. Sabe nadie, en.
notas de energía en la tierra castellana, tre el público de simples lectores, quien miento, y en clianto llega a Madrid como su célebre esbozo del destierro se echa en brazos de los fabricantes es el señor Sandoval, o qué ha escrito de sonetos fáciles, o de novelas eróti.
del Cid, alcanza su plenitud en los el señor Gutiérrez Gamero? Otra, muy cas. Ahora el grupo cuenta con miem poemas andaluces.
interesante, los excéntricos: tales son, bros americanos como Alfonso Reyes, así creo que ocurre también con por ahora, los poetas ultralstas. y aun entre hombres de generaciones Moreno Villa. En su etapa castellana otra, en fin, la aristocracia cerrada.
anteriores tiene excelentes amistades, hay originalidad, vigor, sentido del Es larga y compleja la formación de (carácter de las regiones centrales como la de don Francisco de Icaza.
esta aristocracia que, bien se comprenAunque llamo cerrada a esta aristo. españolas, hasta en los pormenores de, surge después de 1898. Para unos, existe como cosa de selección conscracia, no quiero decir que la falte grotescos; pero creo que, como simple, ciente y voluntaria; para otros, como deseo de abrir las puertas, por ejemplo, poesía, vale más el conjunto de su a los más jóvenes. Entre éstos, descuetapa andaluza, o, si se quiere, de su ambiente natural, sin que parezcan brió a José Moreno Villa, hacia 1912. fase andaluza, puesto que todavía pensar en ello. Sus miembros se disvuelve, a ratos, al tono de las mejores tinguen por la depuración de los guscomposiciones de Garba y del poema tos, por el amor al decorum, que se En la selva fervorosa, del libro El Pa.
extiende a las formas sociales. Se les MORENO VILLA tiene ahora cuatro sajero. En finas notas de color, en conoce, en la conversación, por los libros: Garba, 1913; El Pasajero, preimágenes curiosas o delicadas, en ritadjetivos discretos: pada del «genial, mos musicales, en sugestiones a veces y del «sublime de que abusan los gamisteriosas, está evocado allí el Sur cetilleros; comúnmente, les basta de.
de España.
cir. está bieny, a la francesa, o «es interesantes, a la inglesa. Juzgan ráGaleras de plata por el río azul.
pidamente las cosas mediocres, y no RA de mimbre, con forros de seda vuelven a hablar de ellas. Pero sus pajiza en el interior adornado con ¿No veían ya los seguidilleros poexigencias reconocen límites prudenbotoocitos de oro. Lo tomé de sus pulares de Sevilla, en el siglo XVI, lletes: cuando el escritor representa vamanos y lo contemplé largo rato como gar «a la Torre del Oro barcos de lores nuevos, aunque tenga extravaa objeto dilecto. Mientras lo exami plataw?
gancias personales, como Valle Inclán, naba, mis manos rozaron suavemente, o Pío Baroja, se le incluye en el círculo dulcemente aquellas manos femeninas Véspero azul de la tarde violeta.
selecto, sin esfuerzo, y aun sin que que también me parecieron de seda.
Después no la ví más, ellos lo sepan. Para dar idea de lo que así pasaron Colores nuevos; pero ya jugaba con es la clase, bastará mencionar unos inuchos días.
los colores con otros. Góngora.
cuantos de sus miembros mejor conoHoy nos hemos encontrado en un Arpas y liras, violines, rabeles, cidos: Unamuno es su filósofo místico; tranvía. Ella bajó los ojos y guardó jah! y la guitarra de mi corazón.
José Ortega y Gasset es su filósofo in. silencio. Al cabo de un rato me miró telectualista; Juan Ramón Jiménez y con expresión de duda, miró de nuevo Música meridional entre todas: la Antonio Machado son sus principales al suelo y con voz insegura me dijo guitarra morisca que «sale gritandov poetas; Azorín es su crítico; Enrique entre medrosa y anhelante. Estoy en los versos del Arcipreste.
Díez Canedo es su humanista moder pensando en mi costurero de mimbre.
No me atrevo a asegurar que mis no. En la pedagogia social, la clase Yo bordo por las tardes en mi venpreferencias meridionales (mis prefeentronca con la Institución Libre de tana. rencias van cada vez más y más hacia Enseñanza, con la clara y fecunda tra.
RUBÉN COTO el Sur) habrán de ser compartidas por.
EL COSTURERO ERA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica