118. Repertorio Americano Leyenda Guaraní banzas. Pero América no comprendía de insomnio y la misma puerta de la site. Usted debe cerrar sus ojos y penaún la obra de Poe lo suficiente para sala por donde entraba y salía. El sar en Poe, en su esposa niña, en el permitir su entrada en aquel ridículo guardador de este monumento nacio ainor y la miseria de que estas pare. Palacio de la Fama. Hall of Fanie) nal vive allí con su familia. Es un des han sido testigos. y usted saldrá de New York, al otro lado del río, le puesto político el de guardián de la seguramente con el corazón oprimido jos del corazón de la ciudad, lo mismo quinta de Poe. Yo no descubro otra al descubrir que hay pueblos que tieque del corazón del pueblo, el mismo razón para destruir el huerto, el moli. nen gran amor por los dólares, pero en que hace sólo un mes el busto de no, los viejos árboles y toda la adora no por sus grandes hombres.
Whitmau encontró que le negaban ble escenografía que había encantado «La quinta fué ocupada hasta que cabida.
a Poe, que la de adjudicar el contrato llegó Poe por un cochero de nombre La casita de campo de Poe, el único para esta obra a algún contratista con Stewart. Este pagaba dieciocho hogar de Poe en este mundo, el lugar influencia política.
dólares al mes de alquiler, y los pagadonde había amado, vivido, soñado y Cien mil dólares se hao gastado en ba con regularidad; Poe tenía que pa. pasado hambres durante tres años, fué este homenaje a Poe. El Estado está gar cien dólares al mes, y los pagaba el escogido por la Legislatura del Es orgulloso de haber gastado tan grande con irregularidad. tado para convertirlo en el monumento suma de dinero por la memoria del He aquí una de las sentencias que nacional dedicado a la gloria de Poe. poeta. Pero el corazóu de América no suelen oir en los labios de los fieles Un clérigo había adquirido el título ha llegado allí. La casa donde el amor guardianes de la quinta Poe cuando de la propiedad. La casita había sido había hecho su nido está vacía y he. alguien la visita.
construida en 1797, con buenos wate. lada. Usted, lector, debe traer amor (Del «Pearson Magazines. Tomado de riales, y a causa de haber sido ocupa. y reverencia a esta casa cuando la vi Cuasimodo, Panamá, setiembre de 1919. da constantemente en los últimos cien años, permanecía eu bastante buen estado. Su valor, incluyendo el solar, podía calcularse en unos mil quipientos dólares, tasándola muy alta. El buen clérigo, tan prooto conio leyó acerca de la proyectada ley para comMBOPI GUAZU prar la quinta, se apresuró a subirle el precio a diez mil dólares. No hay que (EL VAMPIRO)
decir que obtuvo el dinero. Entonces el Estado adquirió lo que hoy se deno.
le rodeabau. Se añadía que la carne mina. Fordham Park, incluyendo la humana era su manjar apetecido, y huerta y el arroyuelo. Se consultó a Era Yaguareté. un cacique temi. que sacrificaba tiernas criaturas para los arquitectos y se hicieron los planes do por su tribu, y más temido aún devorar sus entrañas en canibalescos para un parque público en el mismo por las tribus enemigas. Su crueldad y horrendos festines, sitio. Lo más natural habría sido el no tenía límites: por eso a muchos so En fin, las tradiciones que acerca de trasladar la quinta de Poe al medio de les de distancia se le conocía con el Yaguarela corrían de boca entre sus la huerta, junto al plateado arroyuelo, mote de a el tigre. Esto no obstante, hombres de guerra, ya muchas jorna.
coleccionar todas las reliquias de Poe su predominio entre la indiada aumen, das de distancia de su comarca, le pioy establecer allí un santuario nacional taba incesantemente, pues la victoria taban como un monstruo, que tenía donde los jóvenes estudiantes pudieran era su compañera inseparable, y allí tanto de hombre como de fiera y del venir a rendir su tributo a la memoria donde. Yagrareté se presentaba con sus cual era preciso precaverse, sobre todo del gran poeta. No era posible encon huestes feroces, rodaban las cabezas en sus días sombríos, que eran los más trar ningún sitio más romántico en enemigas por centenares, sin que hu del año, toda América que el de la pequeña biera piedad ni aun para las mujeres quinta, donde el amor Labía anidado, y los niños indefensos.
III donde el poeta de.«Annabel Lee» ha Sentía el salvaje la obsesión de la bía consagrado su vida toda a su úni.
sangre. Verla correr sobre la verde La ruda lucha bahía llegado a su co amor, a su Virginia, a quien él grama de los campos, después de la térınino. Vencido y disperso el enehabía cantado en muchos poemas re. pelea, era para él un deleite supremo. migo, Yaguareté dirigía el reparto del citados diariamente por millones de En esas horas trágicas sus mismos botín entre los suyos, señalando para niños en todas las escuelas del país. parciales temblaban al acercársele, te sí, como lo hacía de costumbre, la Pero ¿qué hizo la Legislatura del miendo ser víctimas del vértigo rojo parte principal de lo cogido. La esceEstado? Los manzanos fueron arran. del cacique.
na se desarrollaba en medio de una cados, el arroyuelo fué cegado, y se selva, en plena noche y a la luz de las trazó en su lugar el plano de un par.
II fogatas del vivac. Armas, mantas, que feísimo. Allí está. El lugar más Decíase de Yaguareté que no era pieles de venado y de jaguar, plumas caliente en toda la vecindad durante de variados colores, vituallas y mujeel verano y un verdadero pozo en el hijo de mujer. Corría una conseja res y niños cautivos, constituían el invierno. No tiene un sólo árbol que entre los infieles, singular y portentosonbree la yerba: la quintita, trasladasa. Se contaba que el caudillo fué la despojo hecho en la jornada a la tribu derrotada y fugitiva.
da de su sitio de origen, ha perdido llado, a poco de nacer, en el hueco de Entre los prisioneros todavía respe.
todo su encanto. En la planta baja un añejo tronco de ombú (2. y que le tados por la bárbara horda triunfado.
han abierto un sótano, le han puesto dieron a luz con dientes y que, de su ra, hallábase un cacique tupi con su un cuarto de baño, gas y luz eléctri.
garganta, en vez de lloros, partían familia: la mujer y tres hijos de tierna ca en cada habitación. pero no queda agudos silbos y chirridos que hacían edad. Estos lloraban amargamente, alli nada que le hable a uno de Poe.
estremecer de pavor a las personas que abrazándose a las rodillas de la madre.
Por supuesto, hay las mismas venta.
El cautivo, en cambio, fuerte de áni.
nas que él abría y cerraba, los mismos (1. Yaguarelé Guaraní: tigre.
mo, miraba con altivez a sus enemi(2) Ombú. Arbol indígena de los países que for pisos que él solía pasear en sus noches gos, erguido en medio del grupo for1.
mao la cuenca del Plata. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica