Bourgeoisie

86 Repertorio Americano rra. No es tal vez de oportunidad, ni grupo de las más prósperas uaciones, razón 110 se ha apoderado jamás fobia entra en mi ánimo, aunque para ello gravita con su ingente pesadumbre alguna: mi espíritu se reconoce deudispongamos ya de un inagotable acer sobre pueblos e individuos y atraviesa dor a la cultura de casi todas las navo de episodios, trazaros con un cuadro la tierra toda como una herida, como ciones beligerantes y se cree capaz de.
de la guerra, su dramática psicología; una úlcera, como una lepra abomi. conciliar todas las filias en una armo.
pero no es posible tampoco olvidarla, nable.
nía supremna. Si be desesperado alguna bi mucho menos desdeñarla cowo fuen Todos los progresos de que se ufa. vez de nuestra civilización, hasta verla te de mal, de tristeza y de error, por nan los partidarios de la guerra, esta. condenada al naufragio y a la muerte que nada ha pervertido, emponzoñado an ya en germen en la paz, y todos en la gran charca de púrpura que es y conturbado tanto la conciencia de ellos a la vez, con su probable desarro el vasto campamento de Europa, fué la humanidad, como la presente catás. llo, uo nos resarcen de la pérdida de ante el pensamiento de que, repretrofe del mundo. No me refiero, desde tanto gernien sofocado cuando estaba sentando en su mayoría las naciones luego, a quienes por un legítimo y sa. próximo a estallar, preñado de futuro. beligerantes, además de la mayor suma grado interés de raza, de nacionalidad, Entre. los hombres que viven digoa de fuerza y de riqueza, la mayor o siquiera de estirpe, tienen puesto su mente su vida, dedicados a una rioble suuia de inteligencia, no pudieran im.
corazóu en el centro wisnio de la ca. actividad intelectual o material, no pedir o al menos limitar la catástrofe, tástrofe. Aludo sólo a quienes mate hay uno, así sea de avanzada la época y fracasaran por medio de sus pensarial o moralmente la guerra fustiga de de su muerte, que no se lleve la secre dores y estadistas, en el empeño, realejos, a título de simples humanos, ta amargura de haber dejado un plan lizado sin duda, de encontrar, cosa con su destrenzada cabellera de Me. por trazar, un proyecto por empren no difícil así entre los individuos dusa. La espontánea y casi nunca der, o una obra empezada por con como entre los pueblos, aquella línea razonada simpatía de cada uno hacia cluir; y si esto sucede a hombres muer de coincidencia de intereses de que una este o aquel pueblo, la natural ten. tos en la vejez, imaginaos lo que su vez nos habló Ferri, con su prodigiosa dencia a defender la más o menos con. cederá a hombres de veinte a cuarenta grandilocuencia latina, en la Universiderable parcela de cultura que de años, en flor de juventud o en plena sidad de Bitenos Aires. Pero no extineste o aquel pueblo se recibió, mante. madurez de vida, cuando ésta se des guido ni limitado el incendio, cerrados nidas y exaltadas de una parte por la pliega a sus ojos en perspectiva inter los pasos a todo buen deseo de mediar, sola prolongación del conflicto, y de winable y el estudio y la vocación ya niuchos espíritus optaron por situarse otra parte por las gigantescas propa. les han dicho cuáles serán su puesto y eu la línea fronteriza, por encima de gandas tendenciosas echadas a volar su obra y hasta las consecuencias de la lucha, o, para decirlo con la célebre con alas de mentira y fantaseos inte su obra en el taller del obrero, en el expresión del escritor francés Romain resados de publicistas, prensa y cable taller del artista, en el laboratorio del Rolland, audessus de la melée, en acde todos los países en lucha, han aca. sabio; y así, con un fácil esfuerzo de titud que fue bautizada de olimpismo bado por suscitar la bestia cavernaria imaginación, os aproximaréis a calcu con ironía desdeñosa, Tal fué desde en toda su fiereza dentro del corazón lar con tino, en calidad y número; el primer instante wi actitud espiride los hombres. No hace mucho, un cuanto capullo de arte, cuanto unilatual, y no rehuyo el nombre de olinescritor nuestro, Pocaterra denunciaba gro de ciencia, cuanta maravilla del iesos instintos de asesinato plácido y trabajo, cuanta potencialidad, en suma, pista a ese respecto. nadie aconsejo el soberbio olimpismo de un Rolland, burgués en algunos de los que se de ha caido traicionada, asesinada; en la tienen ante las pizarras donde la prensa fosa de pantano y de dolor de las porque para adoptarlo se necesita de una soberana alteza de espíritu como local anticipa a sus lectores las noti trincheras.
cias diarias de la guerra, a extasiarse, El instinto de asesinato, no saciado, necesita menos para, en el momento de una extrahunana bravura. No se como ante la cifra de un premio gordo se deriva y complace en tan continuo de ser invadida la patria, salir de ella, si éste fuera suyo, ante el número asalto a las conciencias, que las gue.
enorme de víctimas que ese día cons. rras de Independencia, la Revolución posponer el espíritu de patria al más tituye el siniestro lote del pueblo de francesa y la Reforma parece como, si quien gratuitamente se lian declarado se hubieran salido de la historia y 110 contrarios. Hay quien llega a la significasen hoy conquista alguina para Repertorio Americano apuesta, como ante una trivial riña de la libertad humana. Cada venezolano, gallos, en tan macabro deporte, como durante nuestra edad media política, Antología de la prensa castellaua y hay también quien celebra y enumera debía confesarse godo o liberal, y si extranjera.
De Filosofía y Letras, Artes, Ciencon toda ingenuidad y beatitud los alguno, por ingenua despreocupación cias y Eclucación, Alisceláneas y Docugrandes progresos realizados a favor partidaria, o porque participara de un mentos de la guerra, por la industria, entre tercer punto de vista, o considerase muchos otros beneficios.
buenos muchos otros puntos de vista, Publicado quincepalmente por Muy bien sé que la guerra es a veces no se dejaba, o no aparentaba siquiera GARCÍA MONGE Cía. inevitable, necesaria y alin utilísima; dejarse encasillar en la casilla gualda EDITORES pensadores y escritores de todos los o en la casilla roja, ése era víctima.
países la han ensalzado y loado; yo irredimible y segura de los dos bandos Apartado 533 mismo, pecador de mí, en ui libro de contendientes. Pues, ahora, la grosera SAN JOSÉ, Costa RICA, mi primera juventud, canté los frutos imposición reprochada a nuestra barde su vientre diabólico; pero, como barie, la han practicado y practican todo evoluciona, la guerrra, sin 110so por la sobrehaz del planeta, y a la luz El numcro suelto.
tros advertirlo, había evolucionado meridiana, muy civilizadas poblacio.
más allá de toda previsión, más allá nes e ilustres gremios e individuos. pagada por anticipado y soli.
citada a la Administración.
de cuanto pudiera adivinarse entre las cada uno pretende imponer su filia, o Para el extranjero, el número wisnias alucinaciones de la locura; inás bien su fobia determinada, porLa serie anual (24 entregas. La págiua de avisos, por inporque todas las guerras antiguas y que, al parecer, el apior a los de un modernas aparecen como idílicos pa bando tiene sui expresión cabal y única satiempos, como fáciles juegos de en el odio exclusivo a los del otro.
57 de descuento. En el anual, un 10.
niños, frente a ésta que, partiendo del Por lo que a mí respecta, en iui coECONOMIA DE LA REVISTA 40 La serio trimestral (6 entregas. 00 suelto. 15 oro an. 00 serción.
20 00 En el contrato semestral de avisos se da un Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica