AMAUTA 13 R L D Ο Desde el comienzo de esta lucha, desde los primeros indicios de su rebelión, la juventud latinoamericana ha sentido la solidaridad y el aliento de los grandes espíritus.
La influencia del pensamiento de Romain Rolland sobre nuestras primeras reacciones es innegable. En los días de la revolución estudiantil ¿quién no ha oído resonar en los debates agitados de nuestras asambleas juveniles el nombre del autor de Juan Cristobal. Quien de nosotros no ha sentido el orgullo de ver lanzar contra nuestra generación los mismos insultos con que la histeria nacionalista trató de ensuciar a Romain Rolland? Pocas obras y sobre todo pocas vidas europeas son tan cercanas a la insurrección de la juventud latinoamericana. Nosotros hemos visto siempre a Romain Rolland bajo los rasgos de un admirable insurgente y cuando en 1922, Jorge Federico Nicolai llegó a la Argentina, llamado a tomar posesión de una cátedra por la revolución triunfante de los estudiantes de Córdova, encontramos algo de la obra de Romain Rolland en la figura de precursor de este gran hombre de ciencia. Traducidas en nuestra lengua las obras de Romain Rolland. cuál estudiante de aquellos tiempos no las apretaba bajo el brazo o no las leía a escondidas mientras el profesor explicaba Derecho Romano o Derecho Eclesiástico en las universidades pre revolucionarias?
Pero entonces Romain Rolland ignoraba todavía la América Latina. Talvez no conocía sino lo que la ideología burguesa hacía conocer de nuestras democracias.
Los intelectuales de la vieja generación presentaban siempre a América como sometida a Europa sin que nosotros pudiéramos levantar nuestra protesta. Más tarde Romain Rolland conoció el movimiento de nuestra generación sabiendo que una vez más la sangre de la juventud insurreccionada había corrido en el sacrificio heroico que sufrió la juventud del Perú por nuestra causa en mayo de 1923. Al mismo tiempo supo que la obra de la revolución de México, tan tendenciosamente desarreditada por la prensa norteamericana, significaba una vasta tentativa social y cultural de nuestros pueblos. Una carta de Romain Rolland a José Vasconcelos, el gran profesor mexicano, fué publicada en 1924. Rolland saludaba con admirable emoción la causa de América Latina, el espíritu de su nueva generación, el deseo ardiente de salvar a nuestros pueblos del peligro de la nueva conquista. Desde entonces Romain Rolland es el gran amigo de nuestra causa, su mejor amigo en Europa preocupada e indiferente.
No he querido referirme de una manera concreta a la influencia de Romain Rolland sobre las fracciones puramente literarias de nuestra generación, porque hubiese sido particularizar el sentido de estas líneas que más que en nombre de una sección intelectual, hablan en el sentido de la vasta influencia ejercida por el revolucionario y el artista sobre la formación de un nuevo espíritu en la América Latina.
Panoramas en la tarde de los perfumes.
Por la tapia rosada suenan infantiles juegos Las gaviotas del prado alegre, pasan por los distantes miradores.
En la quinta de los floreros la dama antigua toca los preludios azules.
En la hora de las colegialas vuelven las risas a la alameda, y el amor enrojece los jazmines Por los tapiales y multiflores viejo mentor me cuenta el diorama de las felices fardes; mientras se oyen melodiosas, al fino soplo obscurecido, las campanas de la luna.
JOSÉ EGUREN.
LA LLEGADA CUBA Hace un calor de cobre pegado a las sienes; y está el Sol en la fragua de mis sentidos.
Vamos a llegar a Cuba.
No se porqué la brisa del Pacífico no se hace ahora en el recuerdo una sombrilla. Deberían de haber sombrillas giratorias de brisa para el calor sofocante de esta Isla. debería haber una palmera de mimbre para subir mas alto, y así, hacer acuáticas las nubes sobre los rostros de los marineros y de los pasajeros. Estoy seguro que todos sentiran un placer enorme.
Así, me dan ganas de ser una palmera y de agitar el viento a todas las direcciones. Este artículo de Haya de la Torre apareció en francés en el número especial dedicado por la revista Europe a Romain Rolland, con motivo de su 60 aniversario.
Todos saben que Cuba es una Isla; y creo que todos los que hayan leído una geografía también lo saben.
Pero lo que hasta ahora no se sabe es la manera de que el Mar apague el calor de esta Isla.
Cuba en su situación terrestre se ha retrasado: pertenece todavía a la Epoca de Fuego, si es verdaderamente que ha existido. Pero toda Isla es una liberación de la Tierra.
Hace un calor de cobre, principié diciendo, y ahora lo afirmo porque no tengo ganas de terminar este artículo.
El calor me ha agotado el pensamiento.
XAVIER ABRIL El Mar, 21 de Septiembre de 1926