CLAVE Tribuna Marxists cado con el aparato stalinista. Todas las garantías de la ley eran acordadas a los fascistas, mientras el caso inverso era reser vado para los revolucionarios. El a justiciamiento de fascistas fué consumado en los primeros meses de la revolución por los trabajadores armados, sus Comités u organizaciones de clase. partir de las jornadas de mayo el Gobierno consideraba crimi nal toda actividad en este sentido. Miembros de los comités fue ron sometidos al Tribunal de Espiona ie y Alta Traición por baber detenido a individuos de notoria filiación fascista. La posesión de una pistola que había servido para abatir la insurrec ción militar ocasionaba a los trabajadores largos meses de carcel.
En los últimos meses aun existían checas cuyo emplaza miento y trabajo escapaban al conocimiento gubernamental. En tre los trabajadores detenidos en Barcelona se habla de campos de concentración secretos, hecho que aparece confirmado por la existencia de una comisión anarco sindicalista semi secreta para la localización de los desaparecidos. En vano le fué encargada menetidamente a esa comisión la busca de los bolcheviques leni: nistas desaparecidos. Solo logró descubrir el paradero de algunos burócratas de la cuya desaparición dejaba de intere sar al stalinismo Ha de escribirse aun mucho antes de que lleguen a conocer.
se siquiera una parte de los nombres de los militantes revolucio narios que fueron asesinados por la ponzoña stalinista en el ejér ses en la cárcel y salido en libertad por ausencia de materia pu.
ses en la rascel y salido en libertad nor ansercia de inateria nunible, eran directamente enviados al frente bajo mandos stali: nistas y con un informe secreto. Poco tiempo después habían sido asesinados. Cito únicamente los casos de Jaime Fernández y José Rolríguez, militantes del este último que había asimilado las crudas lecciones de la experiencia española, y bolchevique leninista el primero. Ambos salieron directamente de los campos de trabajo para el frente. Cuando los recursos legales les fallaban los pistoleros a sueldo de la encontraban manera de satisfacer sus designios sangrientos. Pero son muchísimos otros lo que han corrido esta suerte y cuyos nombres no pueden conservarse en la memoria, sin contar los sim: ples ohretos de filas. Ciro nombre y número. no, se conocerá ja: más. víctimas de una disciplina que defendía el privilegio. daba libre curso a los escaladores de puestos y eliminaba toda liber: 14