ARIETE cuna.
nocidas, que se pueden olvidar sin truo que bebía la sangre de los hom los abyectos con la gran familia de sentimiento.
bres, se presentó ante ellos en su los trabajadores de todo el mundo, Pero ahora aquella palabra, cla monstruosa nulidad, como un míse brillaba por doquiera en las calles ra y fuerte, tenía otro sonido, otra ro amasija de piedras y madera. de la ciudad y siempre más fríos y alma; se sentía en ella algo de ru Las ventanas ciegas de las casas, más siniestros lo observaban los do, de deslumbrador, de poliédri frías y tristes, miraban las calles, y túrbidos ojos de las casas.
co, como un brillante. La acepta por las calles caminaban atrevida El mendigo, al que por alejarlo, ron y comenzaron a pronunciarla mente los verdaderos dueños de la se le lanzaba una mísera pieza, precon cautela, meciéndola con dulzu vida. También ellos tenían ham cio de la compasión de los hartos, ra en el corazón, como una madre bre, y más que los otros; pero esta. oyó también esta palabra, y le paque admira y mece a su bijito en la ban acostumbrados a ella, y los su reció la primer limosna capaz de frimientos del cuerpo no eran para suscitar algo de gratitud en su poCuanto más profundamente pe ellos tan agudos como para los ri bre corazón, corroído po: la minetraban en el alma serena de la cos, y no apagaban el fuego de su seria.
palabra, tanto más serena, signifie alma. En ellos ardía conciencia El cochero, joven ridículo, cativa y clara se les aparecía. de su propia fuerza; el presenti. quien los señores golpeaban en la. Compañero! decían.
miento de la victoria brillaba en espalda para que transmitiese el Sentían que esta palabra había sus ojos.
golpe al caballo extenuado, este venido para unir a todo el mundo, Caminaban por las calles de la hombre golpeado tantas veces, en para realzar a todos los hombres ciudad, de aquella prisión melanco sordecido por el ruído de las ruela altura de la libertad, ligarlos con lica y angosta donde habían sido das sobre el empedrado, dijo tamnuevos vínculos; vínculos fuertes cubiertos de desprecio, donde su bién al transeúnte, abriendo los lade estimación recíproca, de estima. alma había sido ultrajada, y veían bios a una sonrisa franca: ción por la libertad del hombre, por la inmensa importancia de su tra. dónde te llevo, compañe.
amor de su redención.
bajo, y esto les hacía concebir el ro. Cuando esta palabra se grabó en sagrado derecho que tenían de ser Dijo; pero tuvo miedo, y tiró de en el corazón de los esclavos, éstos dueños de la vida, de ser sus legis. las bridas pronto a escapar, y se dejaron de serlo, y un día anuncia ladores, sus creadores. Entonces, puso a mirar al transeúnte, no sa.
ron a la ciudad y a todas activida con energia nueva, con refulgente biendo disimular en el rostro, an.
des la gran palabra humana: claridad, se les presentó la palabra cho y rojo, la sonrisa jovial. INo quiero!
capaz de vivificar y unificar: El transeúnte le miró con ojos Entonces la vida se detuvo, por. Compañero!
benévolos y respondió, inclinando que ellos son la fuerza que le da Resonó entre las mentidas pala la cabeza: movimiento, ellos y ningún otro. bras del presente como un anuncio. iGracias, compañerol Puedo ir Se detuvo la corriente del agua, el del porvenir, de una nueva vida a pie, no está lejos.
fuego se apagó, la ciudad cayó en abierta a todos igualmente. Oh! iMadre inmaculada. tinieblas, y los fuertes se sintieron. Estará lejos o cerca? se pre. exclamó el cochero reanimado; niños.
guntaron, y comprendieron que es giro sobre su asiento silbando aleEl miedo se apoderó del alma de to dependía de su voluntad, porque gremente y partió.
los violentos, y se vieron en la ne ellos pueden aproximar la fecha de Los hombres caminaban en grucesidad de encubrir su animosidad su libertad, como alejar su llegada. pos por las aceras, y entre ellos, contra los rebeldes, inciertos y ate.
como una chispa, se inflamaba rrorizados ante su fuerza.
La prostituta, hasta ayer bestia siempre con más frecuencia la gran El espectro del hambre se levan medio hambrienta, que esperaba con palabra destinada a unir el mundo: tó ante ellos, y sus hijos lloraron. angustia en la obscura callejuela Compañero!
Las casas y los templos, rodea que cualquiera se le acercase y bru Un polizonte de espesos bigotes, dos por las tinieblas, se confundie. talmente comprase sus forzadas ca. pensativo, se acercó con aire de im ron en un caos de piedras y de hie. ricias por una pequeña moneda, portancia a la multitud que en la rro sin alma; un silencio siniestro también oyó aquella palabra; pero, esquina de una calle rodeaba a un llenó las calles con su niebla letal; sonriendo turbada, no se decidía a viejo orador, y después de haber la vida se detuvo, porque la fuerza repetirla. Un hombre de los que escuchado un largo rato, dijo lenque la hacía nacer se había conoci: hasta entonces no se había encon tamente: do a sí misma y el hombre esclavo trado jamás, se le acercó, le puso Están prohibidas las reuniohabía encontrado la palabra mági: una mano sobre el hombro y le dijo nes. Separáos. señores.
ca; invencible para expresar su vo con tono fraternal: después de un momento de siluntad, se había libertado de la ICompañeral lencio, miró al suelo y dijo en voz opresión y había visto su fuerza, ella sonrió tímidamente para baja: fuerza de creador.
no prorrumpir en un llanto de ale. ICompañeros. Los días eran días de angustia gría. Porque era la primera vez En los rostros de aquellos que para los fuertes, para aquellos que que su corazón ultrajado probaba llevaban esta palabra en el corase creían dueños de la vida; cada tanto gozo. En sus ojos, que ayer zón, que la habían dado carne y noche valía por mil, tan espesas miraban el mundo descaradamente sangre y el significado de llamada eran las tinieblas, tan mezquina con la expresión estúpida de un a la unión, brillaba el sentimiento mente brillaban las luces en la civ. animal hambriento, brillaron las lá. de orgullo de los jóvenes creadores, dad muerta, y ésta entonces, crea grimas de una primera felicidad da por los siglos, inmenso moas. pura. Este gozo de la comunión de Concluye en la página 12.