ARIETE YG GRANTRAGEDIG EMORECA EGOISMO EGOTISMO Gilbert Chesterton ha acusado a acuerdo con Inglaterra, sobre la Para Chesterton, como para Una los alemanes de incapacidad para base de que Inglaterra renunciase muno, la barbarie y la pedantería entender que, cuando quieran una al principio del equilibrio europeo son una misma cosa.
cosa perteneciente a otro, estimen y se sometiese ante el creciente Pero no son una misma cosa.
que el deber les obliga a resistirse. peligro de la guerra» al poder Aunque un negro del Congo y un La actitud de los alemanes ante los creciente de Alemania, niño de cuatro años se parezcan al extranjeros viene a ser la de pre el canciler se asombra de que canciller de Alemania en imaginarguntarles, llenos de extrañeza: Inglaterra no haya aceptado una se que les corresponde en justicia. Por qué habéis de ser vosotros proposición tan razonable: cuanto se les antoje, hay entre ellos los superiores, cuando los superio.
una diferencia esencial. Al niño Inglaterra se mostraba dispuesres somos nosotros?
al salvaje no se les ha enseñado tota a llegar a una inteligencia com Los alemanes no entienden, en nosotros en cuestiones individuales: davía que sus deseos sólo pueden ser satisfechos cuando no chocan resumen, el tema eterno de las copero el primer principio era siem medias: que nuestro yo, a los ojos pre el de que el libre desarrollo de con los deseos de los demás, miendel otro, no pasa de ser el otro. la fuerza de Alemania debía ser tras que el canciller de Alemania a esta incomprensión de los dere. compensado para conservarse el se da cuenta muy clara de que tam.
chos del otro es a la que llama equilibrio de fuerzas. En vano prebién los demás tienen deseos, sólo Chesterton la «barbarie de Berlín. venimos al Gobierno británico. que se figura que los propios son más legitimos que los ajenos.
Que en esta acusación chesterto Alemania pedía la hegemonía, la El niño y el salvaje ignoran los niana hay un fondo muy grande de supremacía, el poder soberano en deseos de los otros. El canciller no verdad, nos lo va a demostrar nada la política internacional del mundo, los ignora, sino que los cree injus menos que el último discurso que e Inglaterra se negaba a acceder a el canciller alemán, doctor von tos. El egoísmo de los primeros es su petición. candidamente, inge. espontáneo; el del canciller es, en Bethmann Hollweg, ha pronuncia nuamente, sin ninguna clase de ru.
cambio, reflejo.
do en el Reichstag.
bor en las mejillas, el canciller se Procede de una sobreestimación El canciller trataba de probar en queja de que el mundo sea tan in.
de sí mismo. No es meramente su oración que Alemania ha hecho grato que no se deje gobernar por egoísmo, sino egotismo, soberbia, grandes esfuerzos para evitar la Alemania.
pedantería, que trata a los mayores guerra actual; entre otros, los de Pero ro tan sólo el canciller. La como si fueran niños.
querer captarse la amistad de FranGaceta de Colonia dijo también, al Esta sobreestimación de sí mis.
cia o de la Rusia, o, en su defecto, comenzar la guerra, que el crimen mo y desestimación de los demás, la de Inglaterra: de Inglaterra consistido en no es vicio de bárbaros, sino de «Sabía bien que el camino era es negarse, siempre egoístamente, a cultos. veces lo padecen gentes trecho. Durante décadas, el insu. la unidad de Europa, y que tamque nada han hecho por merecer la lar intelecto británico había elabo bién ahora, fiel a su idiosincrasia, excelente opinión que tienen de sí rado la doctrina del equilibrio de se alzaba en ai mas para impedir mismos. La soberbia no es en alfuerzas en el continente. Nunca es. que se unificase bajo la hegemonía gunos casos más que la fantasma.
peré despedazar por la persuación de Alemania.
goria de los necios.
el viejo principio británico. Loque todo el credo del moderno im veces, en cambio, la padecen creí posible es que el poder cre perialismo alemán puede definirse, individuos y pueblos de innegable ciente de Alemania y el creciente según el profesor Cramb, en el hon valor.
peligro de la guerra obligarían a rado convencimiento de que, así Tampoco entonces es una virtud.
Inglaterra a percibir que su antiguo como la grandeza de Alemania con El mundo es tan grande y tan rico principio era insostenible y utópico, siste en el gobierno de Alemania en virtudes, que, por muchas que y que era preferible un arreglo con por Prusia, así la grandeza y el sean las nuestras, nos parecerán Alemania; pero aquel dogma para: bienestar del mundo han de consis. siempre poca cosa en comparación lizaba siempre la posibilidad de tir en el predominio de la cultura con las que podemos y debemos ad: una inteligencia alemana, de la mentalidad alemana quirir. De ahí que la humildad sea Léanse de nuevo estas palabras y del carácter alemán.
signo de avispamiento intelectual.
del canciller alemán. Léanse tres Este credo es tan simple que su Ser soberbio es cerrar los ojos a las veces, léanse diez veces, y cada elementalidad parece justificar la virtudes que no poseemos.
vez parecerán más significativas. acusación de Chesterton, cuando en El canciller pretendía llegar a un el descubre la barbarie de Berlín. Concluye en la página