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yonetas, ni el orden policíaco y prefascista de las de tria y de la banca; a la supresión de la explotación del mocracias. sino el orden proletario de los Estados hombre por el hombre, de las fronteras nacionales, de Unidos Socialistas de Europa. Las armas que hoy ma las diferencias de raza, de las de clase; a la industrialitan, destruyen y arruinan el mundo, convertirianse en zación del mundo, a los Estados Unidos Socialistas de instrumentos de paz, abundancia y progreso, si los Europa y de la Tierra; a la libertad en un grado jamás obreros alemanes e ingleses las volvieran contra sus conocido hasta hoy. Esto piensan los obreros, esto propios gobiernos matarifes. Esta es la única salida las masas pobres; las voces de Churchill y Roosevelt, positiva que existe! Del triunfo de cualquiera de los mienten al asegurar que los trabajadores están tras bandos sólo puede esperarse una agravación de todas de sus planes de rapiña.
las calamidades y la preparación de otra guerra aun más feroz y aniquiladora.
LA GUERRA CONTRA LA Los gobernantes fascistas subieron al poder y os condujeron a la guerra, baio el signo de la lucha con Hitler había paseado sus legiones sobre Europa tra el pacto de Versalles. Es verdad que los vencedo sin encontrar apenas resistencia. Ya hacía las cuentas res de 1918 realizaron una bárbara expoliación con de la lechera creyéndose un Alejandro superado. Pero Alemania. Pero que hace la burguesía alemana con en esta época, los Alejandro están al servicio del prolos países vencidos. Los destruve o los explota econó letariado, no importa los asnos que se empeñen en pamicamente, según le conviene, los tiraniza siempre, recérsele. Lejos de haberle ganador la guerra a su rien condiciones que superan con mucho las del pacto val imperialista, se encontraba apenas en los prolegóde Versalles. El objeto de la guerra imperalista no menos de la lucha principal, falto de carburantes, mapuede ser más que ese; el vencedor pisotea y destru terias primas, municiones de boca, con que alimentar ye al vencido. También es verdad que los mismos ven su máquina militar, y con que alimentaros a vosotros, cedores de 1918 maquinan ya el desmembramiento y que la ponéis en marcha. El ataque a la la destrucción económica de Alemania; pero no lo es tuvo esos objetivos inmediatos, si bien tiene otros mumenos que los gobernantes fascistas urden lo mismo cho más vastos e importantes.
contra Inglaterra y los Estados Unidos. No es posi Caracterizado desde su origen por un antimarble salir de ese círculo vicioso entre vencedores y ven xismo que condensa y centuplica los intereses de la cidos, sin orientar la lucha en un sentido totalmente burguesía contra la clase obrera, el fascismo no podía opuesto al de la guerra nacional. El argumerto sobre haber abandonado su panacea fundamental, verdadeel cerco económico, tan intensamente explotado por la ra razón de su existencia, sino episódica y aparenteburguesía alemana, no debe impresionar vuestra con mente. Su pacto de neutralidad y alianza económica ciencia. En Inglaterra y los Estados Unidos, los gru con Stalin, le fué impuesto al primero por necesidades pos revolucionarios de la IV Internacional, sostienen estratégicas y de abastecimiento, al segundo por mieun combate denodado contra su propio imperialismo, do a los obreros y campesinos armados. Stalin favoseguidos por la simpatía de las masas pobres. Los reció a Hitler hasta ponerle en condiciones estratégicbreros y los campesinos ingleses y americanos, no cas ventajosas para atacar a la Unión Soviética y darconsideran suya esta guerra y aumentan de día en día le el petróleo necesario para ello. Lo que ha hecho Stasu resistencia a los capitalistas. Churchill ha admiti lin no borra, sin embargo, el carácter diferente de la do recientemente que el número de jornadas de tra guerra germano soviética, por relación a la germanobajo perdidas en Inglaterra por conflictos con los obre inglesa. En esta última, dos grupos de burgueses se ros, está ya cerca del número total perdidas durante disputan un puñado de millones; en aquella Hitler atatoda la otra guerra. Poned en esto vuestra confianza ca a la primera revolución proletaria de la historia, el obreros alemanes, y seguid también el camino de la país donde la economía planificada y nacionalizada, ha resistencia a vuestro imperialismo. Cuando los obre expulsado y deshecho a la burguesía, demostrando en ros expropien a todos los capitalistas, cesarán las ex un ejemplo que el mundo entero ha de seguir, que el poliaciones de una nación contra otra. sagrado derecho de propiedad y el cometido social En realidad, la capacidad productiva del mundo de los propietarios, son un mita y una rémora.
es apenas suficiente para sacar a la humanidad de la En uno de sus discursos durante los primeros días barbarie y la esclavitud. Pero el sistema capitalista de la guerra, Hitler prometió vencer a las democracias ha llegado al cénit de sus posibilidades. Si la revolu del exterior por el mismo método con que venció a la ción no triunfa, viyiremos una época horrífica de gue democracia en Alemania. Cada uno de vosotros, prorras, invasiones, deportaciones y degüellos en masa, letarios y oprimidos, habéis presenciado ese método empobrecimiento general, paro obrero, hambre contipuesto en juego. Mediante la democracia, la burguenua y tiranía vesánica, todas las consecuencias, en fin, sía se veía impotente para vencer a la clase obrera, de los instintos desencadenados de una clase degenera el hitlerismo le ofreció la postración total, el anida, pero no vencida.
quilamiento de las actividades revolucionarias, y la Los stalinistas, socialdemócratas y anarquistas burguesía se le entregó jubilosa. Sólo después, pudieque apoyan al imperialismo, son en el fondo tan reac ron vuestros capitalistas montar el ejército más pocionarios como la burguesía, aunque más peligrosos tente de la historia militar. Con él atacó Hitler a sus por su lenguaje pseudo obrerista. Por el camino que rivales europeos, amonestándoles: Someteos al capiellos señalan se va al ocaso de la civilización; por el talismo alemán o corred el riesgo de la revolución.
que indicamos nosotros, a la expropiación de la indus Los Petain, Quinsling, Antonescu, etc. aceptaron el: DE JULIO Página 111