RENOVACION La creencia sobrenatural y la creencia intelectual: El foibre és un auimal creyente. evolucionar, no podría vivir. Imposible Donde hay vida lumana, la creencia le sería satisfacer las infinitas aspirauno de los hechos eserciales ciones de su vida moral; si no creyera de nuestra naturaleza. La constitución en la finalidad de esas aspiraciones, de nuestro ser moral intelectual con La creencia es la justificación de la firina la necesidad de çrcer. La creert actividad que nos une al universo; ella cia atrae hacia st, con fuerza singular, nos concilia con la vida y es quien toclas nuestras sensaciones, todas aties constituye la seriedad, la civilización; tras ideas, y las subordina síntesis la luniauidad.
atrevidas que les rennevan su vigor. La creencia es la conciencia misma Es ella. la creencia. el ideal, vago del hombre y de todo grupo humano: preciso, que fota ante nuestro pen Un individuo, ut ptieblo sin creencia.
samiento y que querríamos nosotros seriau una abstracción imposible, ya apropiar 110. Es preciso creer eu algo que ello implicaría la ausencia de todo vivir es creer! El hombre sólo vive deseo thoral intelectual, Fuera de sus porque cree, Dejaríainos de ser hom instintos. qué quedaría del hombre si bres si dejáramos de creer. Esa inpe se le privara de la creencia? Sin ella: riosa necesidad no puede soportar una no serfa capaz de explicarse esos insduda prolongada, litia larga vacilación. tintos, de dominarlos, de regularizar, Impulsa ella al hombre a las afirina los, de legar hacer, más o menos; ciones aventuradas, complacerse en su amo. Permanecería aislado una perezosa iucertidumbre, aceptar semejantes, porque es la creencia quien autoridades sospechosas, y asimismo une los hombres eutre sí. medida sentir temor de todo serio análisis que las agrupaciones naturales de los que pueda revivir sus dudas aniqui hombres se constituyen, ella las anita, lar sits creencias. se originan ahí la las impulsa, las fortifica para luchar y turbación y las angustias que sufre la seguir hacia adelante.
concieucia cuando vacila, cuando cae La creencia se origina en el boribre el edificio de sus convicciones, los mismo. Han sido la inquietud y el ingolpes de uña crítica despiadada á térés que su propia existencia le inscausa del trabajo silencioso de una obs: piran, quienes lo hali, encaminado tinada invencible duda.
buscar cuáles son su naturalezi y su La duda no es la auseucia de la fe: destino, su origen y su fiu. No ha por es la jucertitud; la incertitud no es el dido el lonihre creer resignadamıénte no creer: es. la creencia insuficiente. que que su vida sea poco duradera. y No es la duda una tentativa del peusa no siendole posible tampoco atribuir miento para esquivar la vez la afir el origen de ella su propio ser10.
mación y, la negación; es el temor, ora buscado fuera de él, lejos de su perso: de no creer, ora de creer atrevidawente; Da. Ezhavan de allí, según la influen: es una actitud origninal que se asume cia de climas y lugares. todas sus itettre el sí y el 110. Si la certeza es un venciones de divinidades y sus creenpunto fijo, la duda puede ser (11 paso cias religiosas. Dios no es más que un bacia ella, un manto de pasajera vaci pensamiento del hombre, Fetichismos lación con el cual se cubre una creen magia, teurgia, 110 son más que térmicia nacieute.
nos empleados para procurar hacer más No podría ser suprimida la creencia sensibles las divinidades y aumentar la de la vida lubiana, sin que fuera pa comunión con ellas. La imaginación ralizado su desarrollo. Sin la creencia se excita poco a poco; y para llenar sólo es el hombre un pedazo de sí su necesidad de ininediata aperçepmisino, despojado de lo más noble que ción, inventa métodos más o menos hay en él, la inteligencia. No podría extraordinarios. Es el hombre un