VIDA VERDAD 121 un impotente intelectual y que no merece la gloria. No invocamos la historia de las literaturas extranjeras como un grito del pasado contra el presente, es un error en que no caeremos; pero es interesante recordar que los pueblos no han amado sino los escritores que los hicieron sentir y peasar; los que ilumioaron horizontes nuevos y pesar de este afán de gloria barata que agita tantas pasiones en los hombres de nuestro tiempo, no bay señalis evidentes de que los pueblos eu el futuro continuarán amando a los escritores vacíos, que no les han hecho peosar, que nunca les han hecho sentir.
Si llamamos la atención de la juventud sobre ciertas: reputaciones, no es para inspirarle odio bacia los hom brés que las arrastran ostentosamente, sino para iniltrarle un desprecio profundo por cos ideales de una vida inactiva que sc halla en acecho de un cómodo puesto público, ya dentro, ya fuera del país, y que eatretiene sus in.
termedios con literatura insípida, en oombre del arte por el arte, fórmula estúpida de los que no tienen nada en el alma, ni un ideal en el mundo. LEONARDO DA VINCI.
Quienes llaman la atención de los En el temolo que van al templo a hacer sus chser. vaciones, son los j5venes. Tanto ellos como las señoritas, distraeo con pequcăeces su pensamiento que, en aq uel sitio, debía concentrarse en la contemplación, Los jóvenes han confundido las ideas contemporáneas con la charlatanería y la malacrianza. Hemos visto aigucos que, obedeciendo lo que ellos llaman liberalis