120 VIDA VERDAD Repulaciones Vo es afán nuestro destruir reputaliterarias ciones literarias conquistadas con obras de verdadero mérito; seria yana nuestra tentativa. Pretendernos haver pensar sobre nuestras reputaciones para que la inventud no las acepte pasivamente, como hasta ahora han hecho fos carneros.
literarios: Se publica va libro de cuentos, por caso y al día siguiente el amigo intimo, quien le sirve de turiſera.
rio, da la prensa un artículo encumiástico, largo, largo en que se le compara con los mejores cuentistas francescs franceses, eso es evidente y ya la reputación está laecoa, ya no hay más que trabajar; se ha llegado a la glo.
ria, ésto es, lo indiscutible. Cuidado como un hombre se pregunte ante el público en qué se funda aquella reputación literaria. Eso es un vituperable desacato! Pues bien, pretendemos que se discuta y er prenderemos la discusió, si es necesario; porque nosotros no nos amedrenta pensar de otro modo que un francés o un alemán óunargentino por emiocntes que sean. Está sobre nuestros hombros nuestra cabeza y está para pensar por cuenta.
propia y no parą decir siempre. Amen! Qae la nueva generación discuta esas reputaciones amasadas en la gacetilla, para que comprenda que cuando se aspira sobresalir en las letras como los otros lados de la actividad humana es preciso un talento vigoroso y más que todo, un estudio detenido y consciente, un esfuerzo tenaz y prolongado con ſe, no al acaso y por espasmos, como es frecuente entre nosotros, No inspiramos a nuestra juventud odio a las letras, siño las malas letras. Cuando en nombre del arte por el arte un hombre escribe cuentos o versos para no decir na da, para no despertar un sentimiento grande o generoso uno está obligado decirse que seinejante hombre es.