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BIOGRAFIA DE ELI ALTAMIRANO Página 48 Derecho mediante su total sumisión a la democracia y al orden constitucional de la república.
Los militares sirven a la sociedad respetando la voluntad de sus mayorías. Las Fuerzas Armadas y sus miembros no tomarán parte en actividades políticas ni partidaristas, no podrán ejercer cargos civiles, tampoco tener o establecer, bajo forma alguna legal o de hecho, empresas o unidades mercantiles porque éstas solamente corresponden a la sociedad civil.
Es necesaria una Ley de Auditoría y Procesamiento Penal y Militar donde se estipule que los procesos por comisión de delitos de militares contra civiles serán competencia de los tribunales ordinarios. También una Ley de Previsión Social Militar que establezca y regule la protección social y la jubilación de los militares.
Las Fuerzas Armadas y sus miembros tendrán el deber de apoyar las campañas de educación cívica, moral y democrática que emprenda el Estado, igual mente todas aquellas dirigidas a depurar la conciencia nacional de las influencias del militarismo, del terrorismo y de la guerra. Fragmentos de: La nueva democracia que necesitamos. Julio de 1994. que también le han dado contenido democrático y antimperialista a la Revolución nicaragüense.
Pero a siete años y medio ya no podemos hablar con la misma perspectiva, porque, a como en la parte anterior de este Informe lo decimos, el régimen sandinista ha dado un giro sustancial. Ahora corresponden apreciaciones diferentes. Ahora hay que decir. La revolución está frenada; la revolución se ha marchitado! partir de las realidades y de la política que desarrolla el Gobierno, la revolución ha llegado a su fin, y amaga cada vez más clara y fuertemente con irse para atrás.
EL CAMINO PATRIOTICO DE SOLUCIONES LA CRISIS Es sombrío el cuadro que devela el examen que hemos realizado. Pero con nuestros juicios no hemos exagerado la realidad. Simplemente referidos la suma de problemas que nos afectan, los que en conjunto explican que Nicaragua y nuestro pueblo, en efecto, enfrentan la más profunda crisis de su historia.
Estamos frente a una crisis integral en agudo desarrollo. como si fuese poco, el ambiente sigue saturado de falsas ilusiones. Una parte de los responsables de las dificultades manejan posiciones de conciliación con el mayor causante de los males que nos aquejan. Así, en vez de atender las propuestas de unidad patriótica de la nación para salvar a la Patria y reconstruir al país, se obstina en soluciones en la Casa Blanca, que es el santuario del imperialismo norteamericano. Será posible que el imperialismo esté interesado en la paz, la independencia y el desarrollo democrático y patriótico de Nicaragua? Una vez más y para siempre nosotros respondemos. NO!
Los que dicen que la crisis general que nos azota no puede resolverse aquí en el país y entre nicaragüenses, que dicha solución está en Washington, en los arreglos directos del gobierno sandinista con el presidente Ronald Reagan, no sólo han perdido por completo la confianza en nuestro pueblo y en las fuerzas mundiales solidarias con nuestra causa, sino también están vacíos de todo espíritu patriótico.
Pretenden, en una sola palabra, conciliarse con el imperialismo a costa de todo, quizás sólo tratando de salvar para ellos el disfrute perenne de la administración de Nicaragua.
Los exponentes de esta corriente insolentemente dicen que los comunistas fueron enemigos de la lucha armada. que no tuvieron participación beligerante en la lucha contra el somocismo. que el derrocamiento de la Dictadura fue obra de unos cuantos héroes. que las masas populares vieron En los dos primeros años de la revolución sandinista pudimos hacer un recuento halagador de los alcances iniciales del proceso. Apuntamos entonces. Nuestro proceso registra importantes conquistas democráticas y antimperialistas. Sólo el hecho de haber derrocado a la Dictadura Somocista, de molido sus órganos de represión y en su lugar ir construyendo nuevos aparatos de poder suscita la admiración de todos los pueblos de América y del mundo, porque estas realizaciones, además de significar una legítima victoria del pueblo nicaragüense, han venido a ensanchar el horizonte a la lucha democrática de los pueblos y fuerzas progresistas de nuestro continente. La nacionalización de la banca, de las minas, bosques e industria pesquera, la confiscación de los bienes a los somocistas y la campaña de alfabetización, son medidas