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BIOGRAFIA DE ELI ALTAMIRANO Página 46 za a pasos firmes hacia el comunismo, y que entre él y su evolución agigantan la distancia con el capitalismo, ahondan cada vez más el abismo que delimita sus fronteras y que desde todo punto de vista hacen cada vez más imposible el retorno al pasado. Este socialismo, el socialismo científico, que es el verdadero y único que existe, es irreversible. Son los ensayos no cuajados todavía los que no tienen por qué resultar inconmovibles.
Todos los fenómenos que derivan del rigor de las leyes dialécticas que rigen el movimiento desarrollo de la naturaleza, sin excluir el más mínimo, todos son irreversibles. Otra cosa son las creaciones subjetivas, mecánicas, que viven de forma artificiosa o mediante el oxígeno de otros, pero que a fin de cuentas en sí mismas ellas carecen de sustancias vitales, de sus propios elementos para el desarrollo, de las defensas frente al medio, por lo que no resisten las dificultades, los problemas, las vicisitudes de la vida, que son llevaderas y superables para los fenómenos legítimos pero insoportables y mortales para los artificiales. Fragmentos de: La Antesala del Socialismo. Periódico AVANCE No. 297, 13 de agosto de 1991. rigurosidad y, por consecuencia, generan la más profunda agudización del desarrollo desigual de la sociedad capitalista.
La acción de los monopolios intensifica y agudiza como nunca antes el desarrollo desigual de la sociedad burguesa. En el curso del siglo veinte toda la evolución del capitalismo ha significado profunda intensificación del trabajo con creciente explotación al proletariado. Producto de ambos factores tenemos los siguientes resultados: de una parte, formación de gigantescos monopolios, devastadoras guerras mundiales, sangrientas guerras de rapiña, descomunal acumulación de ganancias; de otra, internacionalización cada vez mayor de los monopolios y del dominio imperialista, generalización de la dependencia de las naciones, incremento de la pobreza, del hambre, de la miseria, del atraso y subdesarrollo de los pueblos.
Con relación al desarrollo mundial de la sociedad burguesa el panorama actual es el siguiente: 15 naciones que integraron a la ex Unión Soviética, y otras 13 que junto a la ex URSS fueron parte del campo socialista, deben, cada una de ellas y en su conjunto, sus principales progresos a los primeros ensayos que han tenido de socialismo. parte de esto, todo el desarrollo alcanzado en el resto del orbe es mérito que corresponde al sistema capitalista.
Como fruto específicamente suyo, el capitalismo presenta este inventario: un país altamente desarrollado que ocupa el primer lugar de la lista internacional: Estados Unidos de América. Un segundo Estado que pisa los talones del puntero: Japón. Cinco que ocupan el tercer peldaño del primer lugar: Alemania, Francia, Italia, Inglaterra y Canadá. Luego un puñado (que no suman una decena. que sin llegar a la altura que escalaron los otros clasifica por encima del desarrollo medio: Holanda, Suecia, Suiza, Noruega, Bélgica, España, Austria, etc. Hay otro grupo que en sus capitales y en algunas de sus regiones presentan desarrollo: Brasil, México, Venezuela, Argentina, Chile, India, etc. y más de 150 naciones que se debaten en escandaloso déficits histórico social, que luchan desesperadamente por pasar de los regímenes de fuerza a la democracia y al Estado de Derecho, del atraso secular y la pobreza al desarrollo cultural económico, de la miseria y las calamidades al progreso social.
Todo este cuadro universal de desarrollo desigual, de desequilibrios económicos y sociales y de gigantescas contradicciones internas e internacionales, es consecuencia ineluctable de las leyes objetivas que rigen la etapa imperialista del modo de producción capitalista, las que a su vez conforman el sistema biológico de la sociedad burguesa.
EL DESARROLLO DESIGUAL Generada por la propiedad privada sobre los medios de producción apareció y se estableció en la sociedad la desigualdad entre los hombres y las naciones. Estas contradicciones milenariamente han sido encruelecidas, forjadas y desarrolladas a golpes, hogueras, horcas, guillotinas, guerras y todo género de represiones.
Pero es en el imperialismo en donde el desarrollo desigual alcanza su máxima expresión para generalizarse plenamente y transformarse en el hecho más apabullante de la humanidad.
En la fase de la libre competencia predominaba la exportación de mercancías hacia todas las partes del mundo. Pero el distintivo principal de la etapa imperialista es la exportación de capitales para que éstos se apoderen de la mayor parte de la plusvalía creada por la producción social y de las riquezas naturales de cada país penetrado, cosa que las mercancías por sí solas no pueden realizar. Estos rasgos expresan exactamente la esencia del fenómeno imperialismo, características objetivas que actúan con inquebrantable