Repertorio. Americano 41 slis versos: llamar decorativa de Las Alísticas, ni pie de la letra, las palabras que puso nuestra memoria la pregunta que él.
dentro tal vez, aunque no falte la in al frente de su libro Elevación. Este repetía, como obsesionado, en tención, de la ortodoxia más pura. Un libro sin retórica, sio «procedimiento, panteísino de fisonomía franciscaua: sin técnica, sin literatura, sólo quiere esto es la religiosidad de Amado Nervo. una cosa: elevar tu espíritu. Pero como ¡Ou padre de los vivos, adónde van los Recuérdese la Hermaiia Agua. nó antes hicimos observar, a eso iba, atraí. inuertos; adónde van los muertos, Señor; adonde van!
tese que en sus libros, hasta la duda do sin saberlo a ciencia cierta, aunque misma tiene aspecto de fe. Vale más presintiéndolo y anhelándolo desde el (La Unión Hispónoamericana, Madrid, errar creyendo que errar dudando. se foudo de su corazón. Aquí está el ver junio, 1919. lee en Plenitud.
dadero Amado Nervo, distinto, aunque No ha solido ser éste el Amado Ner no contradictorio, del poeta de las La vida de Aniado Neryo tal como vo que llegó más al público. Sus figu que llamó, bien persuadido de su pasa. nos la deja ver, libro tras libro, su ras y evocaciones literarias, sus tipos jero encanto, las flores del camino. obra de escritor. 10 fué más que una exóticos, sus símbolos, en una palabra, Al poeta se le puede discutir en sus larga preparación para la niuerte.
sus modernismos privaron por mucho versos, no en sus intenciones; hartos Todo el que habló dos veces con él tienipo junto a los de Rubén. Entre versos frívolos, hartas composicioires sabe cuánto le preocupaban el más nosotros se dijo a Rubén Darío y Ama. flacas se encontrarán en los libros de allá. los misteriosos alrededores de do Nervo. como se dijo, wás adenuestra vida, el enigma supremo.
lante. Rubén Darío y Santos Cho.
Su muerte, ocurrida lejos de la pacano. Se alababa así lo menos imtria, 110 en la Francia de sus amores portante de los tres poetas, queni en la España, adonde soñó volver dándonos con el esplendor verbal algún día, trae a sus amigos una de Darío, cou la gracia rítmica de sorpresa cruel; pero bien saben que, Nervo y con la simetría forzada de sobre todo en los años últimos, él Cliocano, sin que llegásemos a disla esperaba a cada momento. No tinguir, en los tres poetas, lo subscabía engañarse. Aunque lo disitancial de lo caduco. Todos repemulara con su gracia cabal de hom. tíamos los extraños nombres que bre de mundo, con su perfecta corAmado Nervo poetizaba: dialidad de espíritu. algo liabla ya en él que le mantenía como distante Aino Ackte, lirio del Norte y ponía muchas veces en sus paAino Ackté, gran rosa té.
labras un eco del grave diálogo interior. bien: Pero en sus libros no tenía para. qué disiinular; abí está su fuerza.
Dijo Balduina Van der Rotten. Más que mis finas La muudápidad, lo pegadizo del blondas de Brujas, tocas y cofias de Maliambiente en que se movía y del uas, trato de gentes no falta en ellos; más que mis granjas uberes y que mis pero cuando todo eso haya caído. gordos quesos ano y busco la música sonora de los aún quedará la substancia real, no besos.
escasa tampoco en sus páginas.
Amado Nervo fué uu enamorado Gustaban, y bay todavía en ello de la vida. No se vea en esto conmucho que aprender, las modula.
tradicción con lo ya dicho; al conciones nuevas de aquellos versos, trario, de tanto amarla, fué aprenfipamente cortados. Nadie que tenga diendo a morir. La naturaleza toda despierto sentido de la rítmica olviAmado Nervo. y luego la fe le daban testimonios dará, sobre todo si se los oyó decir Dibujo de Vázquez Dlaz.
de vida eterna. La muerte no era al poeta, algunos versos suyos de más que el paso inevitable, para corte no usual: el cual es preciso abandonarlo to.
Nervo para que se le vaya a pedir. do: dulces bábitos, objetos famiSe lo veda la divagación del contrapunto, cuentas de su renunciamiento, para liares, amores de la tierra. Pero esta que se le haya querido hacer cantor separación le llenaba de melancolía.
o débilmente acentuados, para los tra. de la vida, lo que nó fué nunca, por Si una estela hubiese de perpetuar su tadistas: que hasta en sus momentos más mun recuerdo, la querríamos como aquella, danos pensaba en otra cosa. siempre de la dama helénica llamada Hegeso. Sé piadosa. como un rayo de lupa. Sé suave. como un soplo de brisal al lado de aquellos versos frívolos, de en el Dypilon: del cofrecillo de sus aquellas composiciones flacas, se po joyas, traído por una doncella, levanta No ha faltado quien eche en cara a drán señalar aciertos indudables que pensativa una presea con la que ya Nervo el apartamiento de este mundo vuelvan la balanza al fiel.
nunca se adornará.
de sensaciones, de voluptuosidades tan En definitiva, éstos son los que cuen Una disposición especial de su espí.
bien cantado por él en otros días, con tan. Para la gloria literaria de Nervo, ritule hizo ver en la hermosura del motivo de la expresión más despojada, de todos sus libros se pueden extraer, mundo lo pasajero como primera cuade la ideología menos concreta, de la en abundancia, hermosas poesías; la lidad. En unos versos. muy conocidos simple conformidad del serie de ellas ofrece, además, una tra le echa là culpa a Kempis; pero ya es yectoria espiritual constante, definida, sabido que cada cual encuentra en la ¡Gracias, está bien!
ascendente, Imitación aquello que más conviene a Ya su espíritu se ha encontrado de su estado de alma.
con que acogía los bienes y los males frente con la verdad; y abora que la Como la dama griega a sus joyas, de la vida, como si fuesen dones celes noticia de su paso de este mundo nos tuvo Amado Nervo afición a las sensa.
tiales. Nole perdonaron, tomándolas al sorprende y nos sobrecoge, vuelve a ciones nuevas, a las palabras poco XXXX Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.