Violence

EL ARTESAYO.
NO wwwVTOM de esforzados operarios, por unos pocos ar pasado. Patria, familia, amigos, los recuerdos investigar ya la injusticia con que se procede; pasado. Patria, familie, ani yo inoriré irremediablemente con razón in tesanus, en cuyo pecho late el fuego del en de mi vida, todo me viene sorprender se ila tusiasmo y la fe por una causa noble.
podera de mi mente; y si hago un esfuerzo pa ella; pero si los legislatiores pudieran por un ra remontarine otras edades y otras gene momento hucerse cargo de lo borrorosos sufri punto y seguido se nos sirvió un esraciones, reo los hombres de carla país cruzarmientos de un condenado, en el acto escucliacelente refresco como para dar tanıbién concomo sombras silenciosas en mi imaginación, rían la voz de la razón y bor urian de los códitento al cuerpo, ya que el alma tanto gozaba taito gozaba y me afectan mucho más aquellos que, como gos esii pena terrible.
en aquellos momentos. Brindaron por la yo, han sido víctimas de la barbarie de la ley Por fortuna ha llegado para nosotros una prosperidad de la Asociación de la Biblio de la fuerza de las circunstancias.
época mcjor. Ya no existe el suplicio de lid teca, por la ventura de los Socios, por el in Mañana seré sacrificado. La sociedad se cruz, ya no el desgarramiento de carnes, ni el aceite hirviendo, ni la horcir ni otros muchos quebrantable entusiasmo del señor larín al propone dar en mí un ejemplo y amedrenta realizar sus nobles propósitos, no obstados los demás que como yo pueden los demás que como yo pueden extraviarse en suplícios en que se hacia padecer los pobres nunca ni aún por las decepciones más liorrila senda del deber. Pero sucederá, como ha condenados atroces tormentos. Oh! ya parece sucedido siempre, todo lo contrario del fin que que oígo los clamores de los condenados do 0bles que le ha hecho padecer la maledicenla sociedad ha tenido en mira. De la multitud tros tiempos. Ya parece que veo arder ante cia de miserables habladores, y por el puede espectadores que rodearán el patíbulo, la ma iumensa muchedumbre la camisa azufrada del blo costarricense que da artesanos tan fir For parte irán por curiosidad, y muy pocos se condenado a la hoguera y perderse su fisonomía mes, laboriosos y constantes como los de la poseerán de un sentimiento de lástima, pero en inedio del humo, y sus lamentos con el esta Sociedad, los señores don Ramón Loría, don tan pasajero que momentos después estarán en lido de la llama. Ya creo oír la horripilante Isidro Marín, don Tacio Castro, don Lici el teatro en otro espectáculo en que procura sentencia de Ravaillac en que se mandaba ateinaco Hoyos, don Ricardo Nanne. don Luis rán matar el tiempo, como dicen las gentes de naccar en el pecho, brazos, muslos y pantorrillas; mundo.
tener la mano derecha quemada con asufre y que Castro y otros muchos que no recordamos.
Mientras tanto, el hombre se puede arte se le cchase plomo derretido, accito hirviendo, pez, Brindó también el Presidente de la Corpopentir de todas veras, pero ¿qué importa la cera y azufre también derretido sobre las partes aración, laciendo gratísimos recuerdos de las suciedad que el culpable conozca en esos mo tenaccadas; hecho esto se le tirarla por cuatro capersonas que lo han alentado en su tarea y mentos la gravedad de su falta? Quod scripsi ballos, sus miembros se arrojarían al fuego SUS obsequiado con libros. Se brindó también scripsi, el arrepentimiento nada pesa en la ba cenizas al aire. No puedo concluir; este por el triunfo de la candidatura liberal, de la lanza de los destinos sociales, y el hombre que recuerdo me produce un efecto espantoso. que son partidarios decididos la mayor parte por el arrepentimiento ha merecido el perdón Quiero recordar mejor los suplicios sin torinende los Socios; por el liberal pregresista Go de Dios, no podrá alcanzar el perdón de SO to, y de pronto me asalta la imaginación la bierno del probo ciudadano don Bernardo ciedad.
lúgubre escena de Witteball en que al golpe de. Los momentos son preciosos para mí. El hacha de un desconocido caé anegada en su sanSoto, y por la Libertad de que hoy, como reloj es ini primer Terdugo. Cuando yo estaba gre la cabeza de un Estuardo su ademán era nunca, disfrutamos los costarricenses.
entretenido en los cuidados del mundo, el soni tranquilo, su actitud resuelta y murió con la Fué un rato de indecible, arrebatador do de un relo; siempre me fué indiferente. Hoy serenidad de un filósofo. Apareció la gui entusiasmo.
que cuento por segundos el tiempo que me que lotina, como rcdentora del color a destruir de un Allí mismo solicitaron su admisión co da de vida, cada campanada de esa máquina solo golpe la vida del hombre. Es, dice Guimo Socios activos incorporados los señores produce en mí un terrible efecto. Me parece llotín, cuestión de un minuto, y no se siente don Ramón Loría, don Ricardo Nanne, don ver detrás la misma muerte que acelera su más que un poco de frio en el cuello; después Luis Sáenz, don Gregorio Soto. don Na movimiento. Una campanada es para mí un todo ha acabado. Yo no me conformo con espoleón Carballo, don Esteban Aguilar, don toque de agonía, involuntariamente llevo mi toque de to. El rostro de Carlota Corday dió muestra Licimaco Hoyos y don Tacio Castro, cuya mano fría al corazón que late con extraodina de cólera algunos minutos después de haber siria violencia.
solicitud será satisfecha en la primera opordo guillotinada; y al querer pinchar con un alSólo se habla del bien cuando se ha perdi filler los ojos de otro ajusticiado, éste los cerratunidad, engrosando así las filas compactas do está para perderse. Hoy que me encuende los incansables trabajadores del progresó ba en el acto. Pero el hecho es que se quita tro en este trance terrible siento que me rena la vida del hombre en más o menos tiempo, y popular.
ce, que se me acrecienta el amor a la vida. con la multiplicación de las ejecuciones el poA las siete de la noche la concurrencia Hoy que toda esperanza ha acabado para mí, der público no ha hecho más que acostumbrar se retiró gratamente impresionada y satisfe hoy que ya parezco tocar los límites de un mun á los pueblos espectáculos de muerte, cerranabay no el recuerdo de tres boras enplea do desconocido, es cuando le tengo más horror do sii corazón todo instinto canaroon Mac das en hermosa ocupación. la muerte.
estas son dicertaciones por demás inútiles; denConcluímos esta ligera crónica deseanQué haré en mi último trance. Luchatro de poco mi cerebro no será más que una ré con mis verdugos me dejaré sacrificar con do que el fin que persigue la Sociedad de la tranquilidad de un martir masa informe de materia por la virtud de vaArtesanos sea coronado con un éxito brillanrias esferas de plomo que una preocupación jar la vida para obtener, cuanto antes la palma?
te, en justo premio del esforz do propósito un error de la sociedad ha hecho inflamar para Alejemos ese terrible pensamiento; necesito ya de los asociados, y como una recompensa destruir mi pobre organización. Un mal no se de alguna calma. Pero ¿qué oigo. EI recura con otro mal; y si el hombre puede matar la dedicación y al trabajo.
loj dă las doce. Sí, es la suprema hora del re al hombre en el momento de ser injustamente. cogimiento; la naturaleza parece dormida y las atacado, la sociedad pierde ese derecho porque estrellas atraviezan silenciosas el espacio, en encuentra bajo su poder un infeliz inerme.
MICHEL riando de paso a los mortales su luz triste y Me ocurre ahora una idea. Podré antimelancólica. Elas también me envían un ra ciparme la obra de mis verdugos tomando un yo de luz por la ventanilla y lo interpreto como veneno que conservo? Feliz idea: con la muerun llamamiento divino. Sí, ya iré; la campa te me emancipé ve su moder y no les daré el na me lo acaba de anunciar. Tré, pero dejo en placer del espectáculo. Pero aquè digo? QuieNO MATEIS MAS.
el mundo un pedazo de mi alma; dejo a mi po ro hacerme cómplice en el pecado que comete la bre y desventurada familia, y no hay desgracia sociedad al matar a un hombre? No, no; que más grande para un padrs que dejar los su consumen su obra; una muerte más es un nueyos sin un porvenir que les sonría, sin un pan vo argumento que aduce la razón en contra de con qué poder Pintar para el día siguiente. La esa pena ante el tribunal de la conciencia púsociedad por lo menos debía encargarse de los blica. Reflexiones de un condenado muerte. huérfanos del pobre ajusticiado, que no deja Yo he observado que los suplicios dismi. por herencia más que lágrimas y el espantoso Mañana el cañonazo del alba será la señal nuyen, que el tormento desaparece y que la vi recuerdo del cadalso.
de los preparativos horrorosos para quitarme la da humana tiene en estos tiempos más garanLa sociedad me priva de la vida cuando a. tía; las legislaciones suavizan su escala penal, caso, andando el tiempo, hubiera podido ser y este resultado es debido la razón que por Tengo aún tiempo de pensar. Dios ha til mi patria, porque el hombre al fin, con un por fin hablará decididamente a los hombres y permitido que la víspera de mi último día con poco de reflexión, tiene que obedecer sus bue les dirá: serve toda mi energía para hacerme cargo de nos instintos.
mi situación. Puedo aun respirar ese aire que No matéis más, basta; la vida del hombre Pero por corregirme me hace cadáver, por pronto me faltará, y recibir ese rayo de luz que debe ser inviolable ante el poder social, y el castigarme deja sin pan una numerosa famipasa atrevido por la ventanilla de la cárcel cocastigo del crimen consiste en provocar el arrelia que no contaba más que con mi apoyo, y mo un mensajero de Dios que viene a recordar por hacer escàrmentar proporciona al público pentimiento, convirtiendo de esta manera al me una nueva patria.
culpable en un hombre regenerádo, útil si un rato de distracción con el patíbulo.
Si la sociedad me arroja violentamente de Yo comparo mi muerte, que me causa una mismo, su familia y su patria.
su seno, ha matado mis ilusiones y me ha da profunda sensación, con la de aquellos que podo la tumbá por perspectiva; de ese santuario seidos de un sentimiento muy fuerte caén mide la muerte se levantara mi espíritu. Sí, hay llares en el combate, sin que ese espectáculo inalgo que sobrevive, lo siento en lo más íntimo; funda cobardía los demás. En el campo de San Salvador.
hay algo en el hombre que se parece al infinito, batalla se familiariza el hombre con la muerte irá confundirse con la Divina esencia. Ma porque no tiene tiempo para pensar en ella.
ñana lo veré, por más que me aflija esta idea Qué culpa tiene el desgraciado que muere RAFAEL REYES. mañana palparé ese infinito. en el patíbulo porque no ha habido un lugar De momento se me viene la memoria el seguro donde guardarle? Pero no es tiempo de (De El Municipio Salvadoroño.
vida.
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