REGENERACIÓN.
do haber cometido el Sr. Cabrera para que «En presencia de un crimen, lo primero en su contra se dictase esa orden. No por que un Juez anglo sajón supone es la inoque es el propietario del periódico, es co cencia del acusado. No vincula vanidad ni autor de los delitos que puedan cometer en encontrar ni en hacer castigar al culpalos redactores. Esto conducirla la aberra blo; espera pacientemente las luces de la evición, de que por el hocho de ser una perso dencia y parece confiar, impasible y austena el propietario del cuchillo con que se ro, en que el criminal venga ofrecer sus cometió un homicidio, se le considere co manos las esposas, sus pies los grillos, autor de ese homicidio.
su cuello al dogal, sin creer que ha fracaEn los delitos de imprenta, se ha desea sado, si el criminal no ha sido habido ni do por nuestros Jueces llegar un rigo creerse deshonrado si el delincuente no ha rismo exagerado, que no puede tener inás sido descubierto. En este sentido, el Juez fundamento que el deseo de concluir cou anglo sajón es un artesano; hace su tarea una publicación, salvando el respeto que cuando puede y como puede.
merece la prensa. Para concluir, nos per En presencia de un crímen, lo primero mitiremos recordar las frases de un distin que un Juez francés supone, es la culpabiguido Constituyente al discutirse el pro lidad del acusado. Todo su ir y venir, todo yecto de Constitución, en el Congreso de su afán, todo su empeño se concentra en 57, del Sr. Lic. Félix Romero. Haga acumular indicios, sospechas, presunciones; mos aquí lo contrario de lo que los papas en amontonar testimonios vagos, antecehicieron en los primeros tiempos de la im dentes engaiiosos, procedentes falaces y prenta: si ellos la maniataron, la esclaviza construir con aquella charla y aquel humo on, la escarnecieron, démosle nosotros yue un edificio de prueba juridica, sólido colo sus alas, ensanche su imperio, hamo el granito, inconmovible como la monciendo de ella no solo una garantía indivitana. El Juez el policía buscan «su cridnal, sino una institución pública. No olvidéis que la prosperidad de los primeros tista su obra maestra. Es cuestión de remen. como el poeta su poema, como el arpaises del mundo se debo la libortad de imprenta, que la América es poderosa por dad casi de gloria, al llevar alguien al putación, de carrera, de porvenir, de vanila libertad de imprenta, y que México está llamado ser grande por la libertad de banquillo, ol acumular sobre su cabeza las «pruebas. cl arrancar al jurado un veroimpronta. dicto condenatorio. Otra cosa sería incapacidad, deshonra, mediocridad, porvenir desvanecido, carrora interrumpida. Como UN ARTÍCULO DEL Dr. el francés es esencialmento dialéctico. dis.
MANUEL FLORES.
cutidor. polemista; como los silogismos le hacen mayor impresión que los hechos, y como el enlace lógico le Preocupa más que Creemos de importancia copiar el si la ley científica, nada más natural que enguiente fragmento de un artículo del Dr. Sartar hechos dispersos como quien ensarFlores, que nos revela la manera do proceta chaquira, que apoyarse en el argumento der de algunos de nuestros Jueces. El Dr. favorable y clespreciar depreciar el adFlores dice al final de su artículo que nues verso, que forjar cuando pretende averitros Jueces Mexicanos no proceden en la girar, cnando aspira esclarecer. Gracias a forma que lo hacen los francesos. Esa afir oste mecanismo y este vicio de carácter, mación es errónea y procede del carácter vuelta de correo. ol más honrado de los oficial del articulista, pero nuestros, lecto hombres aparece como el más odioso de los res sabrán aplicar algunos de nuestros criminales y Lucrocia puede resultar más Jueces las aprociaciones quo liace el Dr. impudica que Mesalina.
Flores de los Jueces franceses, Cuando un Juez inicia su interrogatorio