Carmen LyraFascism

324 REPERTORIO AMERICANO arte lírico; poetisa comparable por su tructivo y el crecimiento casi biológico bra de árboles y parras y de quien seriedad fundamental y su don imagina del telar.
Montiel Ballesteros dice. lo realmente tivo con las mejores de otros países. Es que, en realidad, ellas han tejido heroico lo ven los atardeceres y las maHa enriquecido el tesoro común de con fervores maternales, un sentimiento drugadas en que arquean al gringo viejo nuestro idioma, dando un sentido más de comunión cordial entre los pueblos, dos latas de kerosene, que rebosa de puro al lenguaje de la tribu, como decía despertando la emoción fraternal que agua del arroyo y acarrea afanoso y teMallarmé de Edgardo Poe.
parecía embotada.
naz, hasta que ha dado de beber a toda Con Gabriela Mistral y Juana de IbarSeñores senadores: Pido que nos pon aquella su múltiple prôle vegetal; el «camburou ha realizado para honor de la gamos de pie en homenaje a la gran pito. después del remate, y que el autor América española, una obra de cultura poetisa argentina Alfonsina Storni. pinta con el encanto con que el viejo en la que se percibe el impulso cons Asentimiento Fabre pinta su harmas. aquel «rincón de tierra abandonado, estéril, abrasado por el sol, favorable a los cardos y a los himenópteros. en el que canta la Comentario de Carmen Lyra curruca entre las lilas y el verderón entre un macizo de cipreses; allí está tamSe trata de la novela «Barrio» de Montiel Ballesteros bién Sabadell el catalán: es un tipo que se repite en todos los barrios populares San José, Costa Rica, América Central.
manipulan fúnebres actas de defunción y que uno llega a querer y a estimar, el Octubre de 1939.
apolillados papeles sellados, trenzado ga idealista, el revolucionario, aquel que Mi estimado Montiel Ballesteros, en lope de letrerío negro, que terminan por afirma convencido. Despertarán un día Montevideo: descifrar y cuya jerigonza reza que nueslos hombres! Despertarán o los despertaremos Le escribo esta carta a través de REtro campito tiene un dueño quien terPERTORIO AMERICANO. Un saludo muy mina por solicitar al Municipio su deliMucho he gozado leyendo su libro, cordial para Ud. y un comentario para mitación, su amanzanamiento y nomenMontiel Ballesteros, y me alegro de que su novela Barrio, que es uno de sus clatura. es el inspector «que habla como lo haya escrito.
libros que más me ha gustado. Lo hice los expedientes. son los enfermos que ¡Cuántas veces lo he recordado a Ud.
leer a algunos amigos míos y pasamos se ven obligados a acogerse a la «cariy aquellos días ya tan lejanos, en que un rato bueno comentándolo.
dad» fría de los hospitales; son los niños me llevó a vagabundear por las seculares BARRIO está formado por una serie de que por allá Uds. llaman botijas» o calles de Florencia y a oír las canciones cuadros y escenas que todos conocemos, pibes parecidos a nuestros limpiabotas y napolitanas acompañadas de mandolina que hemos visto pintar por la vida sobre vendedores de periódicos; son los vicios, en las orillas del Arno. Pobre pueblo el lienzo del espacio y del tiempo. Al es la prostitución.
italiano, tan noble y tan digno de mejor leer su novela, he tenido la impresión sobre el área polvorienta o barria suerte que la que le deparó el Duce! Ya de que de los rincones de mi memoria losa, según las estaciones, pero siempre en ese Primero de Mayo que estuvimos iban saliendo a la luz muchas imágenes. sucia, con sus casuchas feas y sus gen juntos en Italia, estaba encima la Marcha Algo así como esas calcomanías con que tes mal vestidas y mal alimentadas y sus sobre Roma y el fascismo criminal en juegan los niños: paisajes y figuras en comadrez chismosas, el optimismo del vísperas de desencadenarse sobre el muncolores que van apareciendo conforme autor busca y encuentra los pastitos verdo. Cuánta agua ha corrido desde enel dedo humedecido remueve la película des, el sol, el cielo, el viento y las estonces bajo los viejos puentes de Flode papel que las cubre. En su barrio de trellas para los que no existe la propie rencia!
Montevideo está resumido todo el prodad ni límite, ni contrato de venta; el Bueno, Montiel Ballesteros, lo saludo ceso de desarrollo de barrios en los italiano silletero que dijérase un lector con cariño y estimación.
últimos tiempos a lo largo del continende Virgilio, que en cuanto está en pote americano. Así hemos visto formarse sesión de su pedacito de tierra lo siemCARMEN LYRA nuestros barrios en San José de Costa Rica: el Keith, el Luján, los barrios sórdidos de la Cruz Roja. Dijérase que la Dos fragmentos de «Barrio»
ciudad hubiese ido arrojando de su recinto a los pobres, como una ama de Selección y envío de Carmen Lyra casa espanta a las gallinas para que no molesten ni ensucien. Son estas gentes El Campito las que van poblando los baldíos de los aledaños de la urbe. Su novela es un Una calle vieja, que ha salido de la Entre algunas matas, junto a los malresumen pintoresco del nacimiento y ciudad a correr mundo, se enamora de vaviscos de raíz tenaz, a la cepacaballo, desarrollo de uno de estos barrios po aquel rinconcito verde y solitario y allí se a los cardos plateados, a las carquejaspulares: desde las vísperas, como si di queda, disolviéndose, desparramándose en rígidos festones de claro verdor anida jéramos, cuando el terreno está ocioso y el ancho descampado baldío.
algún chingolo rastrero y gaucho, vecino sirve lo mismo para nido de parejas de Cinco, seis hectáreas de terreno irre de las ranas escandalosas que croan, gi los suburbios que de basurero, hasta gular ondulan suaves, cubiertas de yuyos mientes, entre los berros florecidos, junto cuando los esfuerzos de los vecinos más y de gramillas, cortadas por un arroyito a la húmeda frescura de la corriente.
progresivos llevan la cañería y ponen un limpio, de vida precaria, al cual en estío, Algún atardecer, unos gandules, mal tubo público en el centro del poblado y a menudo lo beben los ávidos lengüeta enfachados, vienen a echarse a fumar la luz eléctrica a alumbrar calles y casas. zos de fuego de unas semanas de seca. bre el pasto, a hablar de hembras o a Por sus páginas desfilan tipos, escenas Unica decoración sobre el horizonte combinar alguna ratería.
y paisajes tristes, sucios, secos o visco cambiante empínase un ombú, agobiado Un transeunte receloso, perdido, pasa sos, mezquinos, con los cuales nos ha de cansancio y de años, protegiendo silbando, abanicando ojeadas de desconfamiliarizado nuestra lucha diaria, sin unas taperas informes y pardas.
fianza.
quitarnos por eso el anhelo de borrarlos Unos caminos zurdos, de curvas dó Una barra de muchachones medio bode la tierra: son los tipos amarillos que ciles, se cruzan al azar de pasos vagarrachos, llora el dolor de un tango.
comienzan a influir en el destino del fu bundos. contada pareja, hambrienta de soleturo barrio, antes del remate. Por allá, Un rectángulo plano, con unas desva dad y de misterio, el brazo por el talle, entre el maremagnum gris, amasacotado hidas rayas de cal y los dos manchones la boca en la boca, beodos de amor, eny mohoso de los edificios, entre ese or violeta pelada en el vello verde del tran en ese paraíso desolado y trágico, ganismo sórdido, áspero y tumultuoso campo de la cercanía de los goles, de donde, sin embargo, existe algún suave que forma la urbe, unos hombres ama signa una cancha de football, dinamizada declive de arena dorada, en estío, tibia y rillos y calvos, unos seres graves como los sábados y domingos por los pibes muelle como un lecho.
monos enfermos, tristes y anteojudos, de los barrios cercanos.
Por allí viene el carro que no sabe Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica