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BIOGRAFIA DE ELI ALTAMIRANO Página 53 estilan, quienes al influjo de concepciones parasitarias sobre la revolución y el socialismo se empeñan en que sea financiado con donaciones internacionales.
Nuestro Partido es categórico en señalar que el progreso nacional de nuestro país debe ser producto del aprovechamiento máximo de sus riquezas naturales y materias primas y del trabajo creador de los trabajadores nicaragüenses. su vez, que el progreso social y la construcción del socialismo serán el resultado lógico del gran desarrollo de las fuerzas productivas de Nicaragua y de la conquista del Poder Político por la clase obrera.
El camino al socialismo es largo y escabroso, sujeto a etapas y leyes objetivas que nadie puede violentar sin dejar de sufrir estrepitosas derrotas.
Nicaragua es dueña de una inmensa riqueza natural capaz de liberarnos de la miseria, del atraso, de la crisis general, y de transformarnos en nación próspera y en desarrollo.
Nuestro suelo cuenta con vastas regiones óptimamente aptas para el desarrollo en gran escala de la ganadería, de la madera, de más amplia y diversificada producción agropecuaria.
Somos un país de competentes recursos naturales, con grandes planicies de tierra fértil para la producción en abundancia de granos, cereales, carnes, leche, frutas, cítricos, químicos, tanto para el consumo directo de alimentos como para producir enlatados, vitaminas, medicinas y otros rubros que jamás han entrado en los planes económicos de ningún gobierno.
Nuestras inmensas costas, por su parte, nos ofrecen gran capacidad de reproducción natural y artificial de peces y mariscos para una inagotable explotación pesquera, la que debe destinarse al amplio consumo de nuestro pueblo, al mercado internacional y a la industrialización.
Además de inmensas extensiones de mares poseemos lagos, lagunas y ríos por todas partes. Tenemos agua en abundancia, y con ello gigantescos elementos para el riego y la energía hidroeléctrica. La riqueza geotérmica de Nicaragua también es bien reconocida.
Pese al despale despiadado conservamos extraordinarias reservas de flora y fauna, las que atendidas acordes con la necesidad de nuestro desarrollo pueden repoblarse cuantiosamente.
El subsuelo nicaragüense es rico en minas. Se sabe de la existencia de varios depósitos de metales y sustancias de vital necesidad para la industria moderna.
En todo lo que va del siglo XX, y particularmente en las últimas seis décadas, nicaragüenses estudiosos del patrimonio de su país han venido publicando y acumulando información minerológica que ha puesto en conocimiento de nuestro pueblo la vasta red de minas y de la variedad de minerales que tiene Nicaragua.
Entre su amplísima gama de riqueza, oro, plata, cobre, plomo, zinc, mármol, yeso, cal, hierro, son recursos que nuestro país tiene en no poca cuantía.
En ciertos niveles de la investigación se maneja la información de que en Nicaragua se encontró petróleo desde en la época del somocismo. Se dice también que no se descarta la existencia en nuestro suelo de otras sustancias carísimas y de importancia estratégica.
Según datos de la oficina de investigación geológica que en la era somocista operaba en Nicaragua, los que en 1959 publicó el Ministerio de Economía, nuestro país cuenta con portentoso yacimiento de hierro, mina ubicada en la Costa Atlántica cuya capa de la superficie, la que sólo es un reflejo de su potencial interno, presenta capacidad exportable y altamente rentable por más de 20 años.
La naturaleza en Nicaragua es inmensamente fuerte y poderosa. Disponemos de recursos suficientes para la producción de materias primas para la más variada industria liviana, y recursos también para as pirar con éxito a la industria pesada.
Con el aprovechamiento de nuestros recursos naturales, de nuestros minerales, de nuestras materias primas y de otras adquiridas por medio del trueque internacional, podemos impulsar el desarrollo más vigoroso de la producción agropecuaria, de la industria de consumo doméstico, del mercado interno y, promoviendo el desarrollo técnico proceder a crear una poderosa industria liviana y al inicio de la industria pesada.
Debemos reorientar la reforma agraria de modo tal que se constituya en base fundamental del desarrollo de las fuerzas productivas y de la lucha por conquistar la independencia económica y el progreso social del pueblo nicaragüense.
En esta misma línea reestructurar también la producción nacional suprimiendo los rubros no rentables a la economía y dañinos a la ecología del país. la par del gran impulso a la producción destinada al consumo nacional, crear y desarrollar nuevas áreas para la exportación.
Hay que proceder asimismo a una profunda revisión de la situación económica del país, de sus rela